Tecnalia desarrolla un material innovador y sostenible para tapones de vino

A través de su Unidad de Construcción, Tecnalia desarrolla un material innovador y sostenible para fabricar tapones para botellas de vino. El objetivo del proyecto Placotop, en el que también participan la empresa española Plásticos Urteta y la francesa Rescoll-Societé de Recherche, es sustituir los tapones de plástico para el vino por otros elaborados a base de un material composite. Este trabajo, con un presupuesto total cercano al millón de euros, supone la puesta en valor de una investigación de éxito previa, a escala de laboratorio. Por su parte, la Comisión Europea ha valorado de forma satisfactoria este proyecto, por lo que ha decididio co-financiar la actividad necesaria para su completo desarrollo hasta su comercialización final. La primera reunión del proyecto tuvo lugar el pasado 1 de septiembre en la sede de Azpeitia de Tecnalia, donde se efectúan algunas de las tareas prioritarias del proyecto.

Los tapones de plástico están ganando cuota de mercado anual en detrimento de los de corcho natural debido principalmente a su precio más competitivo. La mayoría de fabricantes de tapones de plástico o sintéticos son pymes establecidas en España, Francia, Alemania e Italia. En la actualidad, la fabricación de tapones de plástico únicamente supone el 13% de la producción total lo que representan 20.000 millones de tapones anuales con un incremento previsto hasta el 50% del mercado en 10 años. A la vez que los tapones de plástico ganan peso en el mercado de las bebidas, sería posible aprovechar algunos sistemas híbridos que podrían ayudar a mantener al mismo tiempo, la presencia y uso del corcho. Recientemente, algunos de los socios implicados en esta propuesta han desarrollado un nuevo material compuesto. El tapón de plástico se sustituye por un tapón basado en un material aprovechable, natural y biodegradable. Entre las principales ventajas de este nuevo material destaca el precio, más bajo que el corcho, así como una menor densidad, menor fuerza de extracción y un mejor desempeño ambiental que los tapones de plástico al sustituir el material plástico parcialmente por materiales obtenidos a partir de biomasa. Además, contribuye a salvaguardar los alcornocales, materia prima para el corcho.