Pago de Carraovejas se incorpora a la Fundación para la Cultura del Vino
La bodega Pago de Carraovejas se ha incorporado a la Fundación para la Cultura del Vino (FCV) como nuevo patrono de la organización formada por cinco de las más prestigiosas bodegas de España (Terras Gauda, Marqués de Riscal, La Rioja Alta, Muga y Vega Sicilia), además de por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, para divulgar las raíces culturales de la industria del vino en nuestro país y su vinculación a la historia de la península ibérica y el Mediterráneo, así como para fomentar la calidad de los vinos. La Fundación trabaja desde hace más de 20 años para promocionar la cultura del vino, su tradición y su contribución a la gastronomía, el turismo, la economía, el medio ambiente y el arte en nuestro país.
La Fundación para la Cultura del Vino fue refundada en 1998 por un grupo de bodegas con voluntad de contribuir al desarrollo de los vinos de calidad en España y destacar la estrecha vinculación que existe entre vino y cultura en España. El vino es una de las más enraizadas tradiciones históricas españolas que está presente en la literatura, la pintura, la arquitectura, la escultura o la música y forma parte esencial de nuestro territorio, de nuestro medio rural y nuestra economía.
El actual presidente de la FCV y consejero delegado de Tempos Vega Sicilia, Pablo Álvarez, explica que “la entrada de Pago de Carraovejas en la Fundación permitirá ampliar e intensificar la actividad de esta organización y consolidar el prestigio y la calidad de un grupo de bodegas españolas comprometidas con la difusión de la cultura del vino”.
Pago de Carraovejas forma parte de Alma Carraovejas, la marca que engloba diferentes proyectos vitivinícolas y gastronómicos, junto con Ossian Vides y Vinos, Emilio Rojo, ViñaMeín, Milsetentayseis y Restaurante Ambivium. Respecto de esta incorporación a la Fundación, su CEO, Pedro Ruiz, ha comentado que “para nosotros es un honor poder formar parte de este prestigioso grupo y poder contribuir en la difusión de la cultura del vino en España, velando por preservar y poner en valor el patrimonio vitivinícola”.
La Fundación para la Cultura del Vino desarrolla una importante actividad en España a través de encuentros técnicos (de los que el próximo tendrá lugar el 28 de abril sobre el vino y el medio ambiente), catas y el impulso de actuaciones de tipo cultural que coordina tanto individualmente como junto con otras grandes instituciones españolas y extranjeras. La Fundación edita la revista Terruños que cada año trata alguno de estos temas y ha expuesto en tiempos recientes la relación del vino con el paisaje, la escultura, el turismo, la gastronomía o los jóvenes en España y que dedicará su número del año 2020 a la relación del vino con la sostenibilidad y el medioambiente. Tiene además una estrecha relación con el prestigioso Insitute of Masters of Wine, con sede en Londres y que aglutina a 300 de los más importantes profesionales del vino a nivel mundial. Con ellos lleva ocho años realizando una masterclass en España, apoyando a los alumnos españoles que quieren conseguir tan prestigioso título y fue el patrocinador principal y mayor impulso de su congreso cuatrienal que se celebró en Logroño en junio del 2018.
La misma Fundación realiza cada dos años una cata en Madrid con alguno de los más reconocidos vinos mundiales, para dar a conocer en nuestro país y entre los profesionales y los aficionados algunos de los mejores vinos de calidad del mundo. Este “sabor de los grandes” ha traído en los últimos años a España a vinos emblemáticos como Harlan State, los italianos Sassicaia y Solaia, el champagne Laurent-Perrier, o catas verticales de Petrus, 'riojas con alma', vinos de Jerez o Chateaux d’Yquem. Además, la Fundación mantiene una estrecha relación con la Fundación Thyssen Bornemisza con quien ha elaborado un recorrido temático por 19 cuadros de su colección permanente relacionados con el vino, como ya hizo en su día con el Museo del Prado, así como actividades y seminarios organizados por toda España sobre el vino y el románico o los vinos de terruños, entre otros.
