Dues Consonants, el valor de lo auténtico

Naturaleza, viña y trabajo. Así se puede definir la DO Monstant, zona catalana donde podemos encontrar una pequeña viña con más de sesenta años de historia. Una viña que ha visto pasar el tiempo manteniendo sus orígenes intactos, sus valores y su forma de trabajar. Y es aquí donde nace un vino único, Dues Consonants.

El proyecto Dues Consonants nace en 2009 cuando la enóloga Eugenia Guasch, tras varios años trabajando en las áreas del Priorat y Montsant, se percata del potencial de las viñas de la zona. Guasch encuentra un pequeño viñedo de 60 años, bien cuidado y trabajado, y decide emprender un proyecto personal junto a su hermana Irene Guasch, ingeniera industrial y diseñadora. “Este ha sido uno de los proyectos más íntimos y personales que hemos elaborado, sobre todo porque es un proyecto propio en el que hemos podido trabajar con total libertad a la hora de crear”, indica la diseñadora.

Las hermanas Guasch no querían trabajar un concepto ya existente, querían llegar a las entrañas de sus viñas y por eso decidieron visitar las tierras, conocerlas a ellas y a sus trabajadores, entender cómo se desarrollan los procesos de producción del vino y cómo se cuidan hasta los más mínimos detalles. "Pudimos conocer incluso al payés que trabaja las viñas con sus propias manos las 24 horas del día de una forma totalmente manual", señala la diseñadora, quien admite que esto fue de gran inspiración para crear el concepto de marca tan especial que han logrado.

La intención de las hermanas Guasch al elaborar el vino y su envase fue plasmar los valores de esfuerzo y dedicación que conlleva una viña como la del Monstant, el carácter de la tierra y su trabajo de proximidad completamente natural. “Para nosotras, esas viñas eran un proyecto muy importante y creíamos firmemente en su potencial. Tras los primeros meses, las viñas habían producido suficiente para llenar dos barricas de roble francés, algo más de 1.000 botellas que nos permitían ofrecer un vino especial, único y un tanto exclusivo, elaborado con mucha pasión".

Irene Guasch tenía el compromiso de reflejar el cuidado productivo en el embalaje del vino. Su intención era transmitir los valores de autenticidad y naturalidad de las viñas y por ello debía profundizar con el origen del producto: la tierra. “Fue entonces cuando decidimos usar para el proceso creativo ingredientes propios de la tierra, el vino y sus raíces”, explica.

Así, las lías del vino fueron las que les llevaron al concepto deseado. Las madres del vino son los posos y sedimentos que se forman en el fondo de los toneles, formadas por impurezas de la uva y restos de levadura. Tras las primeras fermentaciones, el vino se mueve a las botas y ahí se extraen las lías, que dejan un barro de estética muy curiosa que cuenta con una gran variedad de matices.

Por ello, para crear la imagen, se siguió un proceso artesanal, siguiendo la línea de la producción de la uva, el procesado y elaboración del vino. Como resultado, se utilizaron las lías del propio vino como tinta para el stamping. “La elección de las lías simboliza muy bien el cierre de un ciclo: las madres del vino como origen y las madres como final en la etiqueta para el embotellado del vino”, puntualiza Irene Guasch.

Para seguir con la línea conceptual, las hermanas Guasch se decantaron por botellas tipo Borgoña Terra Vintage como envase. "Nos gustó este tipo de botella porque su perfil es clásico pero cuenta con detalles muy particulares que dotan de calidad al producto. Además, el hecho de que la botella se elabore siguiendo protocolos de respeto medioambiental cuadra a la perfección con nuestra filosofía".

En cuanto al nombre –Dues Consonants (Dos Consonantes)–, la diseñadora explica que el número ‘2’ se escogió por dos motivos diferentes: “El primero de ellos es que somos dos personas las que estamos involucradas en el proyecto y el segundo, porque el vino cuenta con dos variedades de uva: Cariñena y Garnacha”. En referencia a ‘Consonants’, la idea surgió del verbo consonar: “Su significado es formar consonancia, estar de acuerdo con una persona o una cosa con otra. Luego pasamos a ‘consonant’, que significa que forma consonancia. Vimos que encajaba con nuestras ideas, que el concepto se desarrollaba en la línea que queríamos y apostamos por ese nombre. Somos dos hermanas, trabajamos con dos variedades y y todo concuerda entre sí”.

El resultado final tras la primera cosecha y un reposo de 36 meses en barricas de roble fue una tirada de 1.065 botellas. Un vino elaborado con las variedades Cariñena (75%) y Garnacha (25%) provenientes de unas viñas muy singulares por su antigüedad, especialmente la carignane. Estas viñas son de muy baja producción pero de ellas se obtiene un vino de gran intensidad.

Dues Consonants es un vino de color rojo intenso, con una lágrima densa y marcada que resulta de su producción y procedencia. Su aroma es muy intenso, amplio y dinámico, con toques afrutados y sabores a chocolate, pastelería y balsámicos. Es un vino con cuerpo, persistente y con buena acidez que le da cierta profundidad y frescura. En definitiva, un vino que deja huella al provenir de viñas antiguas que producen muy poco pero con una concentración de sabores y aromas muy intensa.

“Dues Consonants gozaba del entorno para triunfar; plena confianza y libertad creativa con máximo rigor”, apunta Guasch. Estas características desembocaron en una identidad muy auténtica que les permitieron alzarse con los Premios Liderpack 2015 en las categorías de Packaging Bebidas y Ex aequo Best in Show. Además, las hermanas Guasch y su vino Dues Consonants han logrado una puntuación de 9,41 sobre 10 en la Guia de Vins de Catalunya 2015 con la descripción de goloso, potente y original.