Carlos Moro: “Falta ese punto de internacionalización de nuestros vinos”
El bodeguero y presidente de Bodegas Familiares Matarromera, Carlos Moro, pone deberes al sector vitivinícola y sostiene en una entrevista a Efe que una de las asignaturas pendientes es una mayor internacionalización de los vinos para competir en igualdad de condiciones con otros países. Todo ello, en medio de la crisis profunda derivada del alza de los precios y la crisis de Ucrania todavía presente.
“España en general, y Galicia en particular, necesitan ese punto de internacionalización de los vinos, ahí todavía tenemos muchos deberes por hacer. Galicia tiene una buena posición en vinos pero no es conocida internacionalmente”. Es la reflexión que realiza este bodeguero que aborda su apuesta por la innovación y las energías alternativas al tiempo que apuesta por la internacionalización. Recientemente, Carlos Moro sumó San Clodio, la bodega del cineasta fallecido José Luis Cuerda, a su conjunto de bodegas boutique.
Desde la bodega enclavada en el corazón del Ribeiro, el bodeguero vallisoletano cree que el futuro pasa por poner los vinos gallegos en el mapa internacional. “Galicia es una tierra prominente y clásica en cuanto a vinos y variedades, con una riqueza enorme y que ofrece muchas posibilidades”, cuenta.
Con la reciente adquisición de San Clodio, el reto que tiene por delante pasa por preservar el legado dejado por el cineasta albaceteño manteniendo “el glamour” y la calidad de sus vinos pero también posicionarlo en los mercados internacionales.
“Galicia tiene una buena posición y unos vinos de calidad pero que no siempre son conocida internacionalmente. Es el caso de algunas variedades como la Treixadura o el Loureiro, una de las castas con mayor autenticidad y que hay que dar a conocer”, apunta Moro, quien aboga por producir vinos de calidad y al mismo tiempo posicionar las bodegas más jóvenes en el mercado.
Tras su reciente adquisición de San Clodio, el reconocido bodeguero cuenta en Galicia con dos bodegas, San Clodio y la bodega Casar de Vide, en Castrelo de Miño. A esto se suma el acuerdo de colaboración que arrancó hace más de cinco años con viticultores de la zona para elaborar CM Finca Viña Tenencia, uno de los vinos de finca que elabora bajo su marca personal.
En la entrevista, reflexiona además sobre el futuro de un sector que se vio primero afectado por la pandemia debido a los cierres y restricciones de horarios y, en la actualidad, por la subida del precio de la luz y el coste de las materias primas.
Sobre este último punto, sostiene que esta escasez y la subida de precios, no es algo nuevo sino que “nos lleva influyendo desde hace meses”, un problema al que ahora hay que sumar la escasez de materiales. “Hemos tenido que parar envíos por falta de botellas”, resume. Con esta situación, ve “indefectible” que todo esto lo acabe notando el consumidor final.
Con esta suerte de espada de Damocles sobre su cabeza, considera que una de las claves pasa por seguir apostando por las energías alternativas a fin de que el impacto sea el menor posible para el consumidor.
En la actualidad, Carlos Moro cuenta con “la primera instalación de autoconsumo de energía fotovoltaica en Castilla y León y una de las primeras de España”, en la bodega Emina, y también con calderas de biomasa en sus bodegas para tratar de reducir costes y que estos “no se trasladen al consumidor, que es sensible”.
Mirando hacia el futuro, cree que una de las claves pasa por no dar “vaivenes" a fin de que el precio siga siendo asequible para el consumidor. “Si soy capaz de dar el mejor vino a un precio contenido hay que hacerlo”, aduce el bodeguero. Subraya su apuesta por la calidad, dejando claro que “no puedes bajar la calidad ni incrementar los precios de cualquier manera” y que el producto siga siendo asequible para el consumidor.
Por el momento, explica cuáles son algunos de sus principales desafíos: “Seguir produciendo vinos de calidad e incrementar los mercados para poder competir a nivel mundial”, todo ello desde la apuesta por la innovación. “Si no estás en todos los mercados, el vino se queda en el ámbito local. Ahí tenemos que mejorar, conseguir una mayor internacionalización y que los vinos consigan una posición de prestigio", concluye.