El sector vitivinícola catalán se reúne para analizar su situación

Isabel Vidal, jefa sectorial de la viña de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC), ha conducido una jornada en la que han asistido más de 140 personas. El programa ha incluido una explicación sobre cómo afecta a los viticultores el nuevo Decreto de Deyecciones Ganaderas, que entró en vigor en julio, por parte de Josep Maria Virgili, del Servicio de Suelo y Gestión Medioambiental del Departament d’Agricultura de la Generalitat de Catalunya (DARP). Cuando se habla de este Decreto, todo el mundo piensa en los ganaderos, pero los viticultores deben ser conscientes de que también afecta a payeses que aplican fertilizantes y, progresivamente, deberán ir adaptándose a los distintos requisitos de la normativa: libros de fertilizantes, declaración anual de nitrógeno (DAN), imeprmeabilización del suelo para la maduración de basuras en destino…

El segundo ponente ha sido Albert Zaragoza, jefe de Proyectos de Química Massó, que ha centrado su intervención en las plagas emergentes en el cultivo de la viña. Zaragoza ha explicado que, debido a las nuevas técnicas de confusión sexual y a la disminución de los productos químicos que se aplican en la viña, se ha propiciado la aparición de nuevas plagas que hasta ahora no eran susceptibles de daños en el cultivo vitícola.

Mª Dolores Sierra, jefa del Área de Frutas, Hortalizas y Viticultura del MAPA, ha centrado us explicación en la difusión de las novedades que habrá en la nueva OCM Vitivinícola, que básicamente será conjunta y no sectorial como hasta ahora, y se distribuirá en dos pilares: el primero incluirá la OCM y los pagos directos y el segundo, el plan de desarrollo.

El Ministerio se ha marcado como objetivo que se mantenga el presupuesto actual y la ayuda máxima establecida hasta el momento, a la vez que ha pretendido potencial el desarrollo de los jóvenes en el sector, la simplificación administrativa, la posición del agricultor en la cadena de valor o la protección frente al cambio climático, entre otros. La entrada en vigor de la nueva OCM estaba prevista para 2021, pero las negociaciones lentas harán que se retrasen hasta 2022.

Ramon Francàs, periodista de la Vanguardia y sumiller, ha dado una visión crítica del sector tras la crisis de precios que han sufrido los viticultores. Por ello, ha valorado la importancia de pertenecer a una DO y ha cuestionado si se han hecho las cosas bien en el sector, tanto los viticultores como los elaboradores y administraciones.

Por último, al acto ha asistido Jaume Domènech, representante de JARC en el Consejo Regulador de la DOP Cava, encargado de dar paso a Xavier Pagès, presidente de la DOP. Pagès ha destacado el trabajo de la DO (regulación, control y comunicación) y ha subrayado la importancia del cava, al cual ha definido como “un gran producto”. El presidente también ha dicho que “el precio del producto va ligado a su cualidad, algo que valorará positivamente el consumidor”.

En su intervención ha hecho referencia a la segmentación y la zonificación como un trabajo de todos los vocales del consejo regulador, aun pendiente de aprobación. Refiriéndose a la segmentación, en el caso de productos de calidad (reserva, gran reserva y cava de paraje), un 13% de lo producido tendrá que venir de viñas con una inscripción única a la DO y se valorará que estas viñas sean ecológicas y con una edad mínima de 10 años. Para los cavas gran reserva se prevé q las uvas se vendimien a mano.

Un cava podrá decidir si pone o no en la etiqueta su origen, pero los cavas de segmento más alto sí se deberá especificar la procedencia de la uva, con posibilidad de indicar una subzona.

Slavador Puig, director general del INCAVI, y Xavier Vela, presidente de JARC, han clausurado la jornada.