El vidrio: ¿Dónde estamos… y dónde vas? 2006-2016

Desde el pasado mes de noviembre, Vítrea, la revista técnica sectorial del vidrio plano, ha iniciado una nueva trayectoria. En nuestra etapa anterior, una de las secciones que tuvo más aceptación fue la Mesa de Opinión. Entre 2005 y 2011 organizamos 21 y pudimos reunir a los más destacados protagonistas de nuestro sector, que debatieron sobre diferentes temas y problemas que afectan la industria del vidrio. Para conmemorar esta nueva etapa hemos recuperado este formato e, incluso, hemos reunido a la práctica totalidad de los que asistieron a la primera mesa: Francesc Arbós, de Bellapart, constructor de fachadas especiales; Xavier Ferrés, de Ferrés Arquitectos, Consultor de Fachadas; Joan Sánchez, de Vidresif, empresa de transformación de vidrio, y Bruno Rodríguez, de Guardian Glass, fabricante de vidrio. El moderador del encuentro ha sido Agustí Bulbena, arquitecto experto en vidrio, colaborador de Vítrea desde su primera edición. El objeto de esta Mesa era hacer balance de estos últimos once años y ver cómo ha evolucionado el sector desde 2005. Lo que sigue a continuación es una transcripción de la conversación que se celebró en la sede de Interempresas, que desde el pasado mes de octubre ha integrado la estructura de Tecnopress Ediciones, editora de Vítrea.

Joan Sánchez- Desde 2005, Vidresif ha tenido que realizar una evolución tecnológica y cualitativa en formación de personal y, también, importantes inversiones en maquinaria e instalaciones para estar al día del nivel de exigencia de los prescriptores de fachadas. En ese proceso también debemos tener en cuenta a los fabricantes, que pueden representar una ayuda o una restricción, porque las demandas de los constructores o los prescriptores a veces topan con lo que las fábricas están en disposición de ofrecernos.

En nuestro caso, no tiene nada que ver cómo era la empresa hace once años a cómo es ahora. Entonces fabricábamos mucho doble acristalamiento y actualmente hacemos productos mucho más técnicos. Además, hemos atravesado toda la crisis, que aún no se ha superado del todo, por lo que el esfuerzo y la adaptación que hemos tenido que acometer han sido muy importantes.

Francesc Arbós- Estoy de acuerdo en que ha sido necesaria esta tecnificación para poder absorber la complejidad actual del producto final, en cuanto a vidrio y la fachada, que es muy diferente a la de 2005.

Destacaría la tendencia a la sostenibilidad energética que tal y como ya se apuntaba en 2005, no ha hecho más que crecer. Sin embargo, creo que nuestro país tiene que volverse mucho más exigente en cuanto a la normativa energética de los edificios. Estamos a la cola de Europa y necesitamos una legislación muchísimo más exigente, ya que la tendencia a desarrollar productos más sofisticados es imparable. Hoy, por ejemplo, en Alemania el triple acristalamiento ya es obligatorio.

Xavier Ferrés-Yo no veo que la situación haya cambiado demasiado desde 2005. Las exigencias actuales del mercado hacen que, en general, el proceso sea muchísimo más complejo. Lo que sí ha ocurrido es que las empresas transformadoras han pasado de hacer doble vidrio a ofrecer productos mucho más sofisticados para atender demandas de arquitecturas mucho más exigentes. Aquí entraríamos en un debate que sería quién tira de quién, la industria de la arquitectura, la arquitectura de la ingeniería o la ingeniería de los procesos industriales. Nos encontramos en una situación de búsqueda constante de los límites del vidrio en cuanto a aislamiento, transparencia, seguridad y todo tipo de prestaciones.

Hace ahora diez años empezaba a entrar en vigor el Código Técnico (CT), lo que ha hecho que para los arquitectos aumente enormemente la gestión y la complejidad de todo el proceso de proyecto y, sin embargo, las mejoras, desde el punto de vista de lo tangible, son pocas. Especialmente en este país tendemos a cumplir los mínimos por obligación, adelantarnos o ir un poco más allá de los límites que nos exigen se considera prácticamente una locura. Por lo tanto, creo que en estos diez años, todos hemos intentado madurar los procesos y formarnos para que este sector tenga un poquito más de solidez. Todos hemos tenido que salir a desarrollar nuestras carreras profesionales fuera durante estos años, adaptarnos a procesos de proyecto, culturas, criterios de calidad y normativas diferentes y para ello, formarnos, poner medios y ganas. En todo caso seguimos vivos…

Bruno Rodríguez- Quería profundizar en lo que decía Francesc sobre las exigencias energéticas. A los fabricantes nos han hecho trabajar en la selectividad de las capas, cada vez más altas y con transmisiones luminosas diferentes. Ya no sólo es 60-28, también 50-23 y 70s-30, porque estas exigencias energéticas hay que combinarlas con los deseos cada vez mayores de tener altas transmisiones de luz. Estamos combinando vidrios antirreflejantes con vidrios selectivos consiguiendo productos muy cercanos a transmisiones de 68 o 70, factores solares por debajo de 40 y reflexiones por debajo de 3.

F.A.- Hay que ser coherente con la propia lógica del material, con lo que debemos mantener su mayor transparencia en la medida que sea posible, aunque en la práctica necesitemos otros cerramientos que la controlen o la tamicen por motivos energéticos y de confort. Si el vidrio ha sobrevivido miles de años como material ha sido por su transparencia y no tenemos sólidos alternativos con sus propiedades, por lo tanto está bien que lo modifiquemos pero siempre que mantengamos la transparencia. Se trata de mantener la esencia.

X.F.- Otra de las grandes cuestiones de esta época son los formatos del vidrio. Hoy la industria goza de más recursos y sería óptimo trabajar con estos formatos enormes. Estamos hablando de arquitectura no convencional, en la que hay una ambición desmesurada para epatar y esto nos lleva a utilizar todas las combinaciones de pieles imaginables añadidas al propio vidrio.

Además estamos trabajando con formatos de 9, 10 o 12 metros de longitud con cierta ligereza porque no sabemos si realmente es apropiado y tenemos que añadir una serie de complementos para conseguir las prestaciones energéticas de los que también hablaba Francesc, que hacen que todo este alarde del formato quede en entredicho

Francesc Arbós Bellapart

Ingeniero Industrial.

Profesor asociado de la Universidad de Vic (Barcelona).

Presidente de Bellapart Group:

• Compañías especializadas en el diseño, la Ingeniería, ensayos y montaje de estructuras de acero y vidrio y fachadas ligeras.

• Centrado en los proyectos más innovadores de arquitectos e Ingenieros de todo el mundo, proporciona soluciones para transformar la intención arquitectónica a una construcción fiable y eficiente.

• Ganadores de diversos premios por innovación de productos.

• Publicación de artículos técnicos relativos al vidrio estructural y sistemas de sujeción.

B.R.- El fabricante de vidrio ha sido tradicionalmente conservador por principio y evolucionamos a base de que tiren de nosotros. Un fabricante de vidrio estaría muy contento con un 3,21 – 4,50 en una mesa de corte tradicional. Los jumbos de seis metros ya son un estándar, pero nos sigue costando ir más allá. En este caso yo creo que es el diseño el que tira de nosotros.

F.A.- Hace unos meses me comentaban que un fabricante había desarrollado un horno de templar en continuo en España y que habían llegado a hacer vidrios templados de 15 metros y que hay algunos instalados. Pero luego, desde su sede central, ese fabricante no estuvo interesado en ese tipo de solución. Ahora nos vanagloriamos de que templamos 15 metros, cuando muchísimos años atrás ya lo hacíamos.

Pero hay nuevas investigaciones. Recientemente ha salido una noticia de una nueva capa biomimética desarrollada por la University College of London (UCL), que es un óxido de vanadio en forma de pinchos, que ejerce un efecto autolimpiable y de control solar. Esta solución quizás llegue al mercado en dos o tres años y si lo hace puede arrastrar a la industria a desarrollarlo. O quizás algún fabricante haya puesto dinero en esta investigación. Por lo tanto, sigue habiendo espacio para la investigación.

J.S.- Hablando de doble acristalamiento, la primera línea de 6 x 3'21 metros entró en España a través de Vidresif en 2003. La segunda la compró Saint Gobain, al cabo de un año la desmontaron y se la llevaron a Polonia. Hubo algunas resistencias en el mercado para introducir vidrios de 6 metros x 3,2 pero en la actualidad empiezan a demandarse vidrios de dimensiones superiores hasta los doce metros. Finalmente, quedó como una línea estándar. Aunque ahora hay varias en funcionamiento, sigue habiendo pocas líneas de seis metros en España. Pero en aquel momento era algo excepcional, íbamos por delante.

Ahora tenemos el problema de que un fabricante nos suministre vidrios laminados de 6.300. Nuestra línea también tiene la limitación de 6 metros para vamos a investigar para laminar el 6.300 y eso nos brinda la oportunidad de ir por delante en el aspecto de cómo hacerlo. Entonces, ¿dónde están los límites? Yo creo que no hay límites. Quizás lo que hay que valorar es que lo que hagamos pueda ser mantenido en el tiempo y de esta manera racionalizar y optimizar los costes.

F.A.- En Alemania se ha normalizado ya una línea de vidrio aislante automático 15x3,21, pero además es asequible, económicamente viable. Aquí tendríamos que mencionar al gran impulsor del desarrollo de estos grandes formatos, que ha sido Apple; resulta que una empresa de las nuevas tecnologías es quien impulsa el negocio del vidrio.

X.F.- En una edición de GlassPerformance Days de Tampere, hablando sobre racionalidad con diversos transformadores de primera línea, comentábamos el caso del cubo de Apple Store de la Quinta Avenida de New York, que se construyó en 2008 y posteriormente se cambió por uno nuevo a los 4 años. El original se construyó con 90 placas de vidrio, 20 costillas de vidrio y 10 jácenas. El nuevo cubo, de las mismas dimensiones, tiene en total 15 placas en fachadas y techo, 8 costillas de 13, 5 metros, y solo 4 jácenas en el techo de cristal, simplemente llevando al límite el formato y la mecánica del vidrio.

Uno de los asistentes explicaba que en una reunión de trabajo con Steve Jobs alguien le cuestionó el nuevo cubo: “¿Vale la pena hacer este cambio?” A lo que Steve Jobs contestó “Si alguien pregunta o duda de si algún avance vale la pena…. ya se puede marchar de aquí”. Todos los esfuerzos valen la pena.

Pero esto son ligas de campeones, es la “Fórmula 1” de la tecnología de la construcción, habrá que ver si estas soluciones luego se pueden aplicar a la arquitectura singular y después a la convencional. Está bien que empresas punteras mundialmente de otros sectores, tiren de la industria de la construcción, pero luego a nosotros nos toca construir con presupuestos cada día más reducidos.

El cubo de Apple Store en la Quinta Avenida de New York.

Xavier Ferrés Padró

Arquitecto

Consultor experto en arquitectura de fachadas ligeras con cerca de 30 años de experiencia.

• Carrera profesional relacionada siempre con la tecnología de las envolventes desde el diseño arquitectónico a la producción y a la técnica de la construcción.
• Ha colaborado en la construcción de las fachadas de más de 150 edificios.
• Profesor universitario y conferenciante en escuelas y máster, congresos y colegios profesionales de España, Argentina, Estados Unidos, Inglaterra y Suiza
• Ha publicado numerosos artículos técnicos en libros y revistas de construcción y en la redacción de los manuales de ventanas y fachadas ligeras, de AENOR-ASEFAVE.

F.A.- Falta una nueva normativa que trate del ahorro energético del edificio y esto implica sistemas pasivos, activos, etc. Hubo un aviso de la UE al Gobierno Español incitando a acelerar ese proceso porque nos estamos quedando atrás. Durante estos años he visto cómo cambiaba la parte “L” en la normativa británica dos o tres veces, mientras que aquí no ha cambiado nada. Y esto no implica solo al vidrio.

B.R.- Esto implica también a la formación de los arquitectos. Los CPD, s obligatorios en Inglaterra, aquí lo son también pero no se han puesto en práctica. Hay conciencia de la obligatoriedad pero también resistencia hasta que no queda más remedio.

F.A.- La no obligatoriedad es un mal para el país, porque el país evoluciona si le pones un objetivo difícil de cumplir, ya que todos debemos ponernos las pilas para la consecución de ese objetivo. A principios de los 80, se obligó a incorporar la capa de baja emisividad en toda Alemania. Eso hizo un gran favor al país, porque le obligó a posicionarse. Obtuvo aislamiento térmico (en todo el país) pero además generó la mejor industria al respecto y pudo exportar el producto a todo el mundo. Las empresas evolucionamos porque ya sea el Estado o el cliente nos exige evolucionar.

J.S.- Como decía antes Xavier, ante la falta de exigencia en los códigos técnicos, todo el mundo intenta eludir o hacer lo mínimo para cumplir. Probablemente falla todo lo relativo a la ejecución del control en las obras. Nosotros vemos cómo cada día nos piden al principio de la obra un presupuesto para un tipo de obra de gama muy alta y cómo al final de la obra, al cabo de seis meses o un año, nos están recortando las prestaciones del vidrio. Hoy se están haciendo grandes fachadas con productos pensados en principio para el sector residencial, se están sustituyendo vidrios con muchas prestaciones de las capas por otros que no están preparados para otorgar las mismas prestaciones, con reflexiones del 19%, pero que cuestan casi la mitad que otros productos. Esto es banalizar la fachada y refleja la falta de control en la ejecución.

En definitiva, hay que aplicar la gama de producto adecuada en prestaciones teniendo en cuenta las necesidades reales de eficiencia y no solamente el precio.

Joan Sánchez: "Al principio de una obra nos suelen demandar un presupuesto para obra de gama muy alta, pero cuando esta finaliza nos recortan las prestaciones del vidrio".

F.A.- Tenemos normativas que vemos como limitaciones y necesitamos normativas que veamos como retos para la industria. La normativa tiene que ser un reto para la industria, no un límite. Esto afecta a los prescriptores. Cuando la normativa no es suficiente, tienen que especificar por encima de ella. La normativa no puede ser una excusa.

X.F.- Al final es una cuestión económica. Nosotros nos encontramos con la instrucción “ante la duda, lo que dice la norma”. Incluso en proyectos internacionales donde se implican diferentes agentes de varios países, al final es el promotor el que decide no gastar más dinero que el necesario para que todo se ciña exclusivamente a la norma. Y esto ocurre cuando desarrollamos arquitectura de alta gama, no convencional o residencial. Al final, el Quantity Surveyor exige la normativa rasa sin hacer ni una sola concesión.

F.A.- Antes de entrar en vigor el CT, si aplicábamos las indicaciones para carga de nieve que indicaba la norma básica en zonas de montaña, se podían hundir todos los techos. Si construía una obra en la parte andorrana del Pirineo, las restricciones para carga de nieve eran cinco veces mayores que si construía en la parte española. La nieve no sabe de fronteras. Lo mismo pasa con las cargas de viento. Nosotros funcionábamos con el código portugués porque estaba bien, mientras que el español era insuficiente. El técnico ha de estar por encima, él es el responsable. La excusa del dinero no debe existir para los arquitectos porque la LOE les otorga todo el poder sobre la obra, pero no lo utilizan.

El presupuesto debe tratarse antes de empezar la obra, como en Inglaterra. Las “ValueEngineering” son propuestas que toman el tiempo que sea necesario hasta que se ajusta un presupuesto y se acepta. Todo esto debe dejarse claro antes de empezar.

X.F.- En las normativas del National Institute of Building Standard, de Estados Unidos, la persona que desarrolla los OPR, Owner’s Project Requirements, debe reflejar desde el origen, la expectativa de durabilidad del edificio, cuánto debe costar, qué coste de explotación debe tener, cuándo será necesario reponer alguna parte, etc. El consultor de OPR pone todas estas cuestiones sobre la mesa y aquí por lo general cuando preguntas ‘cuándo’, la respuesta es ‘lo antes posible’; ‘cuánto vale’, ‘lo menos posible’. Con este método de trabajo al final se resienten temas de energía, de durabilidad, de reparabilidad, de calidad en definitiva.

F.A.- Aquí ponemos el dedo en la llaga. Necesitamos un cambio cultural importante respecto de la gestión del proyecto. Y esto empieza desde arriba, con los requerimientos de la producción.

B.R.- Hay un claro ejemplo en el mundo de la automoción. Antes de desarrollar una pieza, en la plica que se le da a los potenciales proveedores, hay que garantizar, aparte de su funcionalidad, cuánto tiempo va a estar esa pieza en recambios, qué riesgos tiene de desgaste, etc. Y todo eso, antes de adjudicar el proyecto, es conocido por todos los candidatos y todos se comprometen a mantener esas condiciones. Y hay una persona de aseguramiento de calidad de proveedores que una vez se adjudica la concesión se asegura que se ajuste a presupuesto y que se esté cumpliendo aquello a lo que el ganador se ha comprometido. Y si no cumples, te retiran el proyecto.

X.F.- Pero las cosas han mejorado mucho, de no tener el CT a tenerlo ha habido un cambio muy grande en favor de la calidad de la construcción, pero no es suficiente.

F.A.- Esto es como un ser vivo, una planta viva. No podemos quedarnos parados en estos temas de normativas, y menos cuando nuestros vecinos están evolucionando. Lo que lamento es que en la práctica el marco europeo no existe. No tenemos un ámbito común en el que hablemos el mismo lenguaje.

J.S.- Damos por hecho que en Inglaterra, cuando se ha terminado el proyecto eso es lo que se va a realizar y se va a cumplir hasta el final. Aquí también se definen los proyectos, pero falla su control de ejecución desde el inicio. Quizá no en los grandes proyectos, a los que estáis más acostumbrados, pero sí en los de tamaño mediano.

F.A.- El RIBA (Royal Institution of British Architects) ya tiene definidos los 8 estadios de todo proyecto y qué tiene que haber en cada uno de ellos. Allí, cuando hablas con un responsable del proyecto ya te dice en qué estadio estás y todo el mundo es consciente de cuál es su nivel de detalle. En uno de estos estadios está saber quién hace qué, basándose en competencias probadas. Los Quantity Surveyors pueden comprobar cuál es la desviación que hay respecto al presupuesto y qué se puede hacer para ajustarlo. El arquitecto repiensa las soluciones... Esto ya está previsto porque no se hacen plannings ‘optimistas’ como aquí sucede, porque ya saben lo que pasa en la realidad. Se hace una memoria de Value Engineering, con todas las variables posibles -calculadas y dibujadas- que pueden ocurrir y afectar a los plazos de la obra y se contemplan todas las variantes posibles. Este trabajo de ingeniería se cobra al cliente. Con todos esto datos se debate y se hace una especie de ‘shopping list’ para equilibrar el proyecto y conseguir que se acerque al objetivo.

Otra posibilidad es la del Pre Construction Service Agreement. Si un estadio es de difícil predicción se puede hacer un proyecto de la ingeniería de desarrollo final con unos objetivos y un tiempo. La ingeniería hace el proyecto, conjuntamente con los arquitectos, y una vez se llega a la obra ya está todo listo. Puede que no salgas adjudicatario, pero suele funcionar bien. Si te adjudican la obra, sabes cómo va a acabar. Con estos procesos nos ahorramos muchísimos conflictos.

J.S.- En cuanto a formatos, nuestra media de fabricación es un 50% mayor que hace once años. Nuestra cuadratura era de 0,90 en 2005 y ahora está en 1,50, que es muy alta para lo que es el sector. En cuanto a capa, en 2005 estaríamos en un 15% de vidrio con capa y hoy estamos en un 60 y subiendo, incluyendo el bajo emisivo. Con lo cual, en calidad hemos aumentado mucho y seguiremos haciéndolo en el futuro.

X.F.- Las capas de los vidrios son mucho más asequibles y la tecnología está mucho más al alcance de proyectos de menor entidad. Ahora hay muchos más transformadores que serigrafían, templan, curvan, o laminan, con lo que hay más opciones para el cliente. Cuando Joan en el 2003 montó su línea, sus márgenes comerciales eran importantes, ahora se ha tenido que ajustar y no son ni una cuarta parte, a pesar de las fuertes inversiones en su industria para ofrecer productos más especializados y exclusivos.

J.S.- En 2003 había quien decía que un vidrio bajo emisivo era un producto especial. Hoy un bajo emisivo o un selectivo de gama media se han convertido en “commodities”. Se están banalizando productos de manera injustificada.

De todas maneras, hemos evolucionado pero seguimos teniendo un problema grave de formación, de los propios usuarios y de los instaladores. Ahora quizás ya no tanto, pero hace cinco años se ponía un vidrio bajo emisivo para evitar los efectos del sol y nadie preguntaba nada más. Pero el instalador de turno lo recomendaba convencido después de cuatro charlas formativas explicando las difererencias. Sigue habiendo un problema grave de formación y divulgación para aplicar el producto adecuado en cada sitio.

F.A.- Ya es un gran mérito que los propios transformadores hagáis cursos de formación para los instaladores. Está bien, pero esta formación debería llegar a los interesados por otros canales más públicos. En las escuelas de arquitectura no se aprende nada de vidrio.

B.R.- Nosotros estamos haciendo varias charlas informativas de vidrio en escuelas de arquitectura, como San Sebastián o Pamplona.

F.A.- Está bien, pero no os toca. La escuela de arquitectura debería tener un programa y un temario sobre vidrio.

X.F.- Cuando yo estudiaba teníamos una dedicación casi exclusiva y seis horas diarias de clase durante seis años, más el proyecto final de carrera. Hoy se concentra todo en cinco años de menor dedicación más PFC. Obviamente la preparación no puede ser la misma y en aspectos técnicos la nuestra no fue especialmente brillante. Históricamente ‘el qué’ lo decidían los arquitectos y ‘el cómo’ los ingenieros. Hoy día esta separación de papeles tiende a acentuarse más. El autor del proyecto sigue siendo el arquitecto, que normalmente no tiene formación técnica específica para atender a la tecnificación del sector y bien delega en los industriales o en consultores especializados. La falta de formación de los técnicos es un gran problema para hoy y especialmente para el futuro.

Xavier Ferrés: “La falta de formación de los técnicos es un gran problema para hoy y especialmente para el futuro”.

J.S.- Pues la importancia del vidrio en la arquitectura es básica. Estuve en Hamburgo hace unas semanas y allí te das cuenta de lo que tiene que venir, de las tendencias que tendremos que seguir.

X.F.- El vidrio es algo más que la pretendida imagen de modernidad de las fachadas, que además tienen una gran capacidad de comunicación, hablan del inquilino, del propietario, del usuario, de la ciudad, de la sociedad... y alguien nos pasará factura por el uso indiscriminado que le estamos dando al vidrio. Al respecto, hay dos tendencias de opinión, los que consideran el vidrio el origen de todos los problemas por culpa de su uso sin reflexión y control, y los que la racionalidad o la sostenibilidad no les preocupa en absoluto. Todos los que estamos aquí, llevamos mucho tiempo haciendo pedagogía sobre el uso racional el vidrio, para unas arquitecturas lógicas, con tecnología madurada, con industria capaz de ofrecer un balance optimo, sobre los límites de las prestaciones, los formatos y los costes...

F.A.- Una de las cosas buenas que habéis hecho ha sido el ‘Manual de Fachadas’. No sé si su difusión es la correcta ni si llega donde tiene que llegar. Es una verdadera enciclopedia.

X.F.- Se tratan en profundidad aspectos de diferentes materiales, de diferentes sistemas constructivos o de cálculo y los capítulos dedicados al vidrio son francamente interesantes por la cantidad de información y la profundidad con que se trata.

F.A.- Es un elemento de consulta y de formación, un libro para tenerlo sobre la mesa y poderlo consultar. Es un vademècum de fachadas, pero sería bueno que llegara a las escuelas de arquitectura, si no lo ha hecho ya.

J.S.- En lo que se refiere a producto nos encontramos en la misma situación, con la diferencia que en 2003 en la empresa teníamos un ingeniero y ahora hay doce. Entonces hacíamos doble acristalamiento y ahora laminamos, templamos y la producción en general es mucho más compleja.

B.R.- A mis manos han llegado proyectos con unas luces que requieren unos espesores que no son factibles. No es lo mismo colocar una pieza en un expositor de una feria de construcción para apreciarla, que en una sexta planta en un despacho con vistas al mar. Este sobredimensionamiento muchas veces nos lleva a unos espesores no fabricables.

X.F.- La fascinación por la equivalencia moderno-tecnología va asociada al vidrio. Incluso hay una tendencia contraria, cuanto más vidrio peor, menos sostenible, menos racional desde el punto de vista del aislamiento y del comportamiento energético del cerramiento. Esta tendencia es consecuencia de la internacionalización del gusto. Antes, por la imagen del edificio casi podías identificar su contenido. Cuando veías un edificio acristalado identificabas como “moderno”. Hoy día no sólo es el vidrio: el sistema de fijación es otra de las variables, como son los grandes formatos, la gran transparencia y todo tipo de accesorios que van completando la fachada desde dentro y desde fuera.

Bruno Rodríguez Gómez-Ullate

Responsable de prescripción en España de Guardian Glass.

• Fabricación de vidrio plano Float,
• Vidrios de Capas control solar “Sunguard”, control solar de altas prestaciones Sunguard HP y HS“Vidrios de Capa de ahorro energético”climaGuard".
• Espejos“Luzglas”, Impresos, Laminados de seguridad y Acústicos “Lamiglas”, Vidrios lacados “Decocristal”, Vidrio enmarcación anti U.V. “Inspiration“y”Velglas”, Float extra clear y ultrawhite, Vidrios Mateados SatinDeco,
• Vidrios para automoción, Inyección de plástico para automóvil

X.F.- Yo creo que es malo, hoy estemos haciendo ‘packaging’, contenedores de actividad. Estamos construyendo envoltorios. Antes se debía componer y trabajar la posición del hueco, sus dimensiones, las proporciones, podíamos jerarquizar y pasaban muchas cosas. Hoy día, hasta cierto punto, el muro cortina ha banalizado muchos elementos compositivos de fachada.

X.F.- Pero hay cosas positivas para a la industria del vidrio, que me parecen interesantes. En ocasiones la gente muestra mayor interés por otros aspectos además de los formales, color o reflexión. Se empiezan a preocupar por su comportamiento y esto tiene como consecuencia un uso con un cierto de grado de responsabilidad en la decisión de incorporar el vidrio a un proyecto.

F.A.- El problema no es la cantidad de vidrio que pones, sino dónde lo pones. Hay edificios con fachada norte opaca mientras que la sur es acristalada, simplemente porque da a la parte más transitada de la ciudad, por una razón meramente estética, pero no racional. Pero puedes lucir tu fachada también con soluciones opacas.

B.R.- Ahí entra la intervención del arquitecto, es un reto para él, porque también puedes demostrar elegancia con opacidad.

F.A.- Siempre que la cultura deje escuchar. El industrial, que sabe mucho más de vidrio, aconseja al arquitecto sobre qué solución es la que se ajusta mejor al proyecto, pero si la posición jerárquica de éste le impide admitir el consejo porque es contradictorio con la idea imperante, los consejos del industrial no sirven para nada. Esta situación debe cambiar, tenemos que aprender a escuchar.

Una solución a esto ha sido la aparición de las ingenierías de fachadas, que lo ha cambiado todo para mejor. Pero la cuestión es cómo formar a los profesionales para ocupar los puestos de trabajo que estas consultoras pueden generar. Alguien puede aprender de la experiencia de profesionales como Xavier Ferrés y con el paso de los años habrá absorbido de sus conocimientos.

B.R.- Sí, pero el instalador también tiene que entender esos conceptos, hay que fortalecer la formación de la empresa instaladora.

X.F.- Partiendo del material de base, lo que estamos haciendo es ‘añadir valor’ a cada capa de vidrio y se utilizarán y desarrollarán nuevos campos, por ejemplo el tema de la durabilidad, de la limpieza o de la descontaminación de la polución con TiO2…

La industria debe plantearse, manteniendo el material de origen, mejorar las prestaciones que hemos ganado, pero solo en algunos aspectos. Por ejemplo, uno de los problemas del triple acristalamiento es la triple reflexión. Hay que investigar para poder desarrollar finalmente productos que resuelvan este problema de forma asequible.

B.R.- Creo que en el triángulo selectividad, reflexión y grandes tamaños todavía tenemos mucho que avanzar. Como comentabas con los problemas de reflexión de los triples acristalamientos, somos capaces de combinar antirreflejantes con vidrios de capas que dan unas reflexiones inferiores a 4 con una buena selectividad. Todavía el tamaño nos llevará a dar capas sobre 19 milímetros, soluciones que aún no están bien asentadas en el mercado y por ahí tenemos mucho que hacer.

J.S.- -Desde el punto de vista industrial, uno de los puntos a favor del vidrio es que está de moda. El vidrio se quiere poner en todas partes, a veces hasta cuando no es racional, y se seguirá instalando en la medida que tengamos muy altas prestaciones y resolvamos muchas cuestiones. En los últimos años hemos mejorado en aislamiento térmico, protección solar, aislamiento acústico, se hacen vidrios estructurales, vosotros vais tirando del carro y nosotros vamos detrás intentando resolver vuestras demandas y también empujamos a los fabricantes.

Dentro de once años hablaremos de que hemos mejorado muchas cosas y que hemos instalado muchos metros cuadrados de vidrio. Si nos comparamos con países de nuestro entorno, aún estamos a un nivel bajo en las grandes ciudades.

Joan Sánchez Mauri

Empresariales.

Director Gerente VIDRESIF, S.L.

• Empresa transformadora de vidrio, fundada en 1994
• Fabricante de vidrio aislante, vidrio templado y vidrio laminado
• Especialistas en soluciones técnicas en vidrio y productos especiales: grandes volúmenes, vidrios con gas, sellados con silicona estructural…
• Empresa colaboradora de los Premios anuales de Arquitectura del Colegio de Arquitectos de Cataluña, demarcación de Girona.

F.A.- En el sector tenemos un reto fundamental que es generar talento, formarlo y conservarlo. Esto es muy necesario. No es un reto solamente español, sino europeo, y no estamos haciéndolo. No estamos generando el talento necesario, ni el que hemos generado lo retenemos. Y no estamos generando nuevo talento, .

Otro reto importante, ligado al precio, es la robotización. Tendremos que reinventar nuestras fábricas. Esta reinvención vendrá de la mano de la robotización. Es algo que marcha a un ritmo muy alto y tendremos que ponernos a ello. Y esto también va ligado a la formación. Generar talento no es captar a ingenieros de otras empresas, que es lo que ha hecho el sector. Lo que hace bien al sector es apostar por jóvenes con talento, formarlos, hacerlos crecer y retenerlos. Al final el sector crecerá porque todos dependemos los unos de los otros.

Este talento aplicado a la robotización nos servirá para disponer de una mano de obra preparada para hacer cosas que no estamos haciendo ahora.

Y finalmente, los vidrios serán activos, las serigrafías no serán una manera de gestionar el control solar o de decoración del vidrio, sino que serán circuitos impresos que ejercerán una función. Ahora las galgas extensiométricas para calcular las deformaciones unitarias en estructuras ya no se pegan, sino que se imprimen. Un vidrio puede ser consciente de su deformación y puede enviar un mensaje a las persianas para que se accionen. Eso ya está ahí. Otra cosa será cómo la industria lo incorporará a sus procesos para ofrecer el valor añadido que la distinguirá, y seguramente vendrá por la contratación de un profesional con talento. Yo creo que la evolución irá por ahí: existe tecnología nueva que permeará en nuestras industrias -robótica, mecatrónica, etc-, tenemos que estar preparados para recibirla y para esto necesitamos talento.

X.F.- Talento para el desarrollo y uso de los programas de cálculo necesarios para reducir las incertidumbres en fase de diseño, y verificar lo ya instalado y así apurar los límites. Hoy esta parte del conocimiento está al alcance de muy pocos. Hablo de riesgos de condensaciones, de riesgo de deslaminación, de comportamiento de los laminares a diferentes temperaturas, del comportamiento mecánico del vidrio en combinaciones complejas, de la evaluación del riesgo de rotura…

Agustí Bulbena Burdó

Arquitecto.

Especialista y consultor en vidrio.

• Director Técnico y de Calidad de Vidresif
• Asesor Técnico grupo Tecnopress, co-fundador revista Vítrea
• Miembro del Comité Particular de Certificación de Producto A+ Vidrio
• Director y profesor de cursos de post-grado en el Colegio de Arquitectos Técnicos y en la UPC. Conferenciante en diferentes escuelas y colegios profesionales de arquitectos e ingenieros.
• Ponente en distintos congresos y convenciones nacionales de fachadas.

X.F.- Todo el esfuerzo que se hace en el desarrollo de producto hay que hacerlo en paralelo para su difusión y su aplicación correcta con soluciones técnicas.

Me ha gustado lo que ha dicho antes Joan, que en 2005 tenía un ingeniero y ahora cuenta con 12 en su industria. Y me gustará que dentro de diez años cuando nos reunamos otra vez con Vítrea me diga que también dispone de sociólogos y biólogos y tendrá ingenieros de mecánica y de telecomunicaciones para que la evolución de este sector sea transversal como en tantos otros sectores.