Opinión Info Opinión

“El textil está cada vez más presente en nuestro entorno y en nuestra vida”

Entrevista a Miquel Soler, director del Centre de Recerca i Transferència de Tecnologia Tèxtil

Laia Banús14/09/2012
El término ‘reinventarse’ es uno de los más usados últimamente. Las empresas y los profesionales se han visto obligados a reinventar sus objetivos e incluso sus principios y modos de trabajar para seguir a flote. Es el caso de la Escola de Teixits de Canet de Mar, Barcelona (Escuela de Tejidos de Canet de Mar), una antigua escuela universitaria de la Universitat Politècnica de Catalunya que cambió radicalmente su actividad en 2007. Ante la falta de alumnado que hacía inviable seguir impartiendo la docencia de Ingeniería Técnica Textil, la ‘Escola’ se transformó en un centro de investigación, desarrollo y transferencia de tecnología aprovechando sus equipamientos y sobre todo el bagaje y la experiencia de los profesionales que allí trabajaban.
Miquel Soler i Luque en su despacho...
Miquel Soler i Luque en su despacho. Detrás de él están colgados los retratos de sus predecesores en la dirección de la Escola de Teixits de Canet de Mar.

Así, en 2007, la Diputació de Barcelona, de la que la Escola de Teixits depende administrativamente, firmó un acuerdo con la Fundación Tecnológica Cetemmsa y los ayuntamientos de Canet de Mar y Mataró (Barcelona) y nació así el CRTTT, el Centre de Recerca i Transferència de Tecnologia Tèxtil (Centro de Investigación y Transferencia de Tecnología Textil). El proceso culminó en 2011 con la última promoción de ingenieros técnicos formados en Canet.

Canet de Mar es una población situada en la costa de Barcelona, en la comarca del Maresme, unas de las más pujantes de la industria textil. La Escola de Teixits, con más de 90 años de historia a sus espaldas, se ubica en un antiguo y monumental conjunto arquitectónico formado por el edificio principal de 918 metros cuadrados de planta fruto de una reforma Y ampliación de la antigua casa pairal de los Misser (1933 - 35) que aloja el aulario y los servicios y la nave industrial Floris-Busquets (1911-1915) donde se concentran los laboratorios textiles y de ensayos.

En esta entrevista conversamos con Miquel Soler Luque, su director desde 2004 y que, junto a otros once técnicos investigadores y cuatro personas con trabajos auxiliares, forma la plantilla del CRTTT.

De la docencia a la I+D

¿Cuáles son los orígenes de la Escola Universitària d’Enginyeria Tècnica en Teixits de Punt (Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica en Tejidos de Punto)?

Los orígenes de la escuela se remontan al año 1922, en época de la Mancomunitat de Catalunya, por la demanda de los empresarios textiles de la zona del Maresme que necesitaban formar trabajadores para sus empresas. Los cursos no se iniciaron hasta 1932, el año que se activó totalmente la escuela. Durante la Guerra Civil hubo un paréntesis y tras este periodo se continuó la actividad académica hasta 2006, cuando se decidió replegar paulatinamente los estudios universitarios a causa de la baja matrícula.

¿Por qué Canet y no Mataró o Barcelona?

Tras la demanda de los empresarios del Maresme, el Ayuntamiento de Canet de Mar es el que proporcionó mejores condiciones en el concurso organizado por la Mancomunitat de Catalunya en 1917. Ofreció una parte del edificio donde todavía estamos (la otra parte se añadió posteriormente) y se comprometió a sufragar los pagos de luz y agua de por vida. Por esta razón la escuela se situó en Canet de Mar.

El origen de la escuela universitaria se remonta a 1922
El origen de la escuela universitaria se remonta a 1922.

¿Qué pasó en 2006?

La Diputació informó al equipo directivo que, en función de la matrícula, se deberían tomar decisiones drásticas. Llevábamos varios años con un descenso continuado de matrículas. En este centro habíamos llegado a tener hasta 500 alumnos entre Formación Profesional (rama iniciada en 194 en substitución de la formación nocturna de oficialía y maestría industrial) y Universidad pero en 2002 el grado de FP se dejó de impartir. No porque no hubieran alumnos, sino por un problema ‘político’ que imposibilitó la renovación del convenio entre la Diputación de Barcelona, titular del centro, y la Generalitat de Catalunya, quien financiaba la actividad.

Así, en 2006 nos encontramos con un importante descenso en el número de alumnos de la Escuela Universitaria: se matricularon dos alumnos en primer curso. El ratio alumno-profesor no era viable. Ofrecíamos algo que no tenía interés socialmente y no se podía estar manteniendo con dinero público. Entonces Cetemmsa, centro tecnológico con sede en Mataró, se interesó en nosotros y así lo comunicó a la Diputación, que era la primera interesada en que esta escuela no se cerrara. El interés principal en Canet era el equipamiento y el personal con amplios conocimientos del sector textil. Tras varias negociaciones, en 2007 ambas partes firmaron un convenio que fijaba que la dirección técnica de investigación recaía en el centro tecnológico. En el acuerdo también participaron los ayuntamientos de Canet y Mataró.

¿Por qué participa también el Ayuntamiento de Mataró?

Su interés yacía en que el centro tecnológico Cetemmsa no cambiara de ubicación, peligrando así su presencia en el Tecnocampus de Mataró. De alguna manera fue un voto de confianza de la Diputación no deslocalizar Cetemmsa a Canet y que Canet siga dando servicio de investigación y transferencia tecnológica al centro tecnológico.

¿Cómo se hizo el cambio de Escuela Universitaria a centro de investigación?

Tras el convenio, la Universidad concluyó que la formación universitaria no se podía cerrar de un día para otro, puesto que había dos alumnos matriculados en el primer curso y otros tantos en cursos superiores que debían recibir la formación que demandaban. Se siguieron impartiendo clases entre 2006 y 2008, año en el que dejamos de dar clases, aunque continuábamos tutorizando y asesorando a los alumnos con asignaturas pendientes o proyectos de fin de carrera. Hubo así un proceso de cierre que finalizó en junio de 2011, cuando se hizo el último acto académico marcado por la propia Universidad. Entre 2008 y 2011 se han graduado un total de 49 de los 74 matriculados.

Tras finalizar las clases propiamente dichas, en septiembre de 2008 se inició un proceso dedicado única y exclusivamente a la actividad de investigación. A partir de aquí emprendimos ya proyectos de investigación. En el periodo 2007-2008 ya habíamos colaborado con Cetemmsa en algunos proyectos pero no nos dedicamos plenamente a la I+D hasta septiembre de 2008.

Bolsa con la aplicación de tejido fotovoltaico...
Bolsa con la aplicación de tejido fotovoltaico. La camiseta del maniquí es una patente de un alumno del centro cuyo tejido evita las manchas de transpiración.

“En diez años empezaremos a notar la falta de profesionales”

¿A qué cree que se debe la caída de alumnos matriculados en Ingeniería Textil?

Inicié mi mandato como director del centro en 2004 y ya entonces empezamos a notar el descenso de alumnos matriculados. Ante esto no nos cruzamos de brazos, nos movimos para encontrar ‘clientela’ y explicarles qué hacemos, cómo lo hacemos, etc. En la primera misión que hicimos no se obtuvieron resultados y al siguiente año nos dirigimos directamente a alumnos que ya estaban estudiando materias relacionadas con el sector textil en escuelas que impartían ciclos formativos. Fuimos a Lleida, a Santa Coloma de Gramenet y a Olot. La estrategia fue ir acompañados de alumnos de nuestro centro para que contaran de primera mano su experiencia. Si lo cuento yo, me ven como un profesor; en cambio entre ellos se entendían mejor porque hablaban el mismo lenguaje. Pero tampoco conseguimos resultados con este método…

En mi opinión personal, la caída de las matriculaciones lo achaco a dos motivos. Por un lado, la mala prensa que tiene el sector textil. Tuvimos la mala suerte de que cada vez que se cerraba una empresa textil salía en las noticias. Esto nos daba muy mala prensa y creaba alarma social. También, en Cataluña y sobre todo en zonas como el Maresme, donde éste es un sector muy importante, la mayoría de personas tiene a alguien que ha trabajado o está trabajando en el sector textil y ha vivido en primera persona esta mala experiencia de cierres de empresas, cosa que provoca decisiones como la de “dedícate a cualquier cosa pero al textil no”.

Y, por otro lado, todas las ingenierías han sufrido la misma caída en el alumnado, que opta más por la rama humanística, de ‘letras’, que por el ámbito científico. Y si optan por una ingeniería, se deciden antes por Aeroespacial, Telecomunicaciones, Informática…

¿No puede ser también que vean poca proyección profesional, sobre todo ante la deslocalización de empresas?

Sí, pero esto tiene una contrapartida, porque seguiremos yendo vestidos igualmente, seguiremos comprando ropa y tejidos. Siguen habiendo empresas aquí que fabrican tejidos y que necesitan profesionales para saber qué materias están comprando. El textil está cada vez más presente en nuestro entorno y en nuestra vida. En estos momentos diría que estamos en la cumbre del consumo de textil, y no sólo ropa sino también otros materiales textiles técnicos que se utilizan en los diferentes ámbitos de aplicaciones industriales. Por tanto, hacen falta profesionales. Si no producimos aquí entonces deberemos producir fuera, y si se produce fuera hay que saber qué se compra y a qué precio se compra. Por lo tanto, la contrapartida es que se necesitan profesionales cualificados.

Además, esta industria quizás transmite una imagen equivocada como si fuera muy antigua, —yo digo ‘en blanco y negro’—, cuando no es así. La industria textil quizá ha sido una de las primeras y que más rápido ha adoptado las nuevas tecnologías. Se usan soportes electrónicos, neumáticos, informáticos, controles remotos… Esto supuso un cambio radical en esta industria y los mejores avances en el sector se han producido gracias a estas tecnologías.

¿Entonces, en un futuro inmediato, faltarán profesionales bien formados?

Sí, y creo que lo empezaremos a sufrir de aquí a unos10 años o incluso antes, quizás. Sufriremos la falta de profesionales porque las promociones son las que son. A partir de este año hay sólo una escuela universitaria a nivel estatal que forme ingenieros textiles y está en Terrassa. Desconozco el número de matriculados este curso, pero en los últimos años no era muy elevado tampoco.

Por tanto serán profesionales muy buscados…

Claro, el problema es éste. Y ya nos estamos encontrando ahora que se está demandando no sólo ingenieros sino también personal cualificado como tejedores, confeccionista, patronista, etc. para las empresas. Además, paulatinamente se fue sustituyendo la Ingeniería Textil por el Diseño Textil, teniendo en cuenta que estamos hablando de conceptos totalmente diferentes. El diseñador tiene unas medidas y unas expectativas totalmente diferentes a las de alguien que quiere estudiar ingeniería y, por tanto, son perfiles que no tienen nada que ver. Mucha gente joven, que elige el textil porque les gusta el mundo del tejido, opta por la parte más ‘glamurosa’ y artística del sector estudiando diseño y moda. En este sentido sí que hay más oferta de escuelas de diseño textil y moda —unas 8 en toda Cataluña— y en cambio sólo una de ingeniería en toda España.

“Para las empresas que apuestan por la I+D, la crisis ha resultado positiva y no negativa”

¿Desde cuándo colaboran con Cetemmsa?

Tenemos relación con ellos desde 1997. Ya tenían conocimiento de cómo trabajamos, no fue esporádico sino que ya nos conocíamos de años atrás.

Estamos hablando de financiación público-privada…

Nuestra escuela se financia con capital público; la Diputación se encarga del mantenimiento del local y de pagar al personal y el resto de gastos los asume Cetemmsa, que es una fundación privada. Todos los gastos de un proyecto, como materias primas, maquinaria, equipos, etc. se subvencionan con el propio proyecto. Cetemmsa es quien lo gestiona así que se encarga del presupuesto, el ingreso y el gasto. La Diputació de Barcelona sólo se ocupa de sus instalaciones y su personal.

Chaleco con sensores que detectan y registran la modificación en la respiración de enfermos
Chaleco con sensores que detectan y registran la modificación en la respiración de enfermos.

¿Por dónde se empieza a hacer I+D?

En un principio no sabíamos por dónde empezar, pero nos sentamos y nos marcamos cuatro líneas de trabajo. Una de ellas está dentro de un proyecto europeo y desarrolla una superficie textil sobre la cual depositar tinta y que consigue una placa fotovoltaica. Las otras tres líneas que iniciamos fueron: tejidos conductores y calefactables, tejidos ‘deslizantes’ con coeficientes de fricción altos y bajos, y por último los tejidos 3D.

Sin embargo, actualmente los proyectos se clasifican según su ámbito de aplicación de acuerdo con una taxonomía internacional, esto es agrotex (textiles para la agricultura), builtex (para la construcción), clothex (para la indumentaria), geotex (en contacto con la tierra), hometex (para interiorismo), indutex (para la industria), medtex (de uso médico), mobiltex (para el transporte), oekotex (que respetan al medio), packtex (para paquetería), protex (de protección) y sportex (para el deporte). En este sentido, actualmente nuestro centro está desarrollando proyectos vinculados al transporte, la industria, de uso médico, de protección y ambientales.

Explíquenos un poco el proceso. ¿Es la empresa la que propone proyectos de investigación o son iniciativa del centro?

Depende. Hay varios canales y varios sistemas. A veces es una empresa que no tiene tiempo o no tiene medios en su propia empresa, o piensa que no le sale a cuenta subcontratar el I+D, contacta con nosotros y nos cuenta su inquietud. Nosotros —la Escola de Canet y Cetemmsa— estudiamos el proyecto y decidimos si podemos hacerlo. Lo siguiente es confeccionar un presupuesto y acotar unos plazos y unos objetivos.

Hay otros canales, como por ejemplo proyectos de I+D nacionales o internacionales donde intervienen más empresas y nosotros somos uno más.

¿La crisis ha afectado las inversiones empresariales en investigación?

Nosotros no lo hemos notado. Hay proyectos nacionales e internacionales que no se resuelven de un año para otro y estamos ‘arrastrando’ proyectos de años anteriores a la crisis económica. Puede ser que por esta razón no lo estamos notando ahora y lo notemos de aquí un año.

En cuanto a las empresas, seguimos aproximadamente igual con las dos o tres compañías trabajamos con las que más a menudo. La razón es que los proyectos que iniciamos con ellos se transforman rápidamente en productos que tienen una respuesta inmediata en el mercado y les genera un beneficio directo. Por ello, constantemente nos encargan investigaciones de nuevos desarrollos que para ellos significan nuevos productos y nuevos mercados, y por tanto beneficios económicos. Para estas empresas que apuestan por la I+D, la crisis ha resultado positiva y no negativa. Nosotros desarrollamos nuevas estructuras textiles para aplicaciones concretas dentro de muchos ámbitos industriales. Cuando damos el resultado a la empresa que nos ha demandado alguna investigación hay una serie de conclusiones que, si son favorables, pueden introducirse en la red comercial rápidamente. La mayoría de los proyectos desarrollados dan una respuesta inmediata, pero no en todos los casos es así, puesto que son estructuras textiles más complejas.

¿Nos puede comentar algún proyecto en concreto?

Dentro de un proyecto europeo, nos subcontrataron para conseguir un tejido-composite compuesto de fibra de lino y una resina biodegradable y reciclable. Las prestaciones mecánicas son diferentes a los compuestos de polímeros o resinas sintéticas, por lo que no se podrá usar por ejemplo en la estructura de un avión, pero es 100% reciclable.

Estamos trabajando también con centros aeroespaciales con fibra de carbono desarrollando nuevas estructuras textiles. En este caso no tendrá un efecto inmediato en la red comercial, porque estamos todavía en fase de estudio de sus capacidades y prestaciones, y en función de los resultados que den, se empezarán a fabricar para que en el futuro lleguen al sector aeroespacial. Será un proceso de investigación mucho más lento que el que he contado anteriormente.

Y todos estos proyectos los hacen sólo doce personas… ¿Cómo se organizan?

Funcionamos con equipos multidisciplinares. En Canet trabajamos diez ingenieros estrictamente del ámbito textil, un biólogo, responsable del laboratorio y de ensayos tanto químicos como físicos del tejido; y una persona que se ocupa de todo el tema de patentes, divulgación, documentación, normativa, además de gestionar comunicación e información. Además trabajamos en equipo con Cetemmsa Mataró, con profesionales multidisciplinares como informáticos, electrónicos, químicos, físicos, ingenieros mecánicos…

Nuestra dinámica de grupo pasa por reunirnos una vez por semana todos los técnicos y ponemos sobre la mesa todos los proyectos que tenemos entre manos, los procesos que se están siguiendo y cómo se está actuando. De este modo, las doce personas somos conocedoras de todos los proyectos que se están llevando a cabo, de las dificultades y retos que plantean. Si surgen problemas hay lluvia de ideas… Este sistema, además de mantener informado a todos sobre todo, es una manera de ayudar si alguno está ‘atascado’ y solucionar estas dificultades. También hacemos reuniones especiales para solucionar temas concretos.

Ejemplos de prendas desarrolladas bajo proyectos Protex que incorporan nuevas funcionalidades a EPI y simplifican las mochilas militares reduciendo...
Ejemplos de prendas desarrolladas bajo proyectos Protex que incorporan nuevas funcionalidades a EPI y simplifican las mochilas militares reduciendo el peso e integrando cableado de comunicación.

¿De dónde provienen las empresas que les contratan?

La mayor parte es catalana, aunque también trabajamos con empresas del ámbito español. Si trabajamos con empresas del resto de Europa es porque están inscritas en algún proyecto europeo en los que trabajamos como partner de otras enseñas.

Además de investigación, su actividad también comprende la transferencia de tecnología…

Llamamos ‘transferencia de tecnología’ a cursos, mayoritariamente hechos a medida de las empresas que nos los demandan. Suelen ser cursos monográficos y muy específicos según lo que nos pide la empresa. Es otra de las actividades que gestiona Cetemmsa, dado que a nosotros no disponemos de una infraestructura de personal que se pueda dedicar a hacer llamadas, montar cursos y organizar propiamente esta actividad. Cetemmsa tiene un departamento especializado en formación que es el encargado de gestionar todo el tema de transferencia.

Por otro lado, estamos en contacto con el Ministerio de Trabajo en relación a las cualificaciones profesionales. Estamos trabajando con ellos codo con codo para elaborar los programas de estas cualificaciones. Hemos solicitado se centro certificador en todo lo referente a tejidos de punto en una candidatura conjunta con Terrassa y Mundet, —un centro que ahora está en Barcelona y antes estaba en Santa Coloma de Gramenet— donde se imparten ciclos formativos de confección de grado superior y que solicita la titularidad del certificado.

En el CRTTT trabajan actualmente 16 personas, 12 de las cuales son técnicos investigadores
En el CRTTT trabajan actualmente 16 personas, 12 de las cuales son técnicos investigadores.

Centre de recerca i Transferència de Tecnologia Tèxtil – Escola de Teixits de Canet de Mar

Por Gerard Ardanuy, diputado adjunto de Educación de la Diputació de Barcelona

Imagen
Este centro forma parte de la Diputación de Barcelona, y en concreto del Área de Conocimiento y Nuevas Tecnologías, pues tiene que ver con el conocimiento y su gestión. Se están generando proyectos nuevos y desarrollando un sector económico futuro.

El sector textil tiene una gran tradición en Cataluña y es un activo muy importante. Los últimos años, un porcentaje significativo del sector ha desaparecido porque no se ha adaptado a la competitividad de la globalización. No obstante, poco a poco parte del textil se ha reconvertido hacia el valor añadido, los nuevos materiales y las nuevas formas de trabajo, esto es, hacia la innovación. Canet participa en esta reconversión, y en CRTTT-Escola de Teixits dedican 12 investigadores y 1.500 metros cuadrados de forma intensiva a generar conocimiento. No sólo valoramos su potencia a partir de los proyectos ejecutados o de las patentes de estos tres años, sino también por el presupuesto que se ha generado de forma progresiva y con un crecimiento casi exponencial hasta llegar a los 400.000 euros, elementos que le dan más sentido y más valor.

Se ha conseguido este resultado porque se parte de un conocimiento universitario y una vinculación al territorio y a la empresa muy arraigado. La empresa tiene la visión clara de cómo se transfiere el valor tecnológico y junto con las empresas se ha podido participar en proyectos internacionales y también exclusivamente empresariales.

La Escola de Teixits ha estado durante 90 años un equipamiento universitario y en sólo tres años se ha transformado en centro de investigación en una excelente evolución de la gestión del conocimiento. El futuro, además, requerirá profesionales de altísima cualificación, a poder ser de aquí, que sean expertos, conocedores y continuadores de la capacidad de innovar que muestran los investigadores del CRTTT y que deberán formarse con nuevas adaptaciones, perfiles y conocimientos diferentes que irán al alza y que la Diputació de Barcelona no descarta la posibilidad de volver a formar profesionales del sector textil en el CRTTT-Escola de Teixits.

Estamos en una nueva edad de inicio del textil de manera clara y emergente. Se está trabajando porque la industria continúe pidiendo al CRTTT-Escola de Teixits la colaboración en proyectos de investigación aplicada. La lista de clientes van en aumento y los proyectos que se desarrollan son muy interesantes. Las aplicaciones, por ejemplo en sanidad o en estructuras para el sector del transporte, ejemplifican nítidamente la incorporación del textil a todos los sectores del conocimiento. El dinamismo en la investigación y en los productos que resultan muestran el acierto y la consolidación de la transformación que ha hecho este centro y, también, la aportación que hace a la generación de empresa.

Desde la Diputació siempre hemos apoyado la sólida del país. Y con Cetemmsa, el Tecnocampus y los Ayuntamientos de Canet de Mar y Mataró analizaremos cuáles son las necesidades futuras de este sector para darle respuesta.

Suscríbase a nuestra Newsletter - Ver ejemplo

Contraseña

Marcar todos

Autorizo el envío de newsletters y avisos informativos personalizados de interempresas.net

Autorizo el envío de comunicaciones de terceros vía interempresas.net

He leído y acepto el Aviso Legal y la Política de Protección de Datos

Responsable: Interempresas Media, S.L.U. Finalidades: Suscripción a nuestra(s) newsletter(s). Gestión de cuenta de usuario. Envío de emails relacionados con la misma o relativos a intereses similares o asociados.Conservación: mientras dure la relación con Ud., o mientras sea necesario para llevar a cabo las finalidades especificadasCesión: Los datos pueden cederse a otras empresas del grupo por motivos de gestión interna.Derechos: Acceso, rectificación, oposición, supresión, portabilidad, limitación del tratatamiento y decisiones automatizadas: contacte con nuestro DPD. Si considera que el tratamiento no se ajusta a la normativa vigente, puede presentar reclamación ante la AEPD. Más información: Política de Protección de Datos