La tecnología en las aulas no solo mejora la educación, también al educador

Casi todos los sectores se resienten por el incremento de las enfermedades relacionadas con el estrés entre los trabajadores, el denominado burnout, y los educadores no son una excepción. Según la National Foundation for Educational Research, quienes trabajan en el sector de la educación tienen más probabilidades de padecer estrés relacionado con el trabajo que cualquier otra profesión.

La tecnología supone una oportunidad para ayudar a disminuir esta problemática. Y es que no solo está orientada a mejorar la educación de los alumnos, sino también la vida de los educadores. En este aspecto, evitar la escalada del burnout entre los docentes está acelerando la implementación de herramientas ed-tech.

Ruben Cammaerts, Vice President of International Sales, SMART Technologies.

Si bien la enseñanza es una profesión muy gratificante y satisfactoria, presenta sus propios desafíos. Las horas dedicadas a corregir y redactar informes suelen mencionarse como factores clave que perjudican la salud mental y el bienestar de los docentes. El enfoque tradicional orientado al rendimiento de los estudiantes y la participación de los padres a menudo deja fuera al educador.

Los últimos dos años han representado todo un reto a nivel técnico para los centros educativos, los cuales han tenido que acelerar como nunca en el ámbito digital. Resolver problemas de conexión o adaptar lecciones a última hora en época de clases híbridas o remotas son tareas que han dificultado el desempeño lectivo en numerosos casos.

Como resultado, ha incrementado la necesidad de utilizar herramientas de tecnología educativa. Para hacerlas efectivas, su implementación debe ser estratégica, respondiendo a la pregunta de qué recursos hacen falta y cómo se usan. Afortunadamente, las nuevas soluciones digitales son fáciles de utilizar y se integran con las herramientas existentes de manera fluida.

Es importante destacar que para crear un modelo formativo que funcione con la tecnología y generar altos niveles de participación en las clases, la integración debe hacerse de la forma más simple y accesible posible. Con pantallas interactivas, por ejemplo, se pueden hacer presentaciones mucho más visuales e instructivas, favoreciendo la participación y la colaboración para empoderar tanto a estudiantes como profesores; es lo que llamamos aprendizaje activo.

La tecnología permite a los profesores aplicar estos principios de aprendizaje activo. Un estudio de Ipsos para Telefónica Empresas indica que son muchas las ventajas de la digitalización en el aula. El informe destaca que la tecnología permite avanzar hacia modelos más igualitarios e integradores. La aplicación de la tecnología en la enseñanza favorece que se disponga de más recursos educativos, posibilita la introducción de nuevas metodologías y facilita la actualización de los contenidos educativos.

Además, cuando todo está en conjunción para mantener unos altos niveles de energía en el aula, el agotamiento disminuye y la calidad de la enseñanza aumenta. En Smart Technologies contamos con herramientas que permiten a los educadores hacer una transición sencilla entre el aprendizaje presencial y remoto cuando es necesario u otras que habilitan a todos para conectarse a una plataforma de estilo red social interna.

Al recurrir a estas herramientas digitales, los educadores no solo tienen un mayor apoyo técnico que facilita y dinamiza las lecciones que imparten, sino que también obtienen más información para brindar experiencias de aprendizaje mejoradas mientras equilibran su tiempo de trabajo y su energía.

Evidentemente, no es posible eliminar toda la carga y el estrés que conlleva una profesión tan importante y dinámica como la enseñanza, pero sí existen métodos y estrategias que los docentes pueden utilizar para tomar medidas y evitar el agotamiento antes de que este se intensifique y se convierta en un problema. La tecnología no solo está ahí para mejorar la educación, sino también al educador.