Orange y WWF miden el impacto medioambiental de los terminales fijos y móviles

Orange y WWF, una de las mayores y más eficaces organizaciones internacionales independientes dedicadas a la conservación de la naturaleza, proyectan el desarrollo en España de un sistema de “eco-rating” o medición del impacto medioambiental de los terminales -fijos y móviles- que comercializa la operadora. Esta iniciativa, que se pone en marcha ahora en nuestro país, forma parte del compromiso internacional acordado por el Grupo con WWF para impulsar el cuidado del entorno dentro de la estrategia global de responsabilidad social corporativa de la operadora.

El objetivo de este proyecto es evaluar el impacto medioambiental de los terminales que comercializa Orange junto con sus servicios de telecomunicaciones, con el fin de reducir al máximo dicho impacto.

Con esta alianza pionera, Orange y WWF pretenden concienciar a toda la industria de telecomunicaciones -tanto fabricantes como operadores- sobre la necesidad de analizar y minimizar los efectos negativos que las nuevas tecnologías pudieran tener en la conservación de la naturaleza, de forma similar a como ya hacen otros sectores como el automovilístico o el de energía.

Además, el sistema “eco-rating” ayuda a implicar también en el reto del desarrollo sostenible a los propios usuarios que al tener acceso, de forma transparente y sencilla, a la información de impacto ambiental de los productos que adquieren, pueden realizar sus compras de forma responsable.

A partir de diciembre, los usuarios de Orange España tendrán acceso ya a dicha información sobre 38 productos de Orange. En una primera fase estará presente en la web www.orange.es, para luego ser incluida también en la cartelería de las tiendas Orange, así como en la información contenida en los packs de producto.

Cinco indicadores que miden el impacto medio ambiental

El sistema “eco-rating” tiene como objetivo proporcionar al usuario información sobre el impacto de la tecnología en su entorno de una forma simple, clara y didáctica, de forma añadida a la que ya le ofrece Orange con la llamada “tasa específica de absorción” (SAR) en los teléfonos móviles. Así, cada terminal es evaluado de acuerdo a cinco indicadores, que miden sus efectos sobre el medio ambiente a lo largo de su ciclo completo de vida:

- “Tasa de CO2”, indicador que mide la cantidad de gases efecto invernadero emitidos en las distintas fases del ciclo de vida del producto (producción, transporte, uso…).
- “Eficiencia energética”, índice que evalúa el consumo de energía cuando el producto está en uso, así como las funciones de reducción de energía de que dispone.
- “Recurso de conservación”, indicador que refleja los esfuerzos realizados para limitar el uso de materiales no reciclables o materiales originados en entorno sensibles económica o socialmente.
- “Limitación de sustancias peligrosas”, índice que mide el nivel de componentes químicos del producto. La reducción de estos componentes es importante a la hora de minimizar el riesgo que el producto pudiera suponer para el ser humano o para el entorno en caso de ser depositado o reciclado en condiciones inadecuadas.
- “Reducción de residuos”, indicador que revela el nivel de residuos generados por el terminal y su envase. Tiene en cuenta factores tales como la composición, el ciclo de vida en servicio, las posibilidades de reparación y reciclaje del terminal, etc.

Para desarrollar este sistema de evaluación medioambiental, Orange y WWF han contado con la colaboración de BIO Intelligence Service, compañía reconocida por su experiencia en la evaluación del desarrollo ecológico de productos y la definición de indicadores y sistemas de valoración comparativa.