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Miguel Ángel Ariño Martín fue el ponente del último webinar organizado por la Asociación de Profesionales para la Competitividad del Mecanizado

Aspromec insta a las empresas del mecanizado a prepararse para la recuperación

Mònica Escolà28/07/2020

La Asociación de Profesionales para la Competitividad del Mecanizado (Aspromec) ha organizado su primer webinar con un ponente de lujo, el Doctor en Ciencias Matemáticas y experto en análisis de datos, Miguel Ángel Ariño Martín. Una sesión virtual que ha contado con la participación de Francisco Moreno Gil, presidente de Aspromec, y donde se han dado las claves de cómo superar con éxito la actual recesión económica. Además, se han aportado soluciones sobre cómo deben actuar los dirigentes de las organizaciones para anticiparse ante futuras situaciones de crisis.

La industria del mecanizado está acostumbrada a manejarse regularmente en épocas de recesión, sin embargo, la coyuntura actual es excepcional y genera incertidumbre por el futuro. Miguel Ángel Ariño Martín, Doctor en Ciencias Matemáticas y director y profesor del Departamento de Análisis de Decisiones del IESE y del CEIBS (China European International Business School), ha analizado la situación presente y ha marcado una serie de pautas para sobrevivir a ésta y otras situaciones de crisis.

"La sociedad actual destaca por estar hiperconectada y por ampliar horizontes comerciales hasta ahora impensables. El mundo se ha hecho más pequeño y las oportunidades de negocio se han multiplicado, aunque también la competencia y los riesgos económicos. Saber anticiparse a ellos puede determinar el éxito de nuestra estrategia empresarial", comenta al respecto Ariño, quien añade que "el mundo actual está ‘condenado’ a vivir en un estado de semi alerta constante ante las posibles disrupciones del futuro. No obstante, no todas las situaciones serán iguales, ya que existen ciertos riesgos evitables y otro que no, como el período que vivimos actualmente debido a la pandemia".

Para hacer frente a estas situaciones imprevistas, el Doctor en Matemáticas ha expuesto una serie de indicaciones, para que los altos directivos apliquen en su organización y puedan superar con éxito, tanto la actual crisis como las que están por venir. A partir de tres estadios de contingencia, en función del tipo de riesgo al que se enfrenten, deberán establecer planes reversibles distintos:

  • Planes para riesgos evitables
  • Planes para riesgos estratégicos
  • Planes para riesgos externos
Imagen del webinar de Aspromec con la participación de Francisco Moreno Gil, presidente de la asociación, y Miguel Ángel Ariño...

Imagen del webinar de Aspromec con la participación de Francisco Moreno Gil, presidente de la asociación, y Miguel Ángel Ariño, Doctor en Matemáticas y experto en análisis de datos.

Planes de acción reversibles para riesgos evitables

Los planes de acción reversibles son los previstos para riesgos que, por su naturaleza, se pueden evitar. Requieren de un protocolo interno que debe definirse claramente y cumplirse. Para los casos que no se pueda cumplir totalmente con el protocolo se deben establecer líneas rojas. Un ejemplo claro de este tipo de planes son los que tienen definidos los pilotos de aviones antes de emprender el vuelo, para comprobar que todo está en perfecto orden.

"Esta iniciativa debe contar con la predisposición del equipo directivo a la hora de abordar este protocolo. También es importante que desde dirección se dé ejemplaridad, sino estás líneas rojas no servirán para nada".

Planes de acción para riesgos estratégicos

A los riesgos evitables, hay que añadir, según ha destacado Miguel Ángel Ariño Martín en su intervención virtual, los riesgos estratégicos inherentes a las empresas. Es importante trazar un plan con los objetivos a alcanzar, a sabiendas que puede salir mal. Debemos asumir cierto riesgo calculado del posible fracaso considerando que el beneficio del éxito supera al prejuicio del fallo.

Para que estos planes funcionen conviene no quedarse sólo en una única opción. Hay que presentar más de una alternativa. Para ello, recomienda nombrar la figura del ‘abogado del diablo’ dentro de la propia compañía que contribuya, con su visión y experiencia, a analizar y a detectar errores del proyecto. Además es conveniente realizar un análisis ‘pre-mortem’, a fin de evitar un rasgo muy común que dificulta hacer previsiones: "Somos malos imaginando a priori, pero buenos explicando a posteriori".

El riesgo externo más universal es el generado por los ciclos económicos: las recesiones. Dado su carácter es necesario que las empresas diseñen planes de actuación para abordar estas situaciones. Lo más importante es pensar en estos planes no ya cuando se está inmerso en la crisis, sino previamente.

Tomando como ejemplo la emergencia sanitaria actual debiéramos pensar que las medidas para una supuesta segunda emergencia no se tomarán cuando ésta llegue, sino antes. Las medidas para actuar en un segundo caso debieran tomarse cuando las cosas van mal. Hacerlo en otro momento sería un grave error.

"La actual pandemia está afectando en mayor o menor medida a las empresas metalmecánicas. Cuando, en algunos casos, el índice de ventas se reduce un 40%, hay que determinar cuál es el problema real de las compañías. Un plan de contingencia garantiza disponer de liquidez para superar este período sin dificultad".

Sostenibilidad y productividad: armas del futuro

La industria ha vivido en las últimas décadas distintos ciclos económicos que se alternan con otros períodos de bonanza. En este sentido, la industria del mecanizado está más expuesta a vivir situaciones de recesión y la precaución debe ser su primera norma básica. "Es importante no invertir en exceso cuando las cosas van bien, ya que, si se revierte esta situación, nos podemos encontrar con un stock elevado al que no le podemos dar salida. Además, sin presupuesto para invertir no veremos la salida para ser competitivo durante la fase de recuperación. La clave está en no sobredimensionarse ni estar por encima de la demanda", añade Ariño.

Aunque parezca una contrariedad, la experiencia reciente así lo corrobora: reservar en períodos de crecimiento e invertir durante la crisis para no descarrilar. “Ser pionero garantiza estar en un mercado cada vez más exigente. No obstante, hay que recalcar que la coyuntura actual no es una crisis económica, sino que esta ralentización de la actividad profesional es temporal. En cuanto se vuelva a levantar el veto, la economía se recuperará, aunque sólo quienes hayan apostado por aportar mejoras para su organización y atención a sus clientes, superarán con éxito este período”. En este sentido, hay que evitar errores del pasado, estar preparado para la salida de la crisis y ser consciente que saber frenarse y/o moderarse a tiempo es una prioridad.

Además, Miguel Ángel Ariño Martín ha dejado claro que un porcentaje muy elevado de los beneficios que obtienen las empresas se consigue gracias a la productividad de sus empleados. "La rentabilidad de una compañía se mide a partir del compromiso que el empleado tiene con ella. Es importante tener claro que es el empleado quien tira de la empresa y se debe priorizar esta productividad, para disponer de recursos cuando se supere este ciclo de recesión. Las crisis no perduran y, más tarde o más temprano, se sale de ella. En qué condiciones queda la empresa en la salida de la recesión marcará su estrategia de futuro", reconoce Ariño, quien también ha hecho referencia a que las empresas deben iniciar planes de sostenibilidad y adoptar iniciativas que fomenten la economía circular, para cumplir con la Agenda 2030 de la Unión Europea y posicionarse ante las nuevas tendencias de futuro.

Contexto histórico

Las conclusiones que ha extraído Miguel Ángel Ariño Martín obedecen al profundo análisis de los últimos episodios históricos y, sobre todo, cómo la economía se ha recuperado. Uno fue el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York (Estados Unidos) y el otro la crisis económica del 2008, como consecuencia del desplome de las hipotecas subprime. Ahora, el enemigo es un virus que ha paralizado la economía mundial y que, hasta que no se encuentre una cura, obligará a la sociedad y a sus organizaciones a adoptar una serie de medidas para convivir con esta pandemia.

"En tan sólo 20 años, hemos vivido dos importantes acontecimientos que han cambiado nuestro ritmo social. Por un lado, la crisis generada por el terrorismo islámico que nos obligó a adoptar una serie de medidas en nuestros viajes en avión, por ejemplo; mientras que la recesión de 2008 fue mucho más profunda y España tardó cerca de 5 años en recuperarse, pero nos abrió los ojos, ya que vivíamos por encima de nuestras posibilidades tras el período de expansión de la década de los 80 y 90. Lo que está claro es que la economía es universal y las afectaciones son más profundas", concluye.

Para el experto en análisis de datos, las recesiones siempre han existido y se repetirán en los próximos años, sólo que antes se focalizaban en un entorno más local y su impacto era menor. Ahora, gracias a la revolución de las comunicaciones y, sobre todo, a la globalización, se vive un efecto mariposa que obliga a ciudadanos, empresas y gobiernos a estar siempre en alerta.

El primer webinar de Aspromec ha contado con la asistencia de cerca de un centenar de asistentes, la mayoría relacionados con la industria del mecanizado, y la asociación valora muy positivamente la intervención del profesor Miguel Ángel Ariño Martín quien, pese a advertir que las disrupciones se van a repetir en el tiempo y de forma impredecible, sí ha dado luz sobre qué preceptos asumir, para multiplicar las oportunidades de negocio de las organizaciones y ser más competitivos, incluso cuando el futuro sea incierto. Esta crisis revertirá, así que es importante estar preparado para dar respuesta a un mercado cada vez más exigente.

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