Entrevista a Josep Plassa, responsable de Seguridad, Aplicaciones y Sistemas de Sick Optic-Electronic

Cinco grandes servicios en uno

Los servicios Sick LifeTime Services se dirigen al área de los sensores y las aplicaciones, desde la automatización industrial y logística hasta la automatización de procesos. Estos contratos de servicio permiten programar los costes de mantenimiento y reducen considerablemente la carga administrativa. Esto se consigue, por ejemplo, mediante recordatorios automáticos de los plazos de las inspecciones anuales marcadas para los equipos de protección.

1. Consult: consultoría y diseño. Asesoramiento, análisis orientado al cliente, configuración e ingeniería. Recorrido por la planta; evaluación de riesgos; concepto de seguridad; estudios de viabilidad; diseño de software y de hardware.
2. Support: soporte para productos y sistemas. Aporte de fiabilidad en sistemas de sensores y los dispositivos de seguridad de las máquinas, que se mantendrán siempre plenamente operativos. Apoyo por teléfono o in situ; puesta en servicio; reparación y piezas de recambio; asistencia remota; línea de atención telefónica.
3. Check: verificación y optimización. Monitorización, evaluación y control de procesos y equipos. Comprobaciones y recomendaciones para incrementar la disponibilidad. Tests de códigos de barras; Asistencia en el uso de las aplicaciones; homologaciones; mantenimiento; investigación de accidentes; medición del tiempo de parada; medición de ruido.
4. Retrofit: Las nuevas tecnologías para máquinas y sistemas existentes suelen ser la alternativa económica a una nueva adquisición. Con el servicio de modificación de Sick se puede incrementar notablemente la vida productiva del sistema. Modificación de máquinas; actualización de sensores; tests de códigos de barras; asistencia en el uso de las aplicaciones; homologaciones; sustitución de sensores; adaptaciones tecnológicas.
5. Train: formación y educación. Cualificación del personal para aumentar la competitividad. Formación en línea; formación del usuario; seminarios técnicos.

Es la concepción de que el producto no sólo se fabrica tras un proceso de I+D y se vende, sino que además tiene una vida útil más o menos prolongada, por lo que requiere unos mantenimientos. Se trata de hacer una consultoría que cubre toda la parte de servicios al cliente y que además le asesora de cómo optimizar su producción y cómo mejorar procesos.

Nosotros somos una empresa de optoelectrónica, por lo que hay muchos componentes ópticos que necesitan un mantenimiento, sobre todo la parte del cristal que debe limpiarse habitualmente con productos que no sean abrasivos y en ambientes limpios, cosa complicada si estamos hablando de un entorno industrial. Por ello, Sick ofrece toda una serie de servicios de mantenimiento que incluyen la limpieza de esta óptica y que, una vez limpia, hay que reajustar el equipo. No son tareas complicadas, pero a menudo muchos de nuestros clientes no lo hacen por ellos mismos y con el tiempo nos llegan sus equipos averiados, y es entonces cuando se dan cuenta que con un mantenimiento continuado eso no hubiera pasado.

Para la gran mayoría, sobre todo los de la división optoelectrónica. El concepto global es el del seguimiento de toda la vida útil de nuestros productos, pero hay que matizar que hay equipos con una vida muy corta que no entrarían en esta oferta de servicios.

Se trata de un servicio global pero lo más habitual es que los clientes vayan por partes. Normalmente, el cliente primero ‘se lo piensa’ y va contratando estos bloques a medida que los necesita. Pero es importante que se entienda bien el concepto; se tiene una idea, se consulta, se compra, se verifica que esté bien instalado, se inspecciona y se le hace el mantenimiento: todo esto comprende este servicio global. Incluso un mismo cliente puede necesitar servicios y tratamientos diferentes en varios de sus equipos: unos pueden necesitar retrofiting, otros una modificación muy importante y otros sólo una revisión periódica.

Para nosotros es un nombre nuevo, no un servicio nuevo. De los cinco bloques que se ofrecen, nosotros ya dábamos uno de ellos recurrentemente y los otros más esporádicamente a clientes concretos pero repetitivos. Estos otros servicios se demandaban de vez en cuando y no se promocionaban especialmente con un catálogo o con campañas de marketing. Servicios como por ejemplo el de la consultoría se hacía más ‘de tú a tú’, no tan escrito ni redactado como ahora, que está más estructurado, se documentado. Ahora está más reorientado a dar un servicio más amplio.

Aquí, en nuestra sede, hay personal que ya hace años que está dando el servicio de inspección de equipos instalados como alfombras, escáneres, pantallas protectoras de instalaciones robotizadas, barreras que protegen al operario, etc. Estos servicios se hacen en esta casa de forma oficial desde hace 14 años.

No estamos acreditados en España sino que estamos utilizando una acreditación de nuestra central alemana válida en toda Europa. Por ello nuestros técnicos deben entender necesariamente el inglés y el alemán porque las auditorías y los exámenes son en estos idiomas. Los informes también se redactan en español e inglés y también en alemán para enviarlo a nuestra central en Alemania.

Podríamos decir que somos una entidad de inspección para unas funciones locales; no de toda la máquina sino para equipos concretos que dan su funcionalidad de seguridad a la máquina y de la interacción hombre-máquina. No estamos acreditados para inspeccionar y certificar la totalidad de la máquina. Esto nos permite ser muy específicos para hacer nuestros análisis e inspecciones y mucho más detallados a la hora de buscar soluciones y ofrecer consultoría.

En algunos casos y siempre y cuando se pueda ver toda la instalación. Esto es muy fácil decirlo pero en realidad muy complicado poder realizarlo. Además, no todos los clientes quieren la consultoría previa a la selección del producto. En este servicio, aconsejamos al cliente el producto de nuestro portfolio que mejor le encaja en su instalación.

Claro, pero nuestro trabajo es advertirle que si elige un producto más económico, probablemente tendrá que cambiarlo al cabo de 4 años. Hay clientes a lis que no les importa, pero otros se dejan asesorar y con un simple estudio les puedes demostrar que merece la pena elegir otro equipo que no le dará problemas en 15 años, que a la larga es un ahorro para él.

No. Lo que sí hemos notado es que nuestros clientes reutilizan más sus equipos. En nuestro taller nos llegan más equipos para recalibrar o para reajustar. Son equipos que probablemente en épocas mejores se hubieran ido directamente a la chatarra y se sustituían por nuevos. Ahora se reutilizan para nuevas máquinas o para máquinas que se adecúan a fin de realizar hacer tareas diferentes. Así que no hemos notado la crisis con una bajada de ventas de equipos y además debo añadir que se ha incrementado la contratación de servicios de mantenimiento y consultoría y también de reparación y reajuste de maquinaria.

Antes de la crisis la producción era lo primero. Todo lo que se hacía en 24 horas estaba vendido y todo lo que se hacía en una semana también. Por tanto, no había tiempo justificable para dejar de hacer esto, por lo que el punto nº1 en la escalera de valor que es la seguridad se relegaba a un segundo plano, por debajo del punto nº2 que es la productividad. Hoy en día, con la situación económica actual, la productividad de las empresas es para algunos días a la semana o algunas semanas, y entoces entra en juego otra vez el punto nº1 real, que es la seguridad. Por ello, el precio sigue siendo una preocupación primordial, lógicamente, pero hemos notado que nuestros clientes nos escuchan más ahora cuando les ofrecemos productos y servicios que antes ni se hubieran parado a valorar por falta de tiempo. Ahora se hacen más cosas en el campo de la asesoría y la consultoría porque nuestros clientes tienen más tiempo para dedicarle.

Sí, hay que hacer mucha pedagogía. En general, no es que haya mucha ignorancia pero hay muy poca concreción. El término de la seguridad es muy amplio e incluye muchas especialidades, por lo que a veces es difícil de explicar al cliente y difícil que él lo entienda. ‘Evaluación de riesgos’ es un nombre muy genérico que se usa tanto en prevención como en diseño de máquinas nuevas o rediseño de máquinas antiguas. El concepto es el mismo, pero las tareas relacionadas son completamente diferentes. Por un lado, el objetivo es que el operario tenga en su entorno una ergonomía y una seguridad para que no tenga un accidente, por lo que tendrá su propia valoración de riesgos. Pero por otro lado, el proceso de valoración de riesgos del diseñador de la máquina es que ésta no suponga ningún peligro para el usuario. Con el mismo nombre tenemos procesos totalmente diferentes, por lo que suele haber mucha confusión.

El país del corto plazo

Josep Plassa ha vivido y trabajado varios años en Alemania y señala en algunos momentos de la entrevista las diferencias entre España y el país teutón. Quizás una de las más remarcable es la visión cortoplacista que suele tener el empresariado español, que piensa en el 'aquí y ahora' sin plantearse lo que pasará después.

“Nuestra pedagogía también pasa por explicarle al cliente que si lo hace bien desde un principio conseguirá un ahorro. Pero debe entender que éste no será inmediato sino en 3 ó 4 años. Este nuevo servicio está planteado de manera que aunque el cliente nos demande directamente la ‘fase 4’ en la vida de su producto, también tenga en cuenta todo el servicio global. En España se tiende a pensar en corto plazo y las empresas, desde el punto de vista presupuestario, han hecho grandes inversiones en plantas nuevas y en comprar maquinaria sin escatimar ni un duro, pero sin pensar en el día después. Una vez ya se tiene la máquina en marcha, habitualmente nadie se pregunta qué debe hacer para que este equipo se mantenga bien los próximos 15 años. El mantenimiento es un coste adicional y no se suele plantear qué se debe hacer para mantener en buen estado esa inmensa inversión. Y ni que les hagas los números, no lo quieren mirar. Suele pasar que en cuanto se estropea la máquina se remueve cielo y tierra para repararla. Y si es necesario se envía un helicóptero donde sea para traer al técnico. Nos falta la visión global de gestión de los alemanes”.

Recibimos consultas de empresas de la mayoría de sectores. Si nos centramos en los pedidos, los sectores que están más sensibilizados en querer hacer la inversión serían automóvil, alimentación, farmacia… Y después hay otros sectores como el transporte público u otros que tratan con grandes volúmenes que también están muy sensibilizados, aunque el tratamiento por nuestra parte es mucho más específico.

Lo que ofrecemos y la ley que lo rige es igual en toda Europa. La diferencia radica en las interpretaciones. Por ejemplo, dentro del Estado Español, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es igual en Barcelona, Madrid o Cuenca en cuanto a normativas y equipos. Pero en realidad, se hace de formas muy diferentes en las diversas Comunidades Autónomas. En el campo de las máquinas pasa exactamente lo mismo: en base a la misma legislación, hay CC AA que por conocimiento industrial la aplicará de modo diferente a otras, que tendrán otros conocimientos no industriales. Si ya en España es diferente, imagina si nos comparamos con Europa.

En la República Federal de Alemania, aunque tenga territorios diferentes, la interpretación es la misma en todas partes. En Alemania existe la figura del inspector neutral, figura que en España no tenemos porque todos dependen de la Administración. Este inspector neutral alemán puede parar la producción de una fábrica ante cualquier problema o accidente, cosa que aquí es impensable.

Además, en el resto de Europa, las pólizas de seguros para accidentes van vinculadas al estatus de la máquina. Es decir, la póliza se incrementa según el grado de seguridad que ofrece la máquina, por lo que el que lo hace bien, tiene una reducción en el precio. No vale sólo decir ‘este año no he tenido ningún accidente’; no se tiene en cuenta la siniestralidad sino en qué estado está el parque de maquinaria. Este tipo de seguros motiva mucho a empresas de Alemania, Reino Unido, Holanda o Bélgica, países dónde este factor funciona muy bien. Allí, las propias compañías de seguros tienen sus inspectores que analizan técnicamente el riesgo que supone esa maquinaria. En cambio, el que lo quiere hacer ‘bien’ en España tiene 0 ayudas. Si lo hace es porque o tiene un consejo de administración que le obliga o por imagen de empresa.