Robots que colaboran con humanos en la fábrica del futuro de FTP Industrial en Turín
No sabemos cómo será la fábrica del futuro y mucho menos cómo se organizará, pero en FTP Industrial están sentando las bases del modelo de producción de la Industria 4.0 en su planta de Turín (Italia), dedicada a la producción de transmisiones y ejes para vehículos pesados. En estas modernas instalaciones trabaja Aura (Advanced Use Robotic Arm), un robot diseñado y fabricado por Comau y utilizado en el proyecto HuManS (Human-centered Manufacturing System), con 17 empresas especializadas en el sector. Un proyecto que sitúa al hombre en el centro del sistema de producción, rodeado de máquinas que le asisten y con las que comparte el espacio en condiciones de plena seguridad.
Con sus tres metros de altura y un peso de tres toneladas, Aura es un cobot industrial que puede prestar asistencia al operario, sin barreras y en la misma estación de trabajo, para desempeñar las tareas más pesadas y repetitivas y, si es necesario, para dejarse guiar manualmente. En este sentido, Aura coge una pieza del carro de abastecimiento y se la pasa al operario con el que comparte la estación de trabajo. Es en ese momento cuando la persona toma el control de las operaciones, guiando al robot para que el brazo mecánico lleve la pieza al banco de trabajo donde se acopla con una palanca.
Con esto, se consigue una sinergia perfecta: el robot realiza el trabajo pesado de forma metódica y sin esfuerzo, ya que puede levantar hasta 170 kilos; mientras que la delicada fase de montaje está controlada por el hombre, por su capacidad de adaptación a situaciones operativas y estratégicas.
Pero la fuerza no es el único talento de Aura, ya que como robot colaborativo es capaz de percibir una presencia, ya sea otra máquina o una persona, dentro del espacio en el que trabaja y modular su comportamiento de forma coherente. Y para ello, utiliza sus ‘sentidos’ de forma eficiente.
De este modo, una ‘piel sensible’ - suave e inspirada en la piel humana - le ayuda a decidir si tiene que reducir la velocidad a la que se mueve o pararse por completo. Una ‘vista’ en forma de cámara 3D le permite escanear la pieza y comprender su posición. Y finalmente ‘el tacto’ a partir de una pinza con la que levanta y desplaza el componente con un agarre firme y delicado. Pero para trabajar sin barreras junto a un ser humano a Aura se le ha dotado de un ‘sexto sentido’: un avanzado sistema de escaneo láser que investiga y controla el espacio cuando el brazo está trabajando.
