El consumo de cemento en España aumenta un 5% en 2015 y se espera un crecimiento moderado para 2016

La Agrupación de Fabricantes de Cemento de España, Oficemen, convocó el pasado 27 de enero una rueda de prensa para ofrecer los últimos datos del sector cementero respecto al año 2015 y las previsiones que la Asociación estima para 2016. Durante la convocatoria, desde Oficemen aseguraron que el consumo de cemento en España cerró el pasado año en 11.408.287 toneladas, es decir, un 5,3% más que en 2014. Sin embargo, las exportaciones cayeron un 4,4% en 2015, alcanzando las 9.233.979 toneladas (422.826 toneladas menos que en 2014). Para el año en curso, Oficemen prevé de nuevo un escenario de crecimiento moderado de un 7%, que "puede verse perjudicado por la inestabilidad política".

El director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza, y el presidente de la Asociación, Jaime Ruiz de Haro, fueron los encargados de ofrecer en rueda de prensa los datos más relevantes del sector durante el año 2015. Asimismo, estos expertos facilitaron las previsiones de la Asociación para 2016. Desde Oficemen anuncian que el consumo de cemento en España cerró el año 2015 en 11.408.287 toneladas, un 5,3% más que en 2014. Esta cifra confirma la ralentización del crecimiento anual debida a la variabilidad del segundo semestre.

En palabras de Ruiz de Haro “ha sido un año muy volátil en cuanto al consumo. En la primera mitad del año notamos un crecimiento pero en la segunda mitad de 2015 ese crecimiento se ralentizó, con lo que ha sido un año muy desigual. Esto ha sido debido a la ralentización de la inversión en obra pública y a una caída en la licitación de la misma. No hay buenas previsiones de consumo de cemento en obra pública ni en vivienda”.

Las exportaciones, por su parte, han caído un 4,4% en 2015, alcanzando las 9.233.979 toneladas, 422.826 toneladas menos que en 2014. Según Aniceto Zaragoza, “la demanda interna actual representa algo menos el 25% de la capacidad instalada tras las reestructuraciones de los últimos años. Gracias a las exportaciones el sector mantiene una actividad ligeramente inferior al 50% de su capacidad”.

Desde 2007, recordó el presidente de Oficemen, la industria cementera en España empezó a exportar para completar la capacidad en el exterior. “Si bien es cierto que somos el primer exportador a nivel europeo –continuó Jaime Ruiz de Haro- todo depende de cuan competitivo sea el sector y ha habido una caída el 4%, lo que indica esa falta de competitividad”. Por ello, según Ruiz de Haro, otro factor importante para ponernos al nivel de otros países europeos es una apuesta decidida por la valorización energética de residuos en fábricas de cemento, hecho sobre el que ya están poniendo en conocimiento a la sociedad y a las instituciones.

“Durante estos años de dura crisis, las exportaciones han sido el único balón de oxígeno que ha tenido el sector para intentar compensar la pérdida de la demanda doméstica. No obstante, resulta cada vez más complicado para nuestra industria competir en los mercados exteriores, debido, principalmente, al elevado coste eléctrico que sufre la industria española. El coste eléctrico es la partida con mayor impacto sobre el coste de producción del cemento: España sufre uno de los mayores costes eléctricos de Europa con lo que se produce una pérdida de la sostenibilidad de las exportaciones y de la competitividad internacional”, indicó el presidente de Oficemen, Jaime Ruiz de Haro.

Respecto a las previsiones para 2016, Oficemen prevé de nuevo un escenario de crecimiento moderado de un 7%, que sin embargo puede verse perjudicado por la inestabilidad política: “La inversión en obra civil representa aproximadamente el 60% del consumo de cemento. Aunque según los presupuestos ya aprobados no experimentará cambios, podría llegar incluso a reducirse. No olvidemos también que la licitación en obra civil ha caído un 25% en 2015, por lo que nos encontramos ya ante una clara desaceleración”, admitió el director general de Oficemen, Aniceto Zaragoza.

Por ello, explicó Zaragoza, tenemos que aproximarnos al año 2030 para alcanzar el nivel de consumo adecuado para ser sostenibles debido al crecimiento que se ha dado en los últimos años. Para reducir el tiempo y llegar antes a ese nivel “hemos creado el plan Crecimenta 20-30 para alcanzar esos 30 millones de toneladas de producción. Este programa viene a incidir en una serie de ideas que alienten el consumo interno y la competitividad exterior”. Los factores de competitividad a los que se refirió el director general de Oficemen son una mejora tanto de los costes como de las tasas de valorización.

Dentro del incentivo el consumo nacional, Zaragoza afirmó que la primera idea es que no está todo construido. “El mantenimiento incluye la reconstrucción: hay que reconstruir y ese proceso realmente es construcción. Hay que adaptarse a las nuevas normativas y por eso hay que reconstruir. También hay que hacer un esfuerzo en obra en tema del agua”, afirmó.

Respecto a las infraestructuras de transporte, Zaragoza indicó que hay que aludir a la durabilidad. “Hay que ser más eficientes y sostenibles. En nuestro programa tenemos un conjunto de baterías como poner en valor la economía circular. Asimismo, tenemos ventajas desde el punto de vista medioambiental: hay que construir intentando tener el menor impacto en el suelo”, señaló Aniceto Zaragoza subrayando que un programa como este es necesario puesto que “es muy positivo para la sociedad: creamos empleo, reducimos una parte de los problemas el agua, reducimos nuestra factura energética…”.

En este sentido, desde el sector cementero recuerdan que un país sin inversión en infraestructuras no puede mantener su competitividad, ni siquiera en el sector del turismo. “Es necesario continuar abordando infraestructuras necesarias y de calidad que reviertan en toda la sociedad, algo factible si utilizamos técnicas constructivas y materiales que permitan, además, respetar el contexto de contención del gasto público”, añadió Zaragoza reivindicando que “el mundo del hormigón es un mundo de innovación: vendemos más de 120 tipos de cemento diferentes. El hormigón ya ha dejado de ser gris”.