Sevilla pone en marcha un piloto para reutilizar las naranjas amargas recogidas en calles y parques
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Delegación de Transición Ecológica y en coordinación con Emasesa, ha puesto en marcha un proyecto piloto para la reutilización de las naranjas amargas que se retiran de las calles, parques y espacios públicos de la ciudad a través de un proceso de codigestión que permite su reutilización para la generación de gas que permite la producción de energía eléctrica y de compost.
Esta iniciativa, informaron fuentes del consistorio hispalense, se está desarrollando este año por primera vez en la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Copero con una cantidad inicial de 35 toneladas. El objetivo es que esta cantidad se pueda ampliar en los próximos años teniendo en cuenta que la producción en la ciudad supera las 1.700 toneladas “sólo en el viario”. La energía que obtenida “se reutiliza en el funcionamiento de la propia depuradora elevando así los niveles de autosuficiencia, reduciendo las emisiones y contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.”
En la actualidad la mencionada EDAR ha alcanzado un nivel de autosuficiencia energética del 86% a través de los procesos de codigestión de las aguas residuales antes del saneamiento. El Ayuntamiento de Sevilla y Emasesa, en coordinación con la Junta de Andalucía y el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, tienen en marcha inversiones por un importe de 69 millones de euros para la generación de un gran complejo ambiental en el Copero.
“Emasesa es ahora mismo una referencia en España en materia de acciones de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático dentro del proceso de transición ecológica. Se está haciendo un esfuerzo en I+D+I y en nuevas inversiones especialmente en las estaciones depuradoras que consumen prácticamente el 40% de la energía necesaria para completar los trabajos de saneamiento y abastecimiento en la ciudad. En ese contexto, hemos puesto en marcha este proyecto piloto que orientado hacia el cumplimiento de los objetivos de reducción de las emisiones, autosuficiencia energética y economía circular”, explicó el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.
Dentro de la red de Emasesa las estaciones depuradoras suponen el 40% del consumo eléctrico de la empresa. Sólo Copero, la de mayor capacidad de todas, consume al año 13.422.519 kWh, el equivalente a casi 4.000 viviendas en un año. Si se toman como referencia toda la red de cuatro estaciones depuradoras, la energía consumida es equivalente a casi 8.500 viviendas.
Para reducir las emisiones y alcanzar un mayor nivel de autosuficiencia, la empresa puso en marcha un proyecto de codigestión de la carga orgánica de sus estaciones de depuración de aguas residuales. Así, se logró un sistema de generación de biogás y a través de éste, de energía eléctrica. En los últimos años, con los restos de las aguas residuales se ha generado una energía equivalente al 86% de las necesidades de esta estación depuradora y al 67% de las cuatro estaciones depuradoras que conforman la red. En este periodo se han tratado y se han aprovechado para generar energía 176.000 toneladas de residuos, lo que ha permitido ahorrar las emisiones equivalentes al consumo eléctrico de 5.500 hogares en Sevilla, concretaron fuentes del ayuntamiento de la capital hispalense.
Una cuarta parte del arbolado de la ciudad de Sevilla
Cada año en Sevilla se generan toneladas de naranja amarga que desde hace años apenas tienen opciones de ser reutilizadas. En la capital andaluza hay 46.000 naranjos, lo que supone una cuarta parte del arbolado del término municipal. En función del año, cada uno de ellos produce entre 45 y 100 kilos en naranjas, que son recogidas anualmente por los servicios municipales y para los que se van buscando destino que en muchos casos es simplemente el vertedero. Sólo la producción de este año se sitúa ya en torno a las 1.700 toneladas de naranjas en el viario y parques de la ciudad, cifran desde el consistorio.
Las naranjas se enviarán a la estación depuradora de Copero. Allí se les extraerá el zumo “para generar energía eléctrica a través de biogás, mientras que las cáscaras y la parte que no se puede aprovechar se llevará a una máquina de compostaje para su transformación en abono, que se reutilizará en los campos de cultivo de la provincia.
De acuerdo con los cálculos realizados por los técnicos, por cada tonelada de naranja se generan aproximadamente 500 litros de zumo y 500 kilos de cáscara. Esto permite que cada 1.000 kilos de naranja produzcan 50 kWh de energía eléctrica: el consumo de cinco viviendas en un día. Por tanto, las 35 toneladas de este proyecto piloto generarán aproximadamente 1.500 kWh, el equivalente al consumo eléctricos de 150 viviendas. Siguiendo estos cálculos, con las 17.000 toneladas de naranjas que se han recogido durante este año en el viario de Sevilla se podría generar la energía equivalente a más de 73.000 hogares.
