Hacia un jardín más responsable con el consumo de agua
4 de febrero de 2009
Sigue siendo lo más típico, el riego con manguera de forma manual aunque se empieza a notar la conciencia con el medio ambiente y sobre todo con la escasez de agua. Por ello, por la conciencia ecológica o incluso por cuestiones más técnicas, como la poca presión y caudal que suelen tener muchas viviendas situadas en zonas complicadas, ha aumentado la demanda del riego por goteo y micro aspersión.
En ese proceso estamos en la actualidad y las empresas que trabajamos para el cuidado del jardín debemos atender las nuevas demandas del público que buscan comodidad y economía. Comodidad porque regar con manguera requiere un tiempo que no tenemos y de hecho, ya se observa que crece la familia de la automatización y de los programadores, y economía, en la medida en que muchas personas se animan a instalar un sistema de riego aunque suponga una pequeña inversión inicial.
La economía adelanta a la estética
Relacionado con las prestaciones de cada uno de los sistemas, cada vez se intenta por parte de los fabricantes cuidar la estética en el desarrollo de los productos. Por el momento se mira más la economía y la comodidad que la estética y en caso de prescindir de alguna, la primera en caer casi siempre será la estética. Hay muchos ejemplos en este sentido. Si montamos un riego por goteo para unos rosales, podemos poner la tubería a ras de tierra y pinchar goteros uno en cada rosal o, enterrar la tubería, sacar ramales de micro-tubería y poner un gotero en la punta. En este caso el usuario mira primero el precio; a continuación, si es factible hacer la zanja para pasar la tubería y por último, mira si queda mas o menos estético.
Para ello tenemos el automatismo de los riegos enterrados o de goteo porque aunque dispongamos de un gran sistema, con aspersores de bajo caudal, debemos saber el tiempo de riego que precisa cada planta. Y eso sin tener en cuenta que además de las características de las plantas para saber la mas aconsejable a cada zona, en España hay muchas diferencias climáticas, y por tanto, habrá algunas que nos podremos permitir, pero otras serán prácticamente imposibles de mantener.
Aquí también puede ilustrarse con otro caso que nos puede resultar familiar a todos. Tenemos un jardín con césped en una zona muy seca, con un sistema de riego enterrado que permite regar cómodamente y programar dos veces al día durante 30 minutos. Esta opción, no ahorra agua, sino todo lo contrario: estamos gastando el doble de lo que verdaderamente necesitamos.
Es en este aspecto donde nos interesa concienciar a la gente y debemos insistir en la importancia de conocer las necesidades de las plantas y el mantenimiento que requieren dependiendo de la climatología del lugar.
Finalmente, también puede destacarse otra de las familias que están en progresión como las bombas de riego. Éstas constituyen una solución en el caso de tener la oportunidad de usar un pozo o sondeo e incluso para su utilización en el hogar y debe recordarse que las aguas subterráneas son bastante abundantes y muchas de las veces apenas se aprovechan.
En definitiva, existen numerosos sistemas que ya avanzan en una misma dirección y seguro que en los próximos años, las empresas que trabajamos en este sector incorporaremos nuevos productos que permitan un jardín más cuidado pero a la vez mucho mas sensible con el medio ambiente y el consumo de agua. En este caso menos es más. Mucha menos agua es mucho más jardín.