Los riesgos de un oficio que “no existe”
Redacción Protección Laboral15/06/2016
Irónicamente lo llaman el oficio más antiguo del mundo, cuando ni siquiera está reconocido como un oficio. La prostitución tiene su propio día internacional, que fue hace unos pocos días (2 de junio), pero no existen convenios para prostitutxs en nuestro país, al ser una profesión que no está regulada. De hecho en muy pocos países lo está, con algunas excepciones como Holanda, Alemania o Suiza. Esto significa que las legislaciones de PRL no les protegen, cuando se trata de una de las prácticas que más riesgos entraña. Y de todo tipo: ergonómicos, físicos, biológicos, psicosociales y probablemente un largo etcétera.
Esta columna no pretende posicionarse a favor o en contra de la abolición o de la regularización, pero sí invitaros a reflexionar sobre lo peligrosa que es actualmente la situación de lxs trabajadorxs sexuales, aun siendo una práctica consentida. Tampoco podemos obviar que la prostitución no siempre es ejercida voluntariamente, sino que hay personas que se han encontrado en una situación de la que no tienen salida y se han visto obligadas a ejercerla bajo el control de terceros que, por supuesto, no se preocupan de su seguridad física ni mental.
Puede que estemos tan acostumbrados a que sea un trabajo asociado a otras actividades ilegales, que nos hayamos deshumanizado un poco y haya dejado de afectarnos cada noticia en la que se anuncia el asesinato de una prostituta. Pero la realidad es ésta: el mercado más grande de la prostitución son hombres comprando los servicios sexuales de una profesional, que no su cuerpo, ¡oiga! Y son personas que han muerto trabajando. Probablemente porque no iban protegidas. Cabe destacar que la situación es diversa y hay sectores de la prostitución que conllevan más riesgo que otros. No es lo mismo el entorno laboral de una escort que el de una persona que trabaje en la carretera, por ejemplo.
Aunque sea una profesión invisible a nivel oficial, sí hay personas o asociaciones que se preocupan por los riesgos de la prostitución. Es el caso del sociólogo Arsenio Valbuena, de la empresa Arsdeq Sociología Aplicada, quien confeccionó en 2008 un estudio evaluando los riesgos del oficio, llegando a la conclusión final de que es uno de los más más peligrosos. En el mismo señalaba que “sólo en Asturias, hay 350 personas infectadas por el VIH”, lo que representa un 10% del total de prostitutxs de la comunidad.
Fuente: lne.es
Además del riesgo de ser maltratado física y/o psicológicamente por el cliente o por el propio “jefe” o “jefa” y de las ETS, existen otros riesgos no tan evidentes para la sociedad como lesiones, dolores o trastornos músculo-esqueléticos. Éstos son derivados de trabajar todo el día durante más de 14 horas con dos descansos para comidas. No tienen vacaciones y según cita Valbuena “ni siquiera descansan durante la menstruación”. El sitio de trabajo acostumbra a ser escogido por el cliente, por lo que ya ni hablemos de ergonomía. Al empresario/a tampoco le acostumbra a preocupar si sus trabajadorxs se ven sometidxs a temperaturas extremas en la calle, a golpes o a sobreesfuerzos.
Poco a poco han ido apareciendo asociaciones sindicales con el objetivo de promover una regularización de la profesión, y que también abogan para que lxs propixs trabajadorxs sean empresarixs de sus servicios. Una de las más conocidas es Hetaira quien lo aborda desde una perspectiva feminista y organiza jornadas sobre derechos humanos y prostitución, manifiestos para reivindicar el empoderamiento de las trabajadoras sexuales y otras actividades para reivindicar la libertad en todos los aspectos de este trabajo.
Campaña de Hetaira
Aun así, siguen siendo pocxs lxs que ejercen la prostitución con las condiciones de seguridad necesarias. Al no ser una profesión regulada seguirán habiendo injusticias contra ellxs y riesgos contra los que no podrán luchar por falta de protección. El oficio más antiguo del mundo se convierte en el oficio más anticuado del mundo
Esta columna no pretende posicionarse a favor o en contra de la abolición o de la regularización, pero sí invitaros a reflexionar sobre lo peligrosa que es actualmente la situación de lxs trabajadorxs sexuales, aun siendo una práctica consentida. Tampoco podemos obviar que la prostitución no siempre es ejercida voluntariamente, sino que hay personas que se han encontrado en una situación de la que no tienen salida y se han visto obligadas a ejercerla bajo el control de terceros que, por supuesto, no se preocupan de su seguridad física ni mental.
Puede que estemos tan acostumbrados a que sea un trabajo asociado a otras actividades ilegales, que nos hayamos deshumanizado un poco y haya dejado de afectarnos cada noticia en la que se anuncia el asesinato de una prostituta. Pero la realidad es ésta: el mercado más grande de la prostitución son hombres comprando los servicios sexuales de una profesional, que no su cuerpo, ¡oiga! Y son personas que han muerto trabajando. Probablemente porque no iban protegidas. Cabe destacar que la situación es diversa y hay sectores de la prostitución que conllevan más riesgo que otros. No es lo mismo el entorno laboral de una escort que el de una persona que trabaje en la carretera, por ejemplo.
Aunque sea una profesión invisible a nivel oficial, sí hay personas o asociaciones que se preocupan por los riesgos de la prostitución. Es el caso del sociólogo Arsenio Valbuena, de la empresa Arsdeq Sociología Aplicada, quien confeccionó en 2008 un estudio evaluando los riesgos del oficio, llegando a la conclusión final de que es uno de los más más peligrosos. En el mismo señalaba que “sólo en Asturias, hay 350 personas infectadas por el VIH”, lo que representa un 10% del total de prostitutxs de la comunidad.
Fuente: lne.es
Además del riesgo de ser maltratado física y/o psicológicamente por el cliente o por el propio “jefe” o “jefa” y de las ETS, existen otros riesgos no tan evidentes para la sociedad como lesiones, dolores o trastornos músculo-esqueléticos. Éstos son derivados de trabajar todo el día durante más de 14 horas con dos descansos para comidas. No tienen vacaciones y según cita Valbuena “ni siquiera descansan durante la menstruación”. El sitio de trabajo acostumbra a ser escogido por el cliente, por lo que ya ni hablemos de ergonomía. Al empresario/a tampoco le acostumbra a preocupar si sus trabajadorxs se ven sometidxs a temperaturas extremas en la calle, a golpes o a sobreesfuerzos.
Poco a poco han ido apareciendo asociaciones sindicales con el objetivo de promover una regularización de la profesión, y que también abogan para que lxs propixs trabajadorxs sean empresarixs de sus servicios. Una de las más conocidas es Hetaira quien lo aborda desde una perspectiva feminista y organiza jornadas sobre derechos humanos y prostitución, manifiestos para reivindicar el empoderamiento de las trabajadoras sexuales y otras actividades para reivindicar la libertad en todos los aspectos de este trabajo.
Campaña de Hetaira
Aun así, siguen siendo pocxs lxs que ejercen la prostitución con las condiciones de seguridad necesarias. Al no ser una profesión regulada seguirán habiendo injusticias contra ellxs y riesgos contra los que no podrán luchar por falta de protección. El oficio más antiguo del mundo se convierte en el oficio más anticuado del mundo
