Por qué celebramos el Día Universal del Niño
Redacción Protección Laboral21/11/2016
Ayer 20 de noviembre, fue el día Universal del Niño. Para empezar, somos conscientes que la infancia no debería ser tema de este blog. Algo va terriblemente mal para que nos ‘obligue’ a tocarlo hoy. Aunque parezca mentira (o no…) sólo desde 1881, en Francia, se empezó a hablar del derecho de los niños a la educación. Las primeras leyes, no obstante, sólo contemplaban proteger a la infancia en su lugar de trabajo. Y no fue hasta 1924 cuando la Liga de las Naciones Unidas aprobó la primera Declaración de los Derechos del Niño. Ésta misma se calificó de insuficiente después de la situación de extrema vulnerabilidad en la que la Segunda Guerra Mundial dejó a los más pequeños. Finalmente, el 20 de noviembre de 1959, se aprobó la actual Declaración de los Derechos del Niño, en la que se especifican 10 principios. Entre éstos, queremos destacar los del tema que nos ocupa, la explotación infantil.
Aunque ya existe un día dirigido concretamente a luchar contra la explotación infantil, hoy también es un buen día para recordar que ésta es una triste realidad que sigue sucediendo cada día. La explotación y esclavitud son probablemente los peores enemigos de la infancia. Sólo pensemos en los niños soldados o los que son vendidos para la prostitución. En los países más desfavorecidos, los niños no se pueden permitir soñar con una educación de calidad porque eso interferiría con las extensas horas de trabajo a las que se ven forzados.
Se atribuye la explotación infantil a estos países por situaciones como la extrema pobreza, conflictos armados, orfandad o abandono. Todos éstos fuerzan a los niños a trabajar para poder comer o a ser secuestrados y/o vendidos y verse sometidos al comercio de menores.
El 70% de los niños que se encuentran en esta situación se localizan en Asia y África. En la África subsahariana, por ejemplo, uno de cada tres niños se ve obligado a trabajar. Esto significa aproximadamente 69 millones de menores. En Asia, por su parte, la cifra es de 44 millones y es Nepal el país con mayor explotación infantil, que afecta al 30% de los niños y a casi el 40% de las niñas. Allí se practica el llamado “kamlari” (esclavas domesticas), un sistema que no se abolió hasta 2013, y gracias a la presión de diversas ONG. Aun así, ahora se siguen apresando niñas desde la clandestinidad y se calcula que alrededor de 300 permanecen todavía así.
La explotación infantil volvió a ser noticia el pasado 7 de noviembre, cuando una niña de seis años fue atropellada mortalmente en Nuevo León (México), mientras realizaba malabares en la calle para obtener dinero. Trabajaba junto con su hermana de 10 años. Sólo en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía indica que, en 2011, la población infantil de 5 a 17 años era de un millón 823 mil 32 personas; y que de ellas se encontraban trabajando 113 mil 796. Un 25,2% de los menores de edad con trabajo son menores de 14 (la edad mínima para trabajar en México).
Con un par de ejemplos de aquí y allá, vemos que la Declaración de los derechos del Niño se queda en papel mojado. De hecho, hay países como Sudán del Sur o Estados Unidos que aún no han firmado su ratificación. Hay muchas ONG trabajando para que la esclavitud infantil se erradique de una vez por todas (y no sólo sobre papel), pero somos conscientes que la última palabra, como siempre, la tienen los líderes de los muchos países donde esto sigue pasando.
- Punto 7: El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales.
- Punto 9: El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación*. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
*Sobre la explotación laboral en niños
Aunque ya existe un día dirigido concretamente a luchar contra la explotación infantil, hoy también es un buen día para recordar que ésta es una triste realidad que sigue sucediendo cada día. La explotación y esclavitud son probablemente los peores enemigos de la infancia. Sólo pensemos en los niños soldados o los que son vendidos para la prostitución. En los países más desfavorecidos, los niños no se pueden permitir soñar con una educación de calidad porque eso interferiría con las extensas horas de trabajo a las que se ven forzados.
Se atribuye la explotación infantil a estos países por situaciones como la extrema pobreza, conflictos armados, orfandad o abandono. Todos éstos fuerzan a los niños a trabajar para poder comer o a ser secuestrados y/o vendidos y verse sometidos al comercio de menores.
El 70% de los niños que se encuentran en esta situación se localizan en Asia y África. En la África subsahariana, por ejemplo, uno de cada tres niños se ve obligado a trabajar. Esto significa aproximadamente 69 millones de menores. En Asia, por su parte, la cifra es de 44 millones y es Nepal el país con mayor explotación infantil, que afecta al 30% de los niños y a casi el 40% de las niñas. Allí se practica el llamado “kamlari” (esclavas domesticas), un sistema que no se abolió hasta 2013, y gracias a la presión de diversas ONG. Aun así, ahora se siguen apresando niñas desde la clandestinidad y se calcula que alrededor de 300 permanecen todavía así.
La explotación infantil volvió a ser noticia el pasado 7 de noviembre, cuando una niña de seis años fue atropellada mortalmente en Nuevo León (México), mientras realizaba malabares en la calle para obtener dinero. Trabajaba junto con su hermana de 10 años. Sólo en México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía indica que, en 2011, la población infantil de 5 a 17 años era de un millón 823 mil 32 personas; y que de ellas se encontraban trabajando 113 mil 796. Un 25,2% de los menores de edad con trabajo son menores de 14 (la edad mínima para trabajar en México).
Con un par de ejemplos de aquí y allá, vemos que la Declaración de los derechos del Niño se queda en papel mojado. De hecho, hay países como Sudán del Sur o Estados Unidos que aún no han firmado su ratificación. Hay muchas ONG trabajando para que la esclavitud infantil se erradique de una vez por todas (y no sólo sobre papel), pero somos conscientes que la última palabra, como siempre, la tienen los líderes de los muchos países donde esto sigue pasando.
