La otra cara del Au Pair
Redacción Protección Laboral06/09/2016
Has acabado de estudiar, estás a punto de empezar en serio en el mundo laboral. Con tu especialización en el bolsillo piensas “ya era hora, por fin podré trabajar de lo mío”. Pero te encuentras con que vives en España, es el año 2016 y no hay trabajo. Ni de lo tuyo ni de lo de nadie, casi. ¡Qué pena! Tenías ganas de poder empezar a ganar algo de dinero para emanciparte, viajar por tu cuenta y, en resumen, ser independiente. Después de intentarlo durante mucho tiempo, ves que casi todas las ofertas laborales que requieren de tus conocimientos son para ser becario. Y tú ya has pasado por esta etapa, no quieres ni te puedes permitir serlo eternamente.
Empiezas a pensar que a lo mejor puedes buscar tu oportunidad en otro sitio, aunque antes te gustaría mejorar tus competencias en otros idiomas. Entonces es cuando se te ocurre que, ¿por qué no?, podrías hacer de au pair. Siempre te has llevado bien con los niños, se te pagaría por ello, mejorarías en su idioma y la familia se encargaría de tu manutención. Además, has encontrado un anuncio en alguna red social en el que es la misma familia quien ofrece el trabajo, con lo que te puedes ahorrar los gastos de una agencia de colocación: esas agencias que se encargan de poner en contacto ambas partes y de arreglar el papeleo.
Aunque puede parecer una buena idea a simple vista, debes saber que detrás de los anuncios para hacer de au pair se pueden esconder condiciones tan precarias como contratos no formales que ni aun así se respetan. Mientras que un au pair debería dedicarse exclusivamente al cuidado de los menores de la casa, se han dado casos de familias que han aprovechado para delegar responsabilidades como la limpieza de toda la casa y otros recados. Esto se traduce en trabajar más horas por un sueldo mísero, como el caso que explica Olga en Diagonal: “Trabajaba 56 horas semanales, con algunos fines de semana incluidos, por 250 euros al mes”, esto son nada más que 1,12 euros la hora. En el mismo artículo Olga explicaba una situación parecida durante su estancia: cuidar de los niños y de la casa, además de dar clases de español no remuneradas a los pequeños. Viendo que no era el suyo el único caso de abuso, decidió abrir un grupo en Facebook llamado “SOS Au Pair” en el que pudo confirmar su sospecha de que muchas au pairs estaban viviendo la misma situación precaria y angustiosa. Una situación que les provocaba agotamiento físico y emocional, además de un continuo estado de ansiedad.
Que algunas familias se aprovechen de la situación de los au pairs es en parte debido a que el sistema se lo facilita. No existe una regulación homogénea a nivel internacional ni europeo. Lo que sí existe es un modelo europeo de contrato que impide que deban trabajar más de 30 horas a la semana y un total de 5 horas al día. La obligaciones, además, deben estar enumeradas en este contrato y la seguridad social debiera correr a cargo de la familia o de un seguro privado. Pero este modelo europeo no se aplica en todos los países, ya que muchos tienen sus propios contratos, como Francia, Bélgica o Dinamarca.
En lo que se refiere a la cobertura médica, también dependerá del país en el que se encuentren. Por ejemplo, en Francia los au pair están cubiertos por la sanidad pública por ley. Pero no así en Reino Unido, uno de los destinos donde más acostumbran a ir los españoles.
Desde España tampoco se puede hacer mucho para regular las condiciones de trabajo, ya que tal como afirmó el Ministerio de Empleo a El Mundo “esta no es su competencia ya que el 'au pair' no es una figura laboral”.
Después de que en Irlanda se condenara a una familia a indemnizar a una au pair por explotación laboral, se hicieron más conocidos los casos de estafa y de abuso. Lo que ha permitido recopilar conocimientos para evitar algunos problemas.
Ve con una agencia que sea de fiar: aunque salga un poco más cara la gestión, la agencia velará por el cumplimiento de un contrato que no incluya trabajo de más. Si luego hubiera un problema en el país anfitrión, también te pueden ayudar a buscar otra familia y a darte alojamiento mientras tanto. Eso sí, consulta antes las opiniones sobre aquella agencia, pues ha habido casos de agencias que ofrecían condiciones ilegales. Para saber los derechos y obligaciones del au pair en cada país, puedes consultar aquí.
Evita las estafas: La red de au pairs también es víctima de estafas virtuales. En redes sociales, sobre todo, se pueden encontrar anuncios falsos que pueden pedirte dinero por adelantado (NUNCA, NUNCA HAGAS ESO). En otros casos te ofrecen bonitas condiciones pero sin contrato. Una vez allí, pueden incumplir todo lo que acordasteis de palabra.
En España existe la Asociación Española del Programa Au Pair, la única asociación reconocida para velar por la calidad del Programa Au Pair en España y para los españoles en el extranjero. Ésta cuenta con diversas agencias asociadas, con lo que te podrá resultar más fácil identificar las agencias de confianza. Si tienes dudas sobre el programa y has encontrado algún anuncio sospechoso también será un buen órgano de consulta.
Antes de lanzarte a la aventura au pair, recuerda documentarte sobre la normativa del país de destino y sobre tus derechos. Asimismo, haz que tu familia de acogida también los conozca. No dejes que nadie se aproveche de las ganas de trabajar de una persona joven.
Empiezas a pensar que a lo mejor puedes buscar tu oportunidad en otro sitio, aunque antes te gustaría mejorar tus competencias en otros idiomas. Entonces es cuando se te ocurre que, ¿por qué no?, podrías hacer de au pair. Siempre te has llevado bien con los niños, se te pagaría por ello, mejorarías en su idioma y la familia se encargaría de tu manutención. Además, has encontrado un anuncio en alguna red social en el que es la misma familia quien ofrece el trabajo, con lo que te puedes ahorrar los gastos de una agencia de colocación: esas agencias que se encargan de poner en contacto ambas partes y de arreglar el papeleo.
¿Un sueño hecho realidad?
Aunque puede parecer una buena idea a simple vista, debes saber que detrás de los anuncios para hacer de au pair se pueden esconder condiciones tan precarias como contratos no formales que ni aun así se respetan. Mientras que un au pair debería dedicarse exclusivamente al cuidado de los menores de la casa, se han dado casos de familias que han aprovechado para delegar responsabilidades como la limpieza de toda la casa y otros recados. Esto se traduce en trabajar más horas por un sueldo mísero, como el caso que explica Olga en Diagonal: “Trabajaba 56 horas semanales, con algunos fines de semana incluidos, por 250 euros al mes”, esto son nada más que 1,12 euros la hora. En el mismo artículo Olga explicaba una situación parecida durante su estancia: cuidar de los niños y de la casa, además de dar clases de español no remuneradas a los pequeños. Viendo que no era el suyo el único caso de abuso, decidió abrir un grupo en Facebook llamado “SOS Au Pair” en el que pudo confirmar su sospecha de que muchas au pairs estaban viviendo la misma situación precaria y angustiosa. Una situación que les provocaba agotamiento físico y emocional, además de un continuo estado de ansiedad.
No es una figura laboral
Que algunas familias se aprovechen de la situación de los au pairs es en parte debido a que el sistema se lo facilita. No existe una regulación homogénea a nivel internacional ni europeo. Lo que sí existe es un modelo europeo de contrato que impide que deban trabajar más de 30 horas a la semana y un total de 5 horas al día. La obligaciones, además, deben estar enumeradas en este contrato y la seguridad social debiera correr a cargo de la familia o de un seguro privado. Pero este modelo europeo no se aplica en todos los países, ya que muchos tienen sus propios contratos, como Francia, Bélgica o Dinamarca.
En lo que se refiere a la cobertura médica, también dependerá del país en el que se encuentren. Por ejemplo, en Francia los au pair están cubiertos por la sanidad pública por ley. Pero no así en Reino Unido, uno de los destinos donde más acostumbran a ir los españoles.
Desde España tampoco se puede hacer mucho para regular las condiciones de trabajo, ya que tal como afirmó el Ministerio de Empleo a El Mundo “esta no es su competencia ya que el 'au pair' no es una figura laboral”.
Maneras de “ir con cuidado”
Después de que en Irlanda se condenara a una familia a indemnizar a una au pair por explotación laboral, se hicieron más conocidos los casos de estafa y de abuso. Lo que ha permitido recopilar conocimientos para evitar algunos problemas.
Ve con una agencia que sea de fiar: aunque salga un poco más cara la gestión, la agencia velará por el cumplimiento de un contrato que no incluya trabajo de más. Si luego hubiera un problema en el país anfitrión, también te pueden ayudar a buscar otra familia y a darte alojamiento mientras tanto. Eso sí, consulta antes las opiniones sobre aquella agencia, pues ha habido casos de agencias que ofrecían condiciones ilegales. Para saber los derechos y obligaciones del au pair en cada país, puedes consultar aquí.
Evita las estafas: La red de au pairs también es víctima de estafas virtuales. En redes sociales, sobre todo, se pueden encontrar anuncios falsos que pueden pedirte dinero por adelantado (NUNCA, NUNCA HAGAS ESO). En otros casos te ofrecen bonitas condiciones pero sin contrato. Una vez allí, pueden incumplir todo lo que acordasteis de palabra.
En España existe la Asociación Española del Programa Au Pair, la única asociación reconocida para velar por la calidad del Programa Au Pair en España y para los españoles en el extranjero. Ésta cuenta con diversas agencias asociadas, con lo que te podrá resultar más fácil identificar las agencias de confianza. Si tienes dudas sobre el programa y has encontrado algún anuncio sospechoso también será un buen órgano de consulta.
Antes de lanzarte a la aventura au pair, recuerda documentarte sobre la normativa del país de destino y sobre tus derechos. Asimismo, haz que tu familia de acogida también los conozca. No dejes que nadie se aproveche de las ganas de trabajar de una persona joven.
