Prepárate la entrevista de trabajo, te espera el aspirante
Redacción Protección Laboral05/09/2016
Prepararse una entrevista puede ser un auténtico quebradero de cabeza para el candidato: los nervios de dar una buena primera impresión, ensayar las respuestas de las típicas preguntas trampa e incluso escoger la ropa para aquel día. Pues nosotros pensamos que lo mismo –o casi- debería darse en la dirección opuesta, es decir, que el entrevistador también debe prepararse a conciencia la entrevista. Algunos de nuestros lectores son del sector de los Recursos Humanos y seguro que han realizado más de una entrevista a lo largo de su carrera. Pues bien, el artículo de hoy va para ellos. Son consejos para el entrevistador que esperamos que sean de utilidad para todos, ya sea la primera vez que los leéis o para recordaros algunos buenos tips para esta importante tarea.
Antes de entrar en materia, un buen entrevistador debería ser consciente de la actitud que proyecta a su entrevistado. Cada uno tiene sus técnicas aunque, personalmente, nosotros no creemos en la intimidación como herramienta para sacar mejores respuestas a un aspirante. Los nervios a los que acostumbra a inducir pueden esgar la calidad e incluso la sinceridad de las respuestas, además de hacer que una persona parezca más insegura de lo que en realidad es; el candidato no actúa en su día a día como si estuviera siendo entrevistado.
De hecho, se recomienda hacer lo posible para crear un ambiente cómodo y que fomente la empatía, mostrando calidez e interés por la persona. Hablando de interés, estudiarse a conciencia el currículum y demostrarlo en el momento de la entrevista, también ayudará al candidato a sacar lo mejor de sí mismo. Saber escuchar será clave: algunos expertos afirman que el entrevistador no debería hablar más del 20% del tiempo que dure la entrevista. En el 80% restante debería escuchar activamente.
¿Debes ser crítico con las respuestas del entrevistado? Sí, hay que tener espíritu crítico para evaluar, pero mejor después de la entrevista, no durante. Eso no significa que tengamos que hacer lo contrario. Si le ayudamos demasiado poniéndole preguntas que ya sabemos que contestará sin problema, tampoco descubriremos nada que no supiéramos, ¿no?
Nada más empezar, se aconseja que el entrevistador hable un poco sobre la empresa y sobre el puesto a cubrir. No sólo es una buena manera de romper el hielo, sino que le servirá al candidato como guía a la hora de contestar las preguntas, pues las podrá adaptar al contexto.
¿Y cuáles son las mejores preguntas para hacerle? Aquí podemos ver algunos ejemplos:
Tan importante es decidir qué se preguntará como saber qué no se debe preguntar. En la página especializada en reclutamiento, Monster, nos indican las peores preguntas para hacer durante una entrevista. Algunas de ella son:
La actitud
Antes de entrar en materia, un buen entrevistador debería ser consciente de la actitud que proyecta a su entrevistado. Cada uno tiene sus técnicas aunque, personalmente, nosotros no creemos en la intimidación como herramienta para sacar mejores respuestas a un aspirante. Los nervios a los que acostumbra a inducir pueden esgar la calidad e incluso la sinceridad de las respuestas, además de hacer que una persona parezca más insegura de lo que en realidad es; el candidato no actúa en su día a día como si estuviera siendo entrevistado.
De hecho, se recomienda hacer lo posible para crear un ambiente cómodo y que fomente la empatía, mostrando calidez e interés por la persona. Hablando de interés, estudiarse a conciencia el currículum y demostrarlo en el momento de la entrevista, también ayudará al candidato a sacar lo mejor de sí mismo. Saber escuchar será clave: algunos expertos afirman que el entrevistador no debería hablar más del 20% del tiempo que dure la entrevista. En el 80% restante debería escuchar activamente.
¿Debes ser crítico con las respuestas del entrevistado? Sí, hay que tener espíritu crítico para evaluar, pero mejor después de la entrevista, no durante. Eso no significa que tengamos que hacer lo contrario. Si le ayudamos demasiado poniéndole preguntas que ya sabemos que contestará sin problema, tampoco descubriremos nada que no supiéramos, ¿no?
Temas de contenido
Nada más empezar, se aconseja que el entrevistador hable un poco sobre la empresa y sobre el puesto a cubrir. No sólo es una buena manera de romper el hielo, sino que le servirá al candidato como guía a la hora de contestar las preguntas, pues las podrá adaptar al contexto.
¿Y cuáles son las mejores preguntas para hacerle? Aquí podemos ver algunos ejemplos:
- ¿Qué es lo que más le atrae de este puesto? Esta es una gran manera de descubrir hasta qué punto ha investigado el aspirante el puesto de trabajo. Y por extensión, su grado de interés.
- ¿Ha cometido errores a lo largo de su carrera? Todo el mundo los comete y si alguien dice que no, pues seguramente hemos detectado a un mentiroso. De los errores se aprende y no hay por qué avergonzarse de ellos.
- ¿Con qué tipo de equipos está acostumbrado a trabajar? Multidisciplinares, trabajador autónomo, departamentos dedicados a una sola disciplina… No hay respuesta buena, pero un buen entrevistador sabrá que es lo que más le conviene para la vacante.
- ¿Qué le gustaría aprender? Es una buena manera de conocer sus inquietudes. Se valora mucho tener ganas de aprender dado que esto le facilitará adaptarse a los cambios que se puedan dar en la empresa.
Preguntas que NO hay que hacer
Tan importante es decidir qué se preguntará como saber qué no se debe preguntar. En la página especializada en reclutamiento, Monster, nos indican las peores preguntas para hacer durante una entrevista. Algunas de ella son:
- Hábleme de usted: No sólo no es una pregunta, sino que puede inducir al entrevistado a verse obligado a compartir información personal que no desea.
- ¿Dónde se ve dentro de 5 años?: “Oye, acabamos de conocernos”. Esa persona no sabe siquiera si va a ser contratada. De seguro, si nos dice que dentro de esta empresa no es verdad, porque ni siquiera la conoce por dentro. Pero es la clase de respuesta que se espera para esta pregunta y los candidatos ya lo saben.
- ¿Estado civil?: Bueno, ésta no sólo no es ética sino que es ilegal. Por no hablar de discriminatoria. Es una pregunta que se acostumbra a realizar a las mujeres para saber si hay posibilidades de que se queden embarazadas y tengan que coger la baja por maternidad. Lanzar una pregunta así a una mujer es machista y un abuso de privilegio.
- Preguntas relacionadas con sexualidad, raza, religión, edad o minusvalía. Muchas también son ilegales y, por supuesto, discriminatorias.
- ¿Por qué debería contratarle a usted y no a otro? No conoce a los otros candidatos, es una pregunta que no tiene sentido. Si nos interesa saber sus puntos fuertes para este tipo de trabajo, se lo podemos preguntar directamente y sin necesidad de incomodar.