Tecnología y responsabilidad
Redacción Protección Laboral29/03/2016
En España tenemos un ‘barómetro’ en el absentismo, que arroja luz sobre otras tendencias como la siniestralidad. Por lo general, el alza del absentismo que estamos viviendo coincide con el incremento simultáneo de los accidentes laborales. No está claro si el absentismo provoca siniestralidad, o es la siniestralidad la que dispara el absentismo. Sea como fuere, la estadística empezaba a constatar un repunte de la siniestralidad en el puesto de trabajo ya en 2015 (alzas superiores al 6%). Los accidentes ‘in itinere’ (desplazamientos hacia o desde el centro de trabajo) también superaban el 7%. En suma, el aumento generalizado de la siniestralidad laboral afectaba a las cuatro grandes divisiones de la actividad económica (agricultura, industria, servicios y conocimiento).
Lo que parece incontrovertible es una relación de causa-efecto entre siniestralidad y aceleración económica, circunstancia que se exacerba en España. Al respecto, el Sindicato CCOO advertía que “la evolución de los índices de incidencia revela que la siniestralidad está aumentando a un ritmo muy superior al empleo, siendo la prevención de riesgos laborales una de las primeras víctimas de la crisis económica”.
Convivir con los accidentes es una lección que hemos aprendido desde la noche de los tiempos. Sin embargo, la revolución tecnológica nos está redimiendo de dejarnos la vida en el tajo. En el Salón Internacional de la Seguridad, Sicur 2016, podremos conocer los últimos desarrollos para la prevención de la siniestralidad laboral. La industria ha puesto a nuestro alcance todo un arsenal de soluciones de protección individual, protección colectiva, o ayudas técnicas como ingenios robotizados (industriales y hasta personales), y exoesqueletos que multiplican la fuerza humana.
Pese a todo, la humanidad no ganará su batalla contra la siniestralidad laboral solo con tecnología. Se necesita un profundo cambio de mentalidad de los trabajadores y, sobre todo, de los cuadros directivos en las empresas. Y ese cambio empieza por elevar a axioma que el accidente no puede ser admitido como una especie de tributo del trabajo, por arriesgado que éste sea.
En coherencia con nuestro habitual discurso, repetiremos que se trata de inducir un cambio positivo tomando la seguridad y salud laborales como un ‘credo’, cuya síntesis es: “Más (salud laboral) se traduce en menos (accidentes)”. Los aliados de la sociedad del trabajo en la lucha contra la siniestralidad son la tecnología, pero sobre todo la responsabilidad.
Lo que parece incontrovertible es una relación de causa-efecto entre siniestralidad y aceleración económica, circunstancia que se exacerba en España. Al respecto, el Sindicato CCOO advertía que “la evolución de los índices de incidencia revela que la siniestralidad está aumentando a un ritmo muy superior al empleo, siendo la prevención de riesgos laborales una de las primeras víctimas de la crisis económica”.
Convivir con los accidentes es una lección que hemos aprendido desde la noche de los tiempos. Sin embargo, la revolución tecnológica nos está redimiendo de dejarnos la vida en el tajo. En el Salón Internacional de la Seguridad, Sicur 2016, podremos conocer los últimos desarrollos para la prevención de la siniestralidad laboral. La industria ha puesto a nuestro alcance todo un arsenal de soluciones de protección individual, protección colectiva, o ayudas técnicas como ingenios robotizados (industriales y hasta personales), y exoesqueletos que multiplican la fuerza humana.
Pese a todo, la humanidad no ganará su batalla contra la siniestralidad laboral solo con tecnología. Se necesita un profundo cambio de mentalidad de los trabajadores y, sobre todo, de los cuadros directivos en las empresas. Y ese cambio empieza por elevar a axioma que el accidente no puede ser admitido como una especie de tributo del trabajo, por arriesgado que éste sea.
En coherencia con nuestro habitual discurso, repetiremos que se trata de inducir un cambio positivo tomando la seguridad y salud laborales como un ‘credo’, cuya síntesis es: “Más (salud laboral) se traduce en menos (accidentes)”. Los aliados de la sociedad del trabajo en la lucha contra la siniestralidad son la tecnología, pero sobre todo la responsabilidad.