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Las exportaciones podrán ser un motor en el 2011

18/02/2011

18 de febrero de 2011

En 2010 la economía mundial resultó algo más esperanzadora que durante el 2009 y la zona europea no fue la excepción ,ya que ayudada por los impulsos fiscales y monetarios, amén de las exportaciones, evolucionó con un crecimiento medio del PIB del 1,7%. Sin embargo, España fue la único economía mediana o grande del mundo que retrocedió durante el 2010, ya que según los datos publicados ayer, el PIB español cayó en un 0,1% con respecto al del 2009 y no obstante, las previsiones ligeramente optimistas para 2011, la economía española seguirá estancada con altos niveles de desempleo.

La caída en el PIB se produjo por la reducción de la demanda interna, especialmente la de la construcción residencial e infraestructuras, así como del consumo público. También paralizó el crecimiento en 2010 el aumento del IVA, que provocó la disminución de las matriculaciones de turismos y de ventas minoristas y en general de la demanda interna de bienes de consumo duradero y de equipos. Sin embargo, las exportaciones crecieron en un 5,4% produciéndose una mejora importante del sector exterior con respecto al año 2009, cuando las exportaciones cayeron 11,6% y las importaciones lo hicieron en un 17,8%.

Para el presente año, está previsto que el crecimiento mundial y los problemas geopolíticos en otros destinos turísticos configurarán un escenario todavía más vigoroso para nuestras exportaciones, lo que nos permitiría vía el sector externo dejar esta grave crisis paulatinamente. Parece, por tanto, que España se encamina hacia una estructura más competitiva y con un crecimiento más sano. Ello se debe, entre otros motivos, a que en 2010 se redujeron los precios de los productos industriales por la intensa caída del coste laboral por unidad de producto, especialmente en el cuarto trimestre.

En 2011, al parecer se mantendrá este patrón de crecimiento: una demanda interna estancada y una demanda externa actuando como motor de la economía. En este sentido, las empresas españolas se encuentran en un momento decisivo para su futuro, apostando por aumentar la cantidad y calidad de nuestra oferta exportadora. Pero este cambio llevará mucho tiempo, por lo que tendremos que soportar, durante los próximos años, crecimientos económicos muy bajos. Tendremos que esperar probablemente al año 2015, para que España empiece a crecer por encima del 2%.