Enganchados al vinilo

“Hace unos cinco años empezó a extenderse su utilización en el ámbito del interiorismo y la decoración. Y desde hace tres se ha generalizado su uso en el sector, donde se lleva a cabo desde pequeños vinilos decorativos hasta grandes e impresionantes composiciones que ocupan paredes enteras”, explica Carol Marco, estudiante de diseño y una de las responsables de la marca catalana Viniloestil. Explica que este fino y resistente material, mayoritariamente de PVC, autoadhesivo hace años, que se utiliza en comunicación visual y publicidad, señalética y rotulación —“grandes vallas publicitarias, rótulos comerciales... ¡hasta señales de tráfico!”—. Escaparates, vehículos de empresa, han vivido durante años ‘enganchados’ al vinilo. “Sucedió que los fabricantes fueron creando series de vinilos más específicos para cada superficie, con diferentes acabados y texturas” —añade Luciana Caretta, diseñadora y gerente de Zebra Vinilos, empresa alicantina— “hay vinilos para cristal, imitación ácido, de fundición —más moldeables— para vehículos, mates y brillos para paredes, de texturas...”.

Pocas superficies se resisten al vinilo decorativo de interiores. Se puede pegar sobre acero, aluminio o cristal, maderas lacadas o barnizadas, melaminas, fachadas de mármol, granito, azulejos, PVC, metraquilatos, techos y suelos. “La gran batalla a la que ahora nos enfrentamos —explica Carol Marco— es al gotelé, muy extendido aún en muchos hogares. Hace relativamente poco han empezado a surgir nuevos vinilos y técnicas para adaptar los adhesivos al estucado, aunque nosotros no somos partidarios de ello y no nos convence el resultado, ni técnica ni estéticamente”. Superficies muy porosas, como el hormigón, o que desprendan polvo, como la pizarra, no son territorio para estos adhesivos.

“Con el vinilo puedes decorar azulejos, poner detalles en el cuarto de baño. Se pueden usar para clasificar condimentos en los frascos de cocina. Nosotros tenemos una línea para mamparas y puertas de cristal, que les dan un toque sofisticado”, comenta Luciana Caretta.

Las múltiples aplicaciones de los vinilos autoadhesivos y su continua evolución hacen del vinilo un producto que promete larga vida. Y la búsqueda de nuevos materiales es un ejemplo de estas aspiraciones de longevidad. “Como los de la serie Di-Noc de la firma 3M —apunta la responsable de Zebra Vinilos— que tienen una textura con un realismo asombroso de madera, granito, mármol o fibra de carbono. Hay vinilos que imitan el espejo. También ha salido un material de impresión —que combina PVC con tejido sintético—, que se encola como un papel pintado, pero con la ventaja de que puedes poner la imagen que más te guste, es decir, personalizarlo 100%”. Es apto para los que temen no colocar bien los fotomurales y prefieren pegar y despegar la lámina encolada tantas veces como sea necesario. “Suponemos que se incorporarán cada vez más materiales, como el vinilo felpa, o imitaciones de texturas como la raíz, la antracita, el acero inoxidable o el acero pulido”, concluye Caretta.

El vinilo, como hiciera el papel pintado en su momento —y que, sofisticado, ha vuelto—, llena las paredes de simetrías retro, creaciones curvilíneas con aires modernistas, de colores pop y fantasías infantiles, frases... La imaginación del diseñador se conjuga con las ideas del cliente, que también tiene la opción de enviar sus ilustraciones o fotografías para que sean impresas sobre el vinilo. “Mediante un laborioso proceso de ilustración podemos crear personajes divertidos, venidos de otros mundos, para los pequeños de la casa, o atrevidas florituras para alegrar un salón, un dormitorio...” explica la responsable de Viniloestil.

Al contrario de lo que pueda parecer, estos nuevos protagonistas de las paredes no compiten con los papeles pintados. “No, que va, muchas veces diseñamos a la carta motivos que hagan juego con el papel pintado que el cliente ha comprado. Hay, incluso, muchos fabricantes de papel pintado que ya venden a sus clientes vinilos de los mismos motivos, para que combinen en un mismo ambiente”, aclara la gerente de Zebra Vinilos. Carol Marco está de acuerdo: “El vinilo se ha convertido en un recurso decorativo más, que puede ofrecer posibilidades distintas a las del papel pintado, pero que también puede compaginarse con él de forma elegante”.

Gente joven o de mediana edad —“mayoritariamente mujeres”, según Marco—, que vive sola, empresas que decoran sus despachos, y parejas con hijos o que los esperan y que quieren decorar habitaciones infantiles. Por ahí va el perfil de los consumidores de vinilos que, a menudo, también lo son de Internet, motivo por el cual los negocios dedicados al vinilo decorativo cuidan sus páginas web, a través de las cuales el cliente puede obtener trabajos personalizados y adquirirlos.

Pequeños negocios donde todo empieza y acaba

Son dos jóvenes emprendedores relacionados con el mundo del arte y el diseño. Viniloestil es una marca que nace en Rètols V.Brugué, empresa de comunicación audiovisual ubicada en Palafrugell (Girona). En 2007 empiezan las primeras colecciones de vinilos decorativos. La mayoría de vinilos son de diseño propio, aunque cuentan con la colaboración de artistas y diseñadores externos. Imprimen en su propio taller.

Zebra Vinilos

Es una pyme de 6 trabajadores ubicada en Elche (Alicante) que se dedica, además de a los vinilos decorativos, a las lonas, el papel pintado y las letras corpóreas. En su taller cuentan con dos máquinas 'plotter' de impresión y dos de corte que les permiten realizar el proceso completo del producto, de la idea a la venta.