La sociedad demanda envases más funcionales

El grupo Caladero es una compañía cuya actividad principal es la extracción, manipulación, transformación y comercialización de productos del mar, frescos o congelados. En catorce años de actividad, ha conseguido ser "líder nacional del mercado de importación de pescado fresco". Caladero apuesta por la calidad total, resultado de una buena gestión logística, combinada con un control de la trazabilidad del producto y fuertes inversiones en investigación, desarrollo e innovación. Por todo ello, esta empresa ha desarrollado líneas de producto innovadoras dentro del mercado, haciendo que Caladero sea una de las empresas líderes en la tecnología para la conservación del pescado.

Las nuevas instalaciones de Caladero en Pla-Za (Plataforma Logística de Zaragoza) constituyen una de las factorías de pescado más modernas y avanzadas tecnológicamente a nivel mundial. Esta fábrica, además, supone un importante impulso al proyecto de venta de pescado fresco envasado en atmósfera protectora.

La innovadora iniciativa, que se concreta en 67 referencias diferentes de pescado, supone un avance en el tratamiento de pescado puesto que, al centralizar la mayoría de las referencias de pescado en las fábricas, se minimizan los olores y desperdicios que genera su tratamiento en las tiendas y en los hogares. Además, este nuevo modelo de venta de pescado refuerza la seguridad alimentaria y garantiza el 100% de su trazabilidad (“desde el barco hasta la bandeja”), al eliminar las sucesivas manipulaciones a las que se encuentra expuesto.

“La sociedad demanda envases más funcionales en cuanto a caducidad, frescura, apariencia, etc.”, comenta Isabel Boix, directora de Calidad de Caladero. Añade además que los cambios en el estilo de vida exigen una “mayor demanda de productos cómodos de consumir y semi-elaborados”.

Y es que cada vez buscamos con mayor ahínco productos que nos produzcan el menor esfuerzo posible. Por motivos de trabajo, familiares, de ocio, o simplemente por comodidad, el actual estilo de vida “ha promovido el auge de la venta de productos listos para consumir (loncheados, cuarta gama, etc.)”, afirma Isabel Boix. El aumento de la demanda de platos preparados ha supuesto una revolución en el mundo del envase y el embalaje. Para este tipo de productos “se han tenido que desarrollar materiales que conserven las cualidades de los mismos, que resistan al calor de los microondas, y que sean fáciles de abrir y transportar” continúa Boix. Esta tendencia a los envases cómodos se puede observar también en “la proliferación de envases de fácil apertura, la posibilidad de cerrar el envase de nuevo una vez abierto, etc.”, concluye la directora de Calidad de Caladero.

Como explica Isabel Boix, “hoy en día nos encontramos con públicos más exigentes que entienden perfectamente que alimentarse va más allá de suplir una necesidad fisiológica”. Por ello es necesario combinar toda una serie de tecnologías para lograr llegar a todos los públicos. El grupo Caladero presenta una amplia gama de productos envasados en atmósfera protectora tratando de adaptarse a las nuevas exigencias de la sociedad.

Este tipo de envasado proporciona varias ventajas. Por un lado, facilita el mantenimiento del producto en perfectas condiciones organolépticas debido a la mezcla de gases que hay en el interior de la bandeja. Esta cualidad es idónea para el producto, evitando el crecimiento microbiológico, los olores y colores anormales. Por otro lado, ayuda al mantenimiento del producto en perfectas condiciones microbiológicas, ya que al ser un envase higiénico evita el contacto con el exterior. Además, al proteger el producto en un envase cerrado, evita olores y cualquier tipo de exudado en la tienda y en las casas de los consumidores.Si a la premisa de la comodidad del consumidor, le sumamos la creciente preocupación por el medio ambiente, encontraremos el camino por el que avanzan los envases de la industria del pescado. Es en estos dos sentidos donde Caladero se centra para diseñar los envases que pueblan y poblarán nuestros supermercados. Por un lado, se trabaja en materiales plásticos con una alta reciclabilidad, como podría ser el PET, donde una parte del material, puede proceder de envases reciclados rPET. Por otro, apuestan por materiales plásticos compuestos por PP. Estos materiales le confieren al envase propiedades de resistencia térmica, sin que el calentamiento en microondas, suponga un riesgo para la salud del consumidor.

“A la hora de innovar hay que tener muy en cuenta la conciencia medioambiental”, apunta Boix. El ecopackaging consiste en diseñar envases que tengan un reducido impacto medioambiental a lo largo de toda su vida útil (durante la fabricación, transporte, uso y posterior destrucción). Esto implica la utilización de recursos renovables, materiales con impacto medioambiental intrínseco bajo, minimización del impacto ambiental, reducción de consumo de energía y generación de residuos en plantas de producción, etc.

Desde el Departamento de Calidad, Medio Ambiente e Investigación y Desarrollo de Caladero, nos señalan que “actualmente los envases más utilizados son las bandejas, tanto preformadas desde distribuidor, como termoformadas en máquina en planta”.En las bandejas preformadas encontramos bandejas Foam compuestas por poliestireno, y una capa llamada Liner, que le confiere propiedades barrera a la bandeja. Este tipo de bandeja es elegida por su versatilidad para albergar diferentes productos, y por su escaso peso, ya que incorpora aire en pequeñas burbujas al material base. Además, se están utilizando también bandejas rígidas, compuestas por PP y Liner. Su composición le confiere gran resistencia y seguridad al envase. Por otra parte su fabricación en PP, permite realizar tratamientos térmicos, sin suponer un riesgo de migración para el consumidor.

Las bandejas termoformadas en máquina en la planta están compuestas por “Poliéster Termoplástico”, material de elección debido a su resistencia, termoformabilidad, y transparencia. La bandeja se consigue partiendo de una lámina, enrollada en una bobina, formando la bandeja mediante la asociación de presión y temperatura. “Al igual que para el desarrollo del producto, para la selección de los envases se marcan directrices que nos permitan obtener la aceptación del público”, comenta Isabel Boix. Para ello “se utiliza un film transparente y una etiqueta semitransparente que permite ver la totalidad del contenido de la bandeja”.

La consultora Nielsen concluye en un estudio realizado a nivel global, que el packaging sustentable se constituye como uno de los principales desafíos actuales a la hora de la innovación. Aunque el ecopackaging eco-amigable todavía no llega a ser la principal prioridad para los compradores, ciertamente es una demanda en potencial crecimiento que la industria alimenticia no puede ignorar.Los resultados muestran que el 49% de los usuarios se resignarían a prescindir de un pack que facilite el almacenamiento en el hogar en pos del medioambiente. En un 48% renunciarían al uso, por ejemplo, de bolsas de cocción o cierres herméticos. Muchas veces, para que el producto llegue en óptimas condiciones al consumidor las empresas apuntaron a mejorar cada vez más su packaging. En ocasiones, esto supone un aumento de la cantidad de residuos generados por los embalajes y las protecciones. Este es el punto de inflexión en el que el tema debe ser abordado para que esos beneficios no se vuelvan en contra al sopesar los usuarios los posibles impactos negativos para el planeta.

En este sentido, el packaging se vuelve casi tan importante como el producto, o por lo menos, un aspecto relevante más, dentro de la estrategia de marketing. Un envase puede ser determinante para seleccionar una compra o lo contrario. Puede estar en línea con el mensaje, la comunicación y los atributos del producto o no y éste es el aspecto que el informe recalca.

Desde cambiar un envase de plástico por uno de cartón, minimizar la cantidad de plásticos que sirven de protección al producto o utilizar mayor cantidad de materiales reciclables, han ido mejorando la relación empresa-ambiente. No obstante, el mercado ha puesto foco en estas problemáticas recientemente, y aún no queda claro ni siquiera la utilización de la palabra “biodegradable” para etiquetar un envase y los reales beneficios de esto al entorno.