Lanxess decidirá en junio si cierra su planta de resinas de Tarragona
3 de mayo de 2005
Tras haber anunciado sus planes de reducir la actual sobrecapacidad de su unidad de negocio de resinas estirénicas, la compañía química
Lanxess decide en estos momentos la viabilidad de cerrar la planta que tiene en Tarragona o la que tiene en la localidad alemana de Dormagen. Decisión que conoceremos muy pronto, a finales del segundo trimestre de este año, o lo que es lo mismo, el próximo mes de junio.
“Abordar cambios fundamentales para garantizar la competitividad de Lanxess a largo plazo”, con este objetivo está trabajando la compañía química alemana, surgida de la escisión de Bayer. Cambios que pasan por la necesidad –afirman sus directivos– de una reestructuración de amplio calado en química fina y resinas estirénicas.
De momento, esta necesidad de reestructuración resulta particularmente urgente en las unidades de negocio de Química Fina y Resinas Estirénicas, donde se está analizando el recorte de hasta 1.200 empleos en total. “Para que estas unidades se pongan al nivel de la competencia”, explicó el presidente de la Junta Directiva, Dr. Axel Heitmann, en la conferencia de primavera de noticias financieras de Colonia (Alemania), se requieren reducciones de costes de, como mínimo, 100 millones de euros al año.
Por ello, Lanxess planea reducir la actual sobrecapacidad de su unidad de negocio de resinas estirénicas concentrando la producción europea en Dormagen (Alemania) o en Tarragona (España). La decisión final sobre cuál de las dos plantas continuará en operación se tomará en el segundo trimestre de este año. Para ampliar la producción de las especialidades más rentables, la compañía ha anunciado que prevé invertir unos 50 millones de euros durante los próximos cinco años en la planta que mantenga operativa.