La gestión de SHE (seguridad, salud y medio ambiente) en SMC

Menzolit Vitroplast empieza su historia en el año 1975 fabricando BMC de forma casi artesanal.

La adquisición por parte de DSM en el año 1990 marca de forma importante el punto en el que realmente los aspectos de Seguridad, Salud y Medio Ambiente se vislumbran como “algo más que meras palabras”. Desde entonces no hemos parado de trabajar en estos tres aspectos y sus propias interelaciones para implantar un Sistema Integrado de Gestión del cual estamos realmente orgullosos.

La Empresa está situada en la localidad de Granollers a unos 20 km. al norte de Barcelona, en lo zona denominada Vallés Oriental, se dedica a la fabricación y venta de compuestos de moldeo (SMC y BMC). Tiene una plantilla de 35 personas y una facturación superior a los 13.000.000 euros.

Desde el punto de vista de la seguridad destacan los más de 3.300 días sin accidentes con bajas (último accidente 15-04-1993). Entre las distintas herramientas utilizadas para conseguir este valor destaca la técnica STOP (Seguridad en el Trabajo mediante la Observación Preventiva de Dupont), la Técnica S.O.S (Situación u Observación Sospechosa) y las Inspecciones de Seguridad, Salud y Medio Ambiente que se hacían de forma periódica en las que lo más importante era la transmisión de los estándares de Seguridad, Salud y Medio Ambiente de los inspectores (Realizadas tanto por Directivos como por Jefes de Equipo).

Desde el punto de vista del medio ambiente, podemos destacar la ausencia de incidentes o accidentes medioambientales, la reducción en la cantidad de residuos generados, la mejora en el conocimiento y aplicación de la legislación medioambiental...

Desde 1990, año de adquisición por parte de DSM, se han ido realizando cursos de formación en los que se ha hablado de los temas de Seguridad, Salud y Medio Ambiente integrándolos en uno solo. Al haber empezado la formación tan pronto, el establecimiento de un Sistema formal de Gestión de Seguridad, Salud y Medio Ambiente no ha sido traumático y no ha supuesto ningún esfuerzo importante en la plantilla. Para facilitar un poco este cambio los primeros cursos de formación interna estuvieron mucho más centrados en aspectos de Seguridad y Salud en el trabajo que en los aspectos medioambientales. En esta formación inicial tan sólo se trataban de pasada algunos datos de Medio Ambiente para que fuera “sonando” pero sin profundizar. A partir de 1997 se empezó a profundizar más en aspectos medioambientales utilizando no sólo cursos formales sino también utilizando otros medios menos formales pero igualmente efectivos como trípticos realizados en la propia empresa.

Cuando se desea buscar la participación de todo un colectivo en algo “novedoso” la información aportada sobre ese tema debe ser abundante y de calidad. La cantidad de información debe ser controlada ya que un exceso de información podría provocar el aburrimiento del colectivo y por lo tanto su nula cooperación. Es importante establecer claramente la calidad de la Información: debe ser suficientemente específica y sobre todo se debe cuidar el lenguaje utilizado huyendo de un exceso de tecnicismos. La vía de presentar esta información también debe ser la adecuada para lo que queremos transmitir. Se debe jugar con la Información formal y con la informal.

En este caso también se empezó haciendo más énfasis en aspectos de Seguridad y Salud en el trabajo para ir incorporando poco a poco la información correspondiente a la relación entre la actividad industrial y el Medio Ambiente.

Todo Sistema de Gestión debe apoyarse en documentos que controlen el sistema y nos ayuden a “ir por el buen camino y no desviarnos”. Durante 1997 se empezó a introducir la documentación del Sistema de forma bastante Informal pero estableciendo ya las bases para esa cultura que deseábamos crear. La primera documentación del Sistema no fue el Manual sino los Procedimientos e Instrucciones más relevantes y que mejor cumplían y conocían todos los trabajadores de la Plantilla. De esta forma la documentación no era un “enemigo” sino un aliado ya que reflejaba lo que se hacía realmente. Durante 1998 ya se editaron todos los documentos que tenían que formar parte del Sistema de Gestión.

En este caso ya desde el principio se hablaba de Seguridad, Salud y Medio Ambiente como un todo.

Implantar un Sistema de Gestión integrado en el año 1999 y certificarlo era algo poco usual pero esa fue la apuesta que nos hicimos.

Los requisitos del EMAS, los de la ISO 14001, una parte de la UNE 41800 EX y otra parte de nuestra cosecha propia nos proporcionó la base para un Sistema de Gestión basado en ocho puntos básicos:

1. Política y Objetivos de Seguridad, Salud y Medio Ambiente
2. Planificación de la Seguridad, la Salud y la protección del Medio Ambiente
3. Organización y Comunicación
4. Reglas y Procedimientos
   (Control operacional)
5. Educación, Instrucción y Formación
6. Supervisión, Inspecciones y Auditorías
7. Mediciones, registros y Análisis
8. Informes de Seguridad, Salud y Medio Ambiente.

No nos planteamos si debíamos integrarlos o no; simplemente era lógico. No se puede gestionar el Medio Ambiente sin tener en cuenta la seguridad de las personas; no podemos gestionar la seguridad y la salud de los trabajadores sin tener en cuenta el Medio Ambiente que les rodea con el cual interactúan, juegan, viven y se alimentan.

La propia particularidad del Sistema de Gestión nos obligaba a trabajar de forma conjunta y por ello se creó el Comité Central de Seguridad, Salud y Medio Ambiente y el Comité de Seguridad, Salud y Medio Ambiente de los Trabajadores. Ambos órganos, en sus respectivas atribuciones, son los responsables de controlar e impulsar el Sistema de Gestión de Seguridad, Salud y Medio Ambiente.

Evidentemente no disponíamos de una varita mágica que nos permitiera implantar el Sistema y Certificarlo de un día para otro. La implantación del Sistema empezó de forma progresiva y no formal en el año 1996 con la introducción de los primeros procedimientos sin Manual de Gestión. Esto nos ayudó mucho ya que permitió, no sólo a los trabajadores sino a todo el colectivo de la Empresa, adaptarnos en un tiempo adecuado y por lo tanto disminuyendo las reacciones adversas habituales en los cambios. Aunque el personal suele aceptar bien una mejora en las condiciones de trabajo y de calidad de vida, es normal encontrar actitudes contrarias a los cambios (los cuales, a menudo, son inevitables). El mejor sistema para superar este tipo de actitudes no es nunca la imposición sino el convencimiento. Esto significa tener paciencia y no esperar resultados de una forma inmediata sino de forma gradual. La ventaja de este sistema es que además, provoca que se establezca una comunicación directa y por lo tanto una mejor relación entre las personas.

Un sistema de gestión debe estar vivo para que pueda mejorar pero también tiene que ser controlado para que no se desvíe del camino correcto. Nuestro Sistema de Gestión está controlado mediante indicadores que se actualizan de forma periódica en función de su relevancia. Estos indicadores han sido escogidos entre un amplio margen de ellos de tal forma que nos faciliten el control del Sistema de Gestión así como alertarnos de forma temprana de posibles desviaciones. El Control no se considera como un trabajo exclusivo del Departamento de Calidad, Seguridad, Salud y Medio Ambiente sino que se implica a todos los Departamentos en el desarrollo del Sistema de Gestión. Así las inspecciones de Seguridad, Salud y Medio

Ambiente que se realizan de forma periódica en la zona de producción pueden ser realizadas por responsables de Ventas, de Compras...

El Comité Central de Seguridad, Salud y Medio Ambiente está formado por el Director General, el director de Calidad, Seguridad, Salud y Medio Ambiente y por el Director del cada uno de los departamentos de la Empresa,. En las reuniones mensuales de Dirección se exponen los temas de Seguridad, Salud y Medio Ambiente de la misma forma y con la misma relevancia que se exponen, por ejemplo: resultados de mercado, estado de proyectos de investigación o estrategia de compras, etc. Todos los Departamentos tienen información puntual del estado del sistema. Para terminar, el Comité de los trabajadores realiza un control de aquellos puntos que influyen más directamente en los trabajadores y su entorno siempre desde el punto de vista de prevención.

Todo buen Sistema de Gestión que se precie debe poder satisfacer objetivos tangibles como los económicos, el cumplimiento de la legislación, etc., pero también debe satisfacer unos objetivos tan “intangibles” como son: la satisfacción del trabajador, visión preventiva (no reactiva), etc. Un sistema de gestión debe ser además rentable. Los resultados que hemos obtenido demuestran que se puede velar por la Seguridad y la Salud de los trabajadores, por la protección del Medio Ambiente y además obtener una serie de beneficios económicos importantes (costes derivados de las bajas por accidente laboral, reducción de la cantidad de residuos generados y por lo tanto gestionados, reducción del consumo energético, ausencia de sanciones administrativas...).

Veamos estos ejemplos de forma más visual.

Como puede verse en el gráfico, el índice de Residuos ha disminuido en un 70 % respecto a los valores obtenido en el período 1998-1999 (el cual se toma como 100). Esto se ha conseguido mediante la colaboración de todos los trabajadores y fomentando la separación de residuos de forma correcta.

También en este caso la disminución en KWh/Ton respecto al período 1998-1999 (valor 100) es destacable, tanto desde el punto de vista medioambiental como desde el punto de vista económico. Se han instalado detectores de presencia en diversas estancias que permite un uso más racionalizado de la electricidad. También se ha realizado una revisión exhaustiva de la instalación eléctrica para reducir al máximo las pérdidas de energía.

El agua consumida se utiliza exclusivamente para riego de zonas ajardinadas y uso sanitario.

El agua utilizada para riego se extrae de un pozo situado en la propiedad y su consumo se ha ido ajustando en función del período estacional y del agua disponible. Este uso más racional ha provocado que en el período 2000- 2001 se hayan consumido 190.000 litros menos que en período anterior y 350.000 litros menos que en el período 1998-1999 como puede observarse en el gráfico.

Gestionar Seguridad, Salud y Medio Ambiente de forma conjunta genera grandes ventajas tanto desde el punto de vista administrativo como desde el punto de vista económico ya que la visión que se dispone de la empresa es mucho más global.

El éxito de un Sistema de Gestión depende de la información y de la formación facilitada, así como y en gran medida, de la paciencia.

Pero, sin dudarlo, la mejor conclusión a la que hemos llegado, la avala la cifra de los más de 3.300 días sin baja por accidente laboral y la ausencia de accidentes medioambientales. 1998-1999 1999-2000 2000-2001