Armas "no letales" de plástico
Armas "no letales" de plástico
El armamento del futuro estará destinado a evitar matar al adversario. El actual hueco entre el uso de fuerza letal y el no hacer nada se llenará de materiales poliméricos y composites que servirán igualmente para conseguir objetivos militares, evitando que cuando los telespectadores vean imágenes sangrientas de violencia y muerte se pierda el apoyo popular a misiones que pueden estar, por otra parte, plenamente justificadas
- Ciertamente, incluso al telespectador más endurecido le cuesta identificarse con los causantes de las imágenes de guerra que suele transmitir la cadena CNN, por más que sean soldados de nuestro propio país, y asumir la parte de responsabilidad que nos incumbe como miembros de una sociedad democrática. Por esta razón, están ganando terreno los que defienden el uso de nuevas armas no letales frente a los "halcones" que creen que, en cuanto se produzcan las primeras bajas en nuestro bando, se dejarán de lado los nuevos artilugios y se disparará a matar.
Pero la eficiencia de estas nuevas armas ha tenido ya una primera demostración hace poco, cuando pequeñas bombas conteniendo miles de fibras de composite de carbono lanzadas desde un F-117A paralizaron durante siete horas el 70% de la red eléctrica de Yugoslavia. Nadie fue herido ni se dañó el entorno, pero la indefensión del contrario en un caso tal es muy elevada. El sistema puede afectar del mismo modo a los motores de tanques y vehículos militares o civiles, así como a los de disparo de cohetes y muchas armas automáticas, o a los de radar de los aeropuertos, también militares o civiles. ¿Para qué destruirlos, si luego se tendrá que poner en marcha un nuevo "Plan Marshall" para recuperar la economía del país?.
El curioso armamento de plástico
Los nuevos arsenales incluirán balas de goma que al contactar liberan una enorme cantidad de espuma polimérica pegajosa que si no inmoviliza al adversario, fastidiarle si que le fastidia. El único problema es que se ha encontrado que puede ahogar al receptor si conecta su cara y se está desarrollando una espuma que permita respirar a su través, de modo que el desarrollo continúa. Otro elemento curioso se corresponde con un tipo de asiento no muy popular en nuestro país, los denominados "bean bags" que son unos sacos que contienen una cantidad de bolas de material semirrígido que adoptan la forma que uno desee para sentarse, si no necesita estar cómodo. Estos bean bags, disparados a gran velocidad, liberan las bolitas que esta vez son de un material urticante que puede imitar el efecto de un panal de abejas enfurecidas.
Las espumas poliméricas arriba citadas no son las únicas en experimentación. Otras espumas rígidas de endurecimiento rápido intentan sellar puertas o ventanas de edificios para evitar el acceso o el escape y unas más curiosas son las resbaladizas que se supone que pueden hacer perder tracción a los vehículos o personas en puentes y otras zonas.
Pero imitando a Spiderman, se intenta lanzar redes de tela de araña para parar hélices de buques o inmovilizar helicópteros: el problema es que las colonias de arañas no proporcionan la cantidad suficiente de esta seda pegajosa, cinco veces más fuerte que el acero y, por lo tanto, se investiga en el desarrollo de una fibra polimérica que pueda sustituirla industrialmente.
Naturalmente, se incluyen sistemas no poliméricos como los electrónicos y electro-magnéticos y otros que es preferible no mencionar, pero sería bonito que la industria de plásticos pudiese contribuir a que, si son necesarias nuevas guerras, sean al menos incruentas.
