El 36% de los plásticos consumidos se destinan a envases y embalajes

El sector del envase y embalaje es el mayor consumidor de plásticos. De hecho, el 36% de los plásticos se destinan a envases y embalajes, seguidos de la construcción con el 21% y el automóvil (12%). Tal y como explica la plataforma EsPlásticos, el ámbito alimentario, el ecodiseño y la innovación en los envases plásticos nos permiten consumir los alimentos con la máxima seguridad, comodidad y en mejores condiciones. Además, contribuyen a reducir el desperdicio alimentario. Gracias a ellos, la comida dura más tiempo conservando toda su calidad. Los plásticos ayudan a preservar la salud y seguridad de las personas, y son idóneos para la fabricación de muchos productos esenciales. Cumplen, asimismo, con las legislaciones y normativas más exigentes a nivel internacional, europeo y nacional, garantizando así que son los materiales más seguros.

Si la innovación es una de las señas de identidad de la industria de los plásticos, podría decirse que, para el consumidor, en los envases y embalajes es más visible aún. En la feria Equiplast, que tendrá lugar en Barcelona del 30 de mayo al 2 de junio de 2023, se podrán observar los esfuerzos actuales de la industria para que los envases sean más circulares y que cada vez incorporen más cantidad de plástico reciclado. Para ello, por ejemplo, se están llevando a cabo desarrollos en envases activos e inteligentes que alargan la vida útil de los alimentos e informan sobre su estado para garantizar la seguridad alimentaria.

El continuo aumento de la población mundial, la creciente urbanización, las mayores tasas de empleo y el aumento de los ingresos están impulsando la demanda mundial de alimentos envasados. La Asociación de Maquinaria de Procesado y Envasado de Alimentos VDMA, prevé que las ventas mundiales de alimentos envasados (no solo en plásticos) aumenten un total del 14% hasta alcanzar los 932 millones de toneladas en el periodo 2021-2026.

En las regiones en desarrollo y los países con menor consumo per cápita, la demanda aumentará a un ritmo superior a la media. Es el caso, en particular, de Asia, Oriente Medio y África. Aquí, pero también en América Latina y Europa del Este, cada vez son más los consumidores que compran productos de alta calidad e higiénicamente producidos y envasados. En mercados saturados con un consumo per cápita de alimentos envasados ya elevado, la demanda también se mantiene estable a un nivel alto. La concienciación y el comportamiento de los consumidores están cambiando. Los consumidores prestan más atención a qué y cuánto comen y compran menos de forma consciente, también para tener que tirar menos.

Europa Occidental representa el 18% del consumo mundial de alimentos envasados y se espera que la demanda aumente un 9% entre 2021 y 2026, hasta alcanzar 157 millones de toneladas en 2026. El país con mayores ventas en Europa Occidental es Alemania, con una cuota del 30%, seguido del Reino Unido, con una cuota del 15%, y Turquía, con una cuota del 14%. Le siguen Italia y Francia, con un 13% cada uno. La mayor categoría de productos es la de los lácteos, seguidos de los productos de panadería, frutas y hortalizas, carne, el marisco y las alternativas a la carne.

La economía circular y la gestión de recursos son temas prioritarios para la industria global del envasado y de los alimentos. El objetivo de la economía circular consiste en no descartar como desechos los diversos materiales al final de su vida útil o productiva sino reutilizarlos como materiales de alta calidad a través de procesos inteligentes. De esta forma es posible ahorrar energía y preservar tanto los recursos como el medio ambiente. El mercado demanda soluciones y materiales sostenibles para el envasado y los plásticos están constantemente dando pasos adelante.

Uno de los abordajes consiste en utilizar menos material en el envasado y embalado. Gracias a materiales de menor grosor, películas más delgadas, formatos optimizados y nuevas técnicas de procesamiento, los envases son cada vez más livianos y conservan los mismos niveles de funcionalidad y estabilidad.

Otro elemento clave de la economía circular son los envases que se pueden reciclar fácilmente. Los envases plásticos producidos con un solo material, en lugar de materiales compuestos por múltiples capas diferentes, se pueden clasificar y reingresar al ciclo más fácilmente. También está aumentando la demanda de envases producidos con materia prima renovable, como los bioplásticos, que se consideran una alternativa a los envases plásticos tradicionales.

Finalmente, el diseño para el reciclado es un factor importante que contribuye a aumentar la tasa de reciclado, en particular de los envases plásticos.