¿Un teclado a prueba de balas?
Un teclado a prueba de balas?
Los teclados digitales representan un desafío de diseño: un teclado de acceso tienen un volumen de uso muy elevado, se montan a menudo al exterior donde soportan frío, calor y lluvia y, según parece, los americanos tienen una gran amplitud de criterio respecto a lo que es un dedo. Los teclados se accionan con bolígrafos, llaves de coche e incluso navajas de bolsillo. Por ello, el desarrollo de un nuevo teclado, además de ser a prueba de humedad utilizando la técnica de membrana sin partes móviles, debe estar preparado para evitar que su accionamiento con objetos punzantes no lo dañe. Los modelos DK-20 anteriores de Securitron utilizaban para ello una membrana gruesa de policarbonato, pero el problema que quedaba por resolver es que el uso de tal tipo de objetos no necesita perforar la membrana para que las puntas agudas no acaben dañando el interruptor. La solución ha consistido en montar el interruptor de membrana bajo un tipo y forma especial de caucho. La estructura es un perfil de aluminio extrusionado en el que asoman por unos taladros tetones de dicho caucho, que incluso evitan el accionamiento del interruptor si el objeto usado es demasiado agudo, envolviéndolo y recuperando su forma. Esta combinación ha probado ser resistente al fuego hasta poner al rojo la estructura metálica (el caucho se quema en superficie pero el interruptor continúa trabajando) o al vandalismo. Se ensayó respecto a impactos de bala de 9 mm y soportó dos disparos desde 6 metros, dejando de funcionar sólo al recibir el tercer impacto. De modo que es a prueba de dos de cada tres balazos.