Tendencias del mercado en la extrusión de película soplada

Por una lado, debido a la reducción de los márgenes en sus productos estándar, la industria de procesado de película afrontó la necesidad de líneas de extrusión de 3 capas en configuraciones estandarizadas que satisficieran las exigencias técnicas de los productos, pero sin ningún sobredimensionamiento de ingeniería o consideración especial que incrementara de manera innecesaria el coste de las máquinas. Esto dio como resultado una estrategia de diseño con gran eficacia de costes para anchuras de trabajo entre 1.600 y 2.200 milímetros. Se descubrió que los sistemas de este tamaño eran los más rentables en lotes de menor tamaño y que requirieran poco equipamiento subsiguiente, como impresoras o laminadoras.

En el otro extremo del espectro, hay máquinas para productos de alta calidad que utilizan formulaciones de materia prima enormemente avanzadas con estructuras complejas de cinco, siete o nueve capas. Los fabricantes pudieron mejorar las características de estos productos refinando la selección de materias primas y utilizando aditivos especiales para capas individuales. Esto les permitió imponer precios de mercado más altos. Varios fabricantes de película que anteriormente hacían exclusivamente películas de 3 capas han invertido en sistemas de 5 capas y han sustituido los compuestos de 3 capas por compuestos de 5 capas para aumentar sus márgenes y su capacidad para cubrir las necesidades del cliente.

Se puede observar una tendencia similar en las películas de barrera que se utilizan para envasar alimentos o productos médicos o farmacéuticos. La última generación para película de alta calidad es un compuesto de 7 capas que utiliza EVOH y PA. La necesidad de los fabricantes de marcar diferencias competitivas y ampliar la gama de productos ha dado como resultado un aumento significativo de la demanda de sistemas para 9 capas. Además de una mayor flexibilidad en la elección de resinas, así como una mejor estructura general de la película, estos sistemas ofrecen mayores ventajas cuando se utilizan aditivos, lo que conduce a importantes reducciones de los costes.

Además de estas tendencias generales, hay también varios casos en la región centrados en aplicaciones para productos específicos. En el sudeste asiático, por ejemplo, se ha producido un aumento acusado de la demanda de envases alimentarios con película de 5 capas.

Hay también otras tendencias, entre las que se incluye el aumento de la demanda de productos de mayor calidad en mercados en vías de desarrollo: hasta hace poco la inversión había estado casi exclusivamente focalizada en aplicaciones sencillas de 3 capas, mientras que ahora hay una tendencia hacia los sistemas de 5 y 7 e incluso 9 capas. En estos países los inversores reciben con frecuencia subvenciones de los gobiernos, lo que reduce el problema del mayor precio de compra de las tecnologías más avanzadas.

Debido a los bajos márgenes de beneficio en los productos estándar como la película fina estirable y termorretráctil para ensilado, los envases para alimentos congelados, bolsas estándar, películas de laminación, bolsas FFS para cargas pesadas, etc., la mejora del rendimiento de producción sigue siendo un elemento clave para estos productos. En este capítulo hay que centrarse en sistemas de enfriamiento fáciles de usar y que sean flexibles, en lo que respecta a cambiar las medidas del producto y las materias primas.

En resumen, se podría concluir que aunque parece que lo peor de la crisis ya ha pasado, la presión sobre los costes sigue siendo muy alta en la industria del procesado.

Para poder producir película de la forma más eficiente posible y reducir aún más los costes en el futuro, adquiere cada vez más importancia el papel de los sistemas automatizados inteligentes y fáciles de manejar. Al mismo tiempo, el mercado exige soluciones óptimas para el control de procesos con capacidad de diagnóstico de fallos local y remoto.