Luis López Mateo: “Los composites son los materiales que más innovan”

Las crines de caballo mezcladas con yeso o el barro conjugado con la paja son los precursores de los materiales compuestos del presente y del futuro. Le siguieron descubrimientos como la fibra de vidrio (a principios del siglo XVIII), el estireno, el vinilo o el poliéster. Actualmente, “los composites son los materiales que más innovan en el mundo” según Luis López Mateo.

Miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Químicos de la Comunidad Valenciana, López Mateo señala tres razones que justifican esta innovación. Los composites “consiguen poseer una resistencia mecánica por unidad de peso que aventaja a todos los materiales convencionales” por eso consiguen en cualquier campo de aplicación “estructuras más ligeras”. Por otro lado, gracias a sus características “se pueden fabricar piezas de grandes dimensiones y de formas irregulares en una pieza única, lo que reduce el número de piezas y evita muchas soldaduras y pegados en el conjunto de la obra”. Además, los materiales compuestos “tienen un menor consumo energético y menores emisiones de anhídrido carbónico si consideramos todo el proceso desde la materia prima al producto acabado”.

Ningún proyecto español se presentaba este año a los JEC Innovation Awards, programa creado en 1998 con el objetivo de promover la innovación. Este certamen, celebrado este año en París, premia los mejores desarrollos en el ámbito de los composites. Se entregan premios en las categorías de medio ambiente y reciclado; biomateriales; construcción y edificación; deportes y ocio; transporte; energía eólica; materias primas; procesos y automatización.

Sin embargo, “la industria española de composites está bastante diversificada y somos quizás el país con mayor volumen de producción de composites en la UE” afirma López Mateo. España es líder europeo en la producción de mármol y piedra poliméricos. Pero no sólo en la producción de solid surface destaca nuestro país; “en el terreno de la energía eólica las empresas españolas son punteras en el mundo y en el campo de grandes tubería las empresas españolas exportan a muchos países”. La empresa paneuropea aeronáutica y aeroespacial Airbus, utiliza piezas hechas de composite fabricadas en España. Para López Mateo “podemos ver que España está a la cabeza de Europa en cantidad y calidad de composites, pero son empresas que están en el mercado compitiendo y no suelen acudir a concursos”. Sólo Acciona, a principios del presente siglo, ganó un premio JEC por sus traviesas de composite para sujetar un puente sobre la autopista del Norte, que montaron en Asturias. Esta obra que fue pionera en el mundo.

Durante la última edición de Construmat, feria internacional que reúne a todo el sector de los materiales de construcción, hubo un premio a una encimera de cocina, hecha por la empresa española Consentido, por sus propiedades bactericidas.

La tendencia actual en el desarrollo de nuevos composites es la del respeto al medio ambiente. La concienciación social, así como las nuevas normativas de protección ecológica, han propiciado el uso de materiales biodegradables en el sector. En la actualidad, los reglamentos medioambientales actúan como un factor de impulso nuevo e innovador de un cambio paradigmático en el mercado de materiales compuestos. La sustitución de metales por materiales compuestos es fundamentalmente una medida responsable con el medioambiente. En lo que respecta al transporte terrestre, las estructuras compuestas ligeras deben desempeñar una función importante en la reducción tanto del uso de petroquímicos como de las emisiones de CO₂. De todas formas, los composites no sustituirán totalmente a los metales. Cuando apareció el acero, éste no sustituyó a los otros metales, la piedra o la madera, sino que, como hacen los composites, los complementó. Como asegura López Mateo, los materiales compuestos “se introducirán aún más en muchas nuevas aplicaciones por sus cualidades específicas” pero sin duda alguna “necesitarán también del concurso de los demás materiales para seguir innovando”.

Proyectos como el de iluminación pública mediante energía eólica con una turbina hecha con materiales 100% renovables son un ejemplo de esa responsabilidad medioambiental. Pero no sólo en el sector de las energías renovables es visible esta tendencia. La construcción o la aeronáutica se aprovechan de la ligereza o resistencia de los nuevos composites fabricados con fibras vegetales.

Para una industria en crisis, estas medidas medioambientales suponen una compleja situación para un sector en el que abundan las Pymes. Para Luis López Mateo “la reducción de estireno ambiental en las atmósferas de trabajo, obligan a hacer gastos importantes, cosa compleja cuando el mercado no tira”. Se trata de modernizar la tecnología en un momento en el que se han reducido las exportaciones y las ventas en el mercado interno. Aún así, todo el sector de los laminadores manuales, que es el más afectado, está haciendo un gran esfuerzo para cumplir con la ley. “Otro de los problemas es el del reciclado. Los composites termoplásticos se pueden reciclar bien, pero el problema es para los termoestables, que son la mayoría, y donde se están haciendo importantes esfuerzos para conseguir reaprovechar estos materiales, cuando termine su vida útil”, plantea López Mateo.

Durante este periodo de crisis en todos los mercados, parece unánime la coincidencia en la importancia del desarrollo en investigación. El sector de los composites no tiene muros en este sentido. La Agrupación Española de Industrias del Composite (Aesicom) tiene un programa de I+D+I con varias líneas de investigación.

Por un lado, el desarrollo y mejora de materiales poliméricos, tanto en nanomateriales como en fibras naturales o smart material. Se trabaja además en la mejora de las propiedades de materiales tradicionales (termoplásticos y termoestables).

Se investiga también en la mejora de procesos de transformación de molde cerrado a baja presión (infusión y RTM) incluyendo estudios como el de materiales para moldes, el diseño de canales y entrada o la humectación de la fibra. Y, por supuesto, se trabaja en el reciclado de residuos para nuevas aplicaciones como VFU, RAEE, envases y embalajes, sector agrícola y residuos industriales de materiales termoestables.