Tiene muchas ventajas en algunas aplicaciones

Las botellas de plásticos para bebidas refrescantes, como limonadas y agua, con un volumen entre 0,2 y 2 litros, son hoy en día de uso común para los consumidores. Desde hace unos años aumenta también la demanda para botellas más grandes, de 5 galones o 20 litros de tipo garrafón.

Garrafón de policarbonato.

En 1999 se vendieron aproximadamente 700.000 botellas de este tipo en el Oeste de Europa así que los expertos estiman al triple el aumento del consumo hasta el año 2004, o sea, unos 2,3 millones de botellas.

Hoy en día, los dispensadores refrescantes de agua se encuentran mundialmente en las oficinas, en las tiendas, en los consultorios médicos, incluso también en los domicilios particulares.

Las botellas se pueden producir según las necesidades de uso en diseños distintos, con o sin asa, y en diferentes materiales.

Las botellas de vidrio utilizadas hasta hace poco están siendo reemplazadas cada día más por las botellas de plásticos de PC o PET, y muy raramente de PP.

Las botellas de PET se producen por el proceso de soplado con biorientación de preformas previamente inyectadas, mientras que para las botellas de PC se recurre al proceso de extrusión-soplado.

Aun cuando el precio del policarbonato es 3 ó 4 veces más alto que el del PET, la producción de botellas de PC tiene la ventaja de ser más económica y más flexible.

Primero, la inversión necesaria para adquirir una máquina de soplado con biorientación duplica a la de una maquina de extrusión-soplado.

Segundo, la productividad alcanzada por una máquina de botellas de PET es de 75 botellas/hora/cavidad mientras que la de una máquina de botellas de PC es de 140 botellas/hora/cavidad.

Otra ventaja que presenta la botella en PC, es que no se contrae en el lavado, de forma que es reutilizable de 50 a 60 veces, mientras que una botella de PET está fuera de uso después de 10 a 15 vueltas.

El proceso de extrusión-soplado ofrece, además, una ventaja decisiva respecto a la libertad total en la geometría del garrafón. Se pueden realizar diferentes diseños, así como también garrafones con asa.

A las botellas de PC se les pone exigencias muy altas. Por ejemplo, tienen que superar una prueba de caída de 2 metros sin que los lados y el cuello sean dañados. Además, se requiere una superficie perfecta, transparencia y brillo.

Los policarbonatos de alta rigidez, y la excelente distribución del flujo de material a través de un cabezal acumulador con espigas cardioides, contribuyen a garantizar una elevada calidad en el garrafón. En el horno de recocido, por rayos infrarrojos, instalado posteriormente a la sopladora, los garrafones son tratados térmicamente en marcha continua para homogeneizar las costuras del asa, fondo y hombro. Esto les da una estabilidad a largo tiempo contra fisuras por tensiones (stress-cracking).

Las máquinas de soplado de SIG Blowtec, por ejemplo, ofrecen la posibilidad de calibrar el cuello interior de las botellas de PC. Contrariamente al cuello soplado, el cuello comprimido en el molde de soplado está totalmente terminado. Gracias a este diseño compacto del cuello, las botellas en el dispensador son perfectamente herméticas.

A la izquierda cuello soplado, a la derecha cuello calibrado.

El fabricante de botellas Picsa (Las Palmas, Islas Canarias) instaló hace más o menos un año la máquina BlowTec 2-20 en su fábrica, con el fin de aprovecharse de su flexibilidad. En esta máquina se pueden producir: una botella de 10 litros con asa oblicua y cuello decentado, una botella de 12 litros, así como una botella de 20 litros con asa. Todas ellas tienen un cuello calibrado. En este caso, SIG BlowTec se encargó también del diseño de las botellas. Además, la geometría de la botella de 10 litros se hizo con la ayuda de programas CAE. Una arruga en el asa, que no se podía eliminar a través de una optimización empírica en el laboratorio se eliminó sin embargo con la ayuda de una simulación del proceso de soplado en el ordenador.

La fiabilidad de la instalación convenció al cliente, quien produce desde entonces 24 horas al día 140 botellas/hora. Incluyendo los tiempos de cambiar de formatos, la disponibilidad de la máquina alcanza los 96%.

Picsa mismo desarrolló para las botellas una tapa-válvula particular, con vertidor. Así se puede conservar las grandes botellas en el frigorífico en casa y tomar agua cuando se desee.

El PC ofrece muchas posibilidades de diseño para los garrafones.