La conservación de carreteras en España, ¿magia o milagro?

Por primera vez en España se aborda un análisis comparativo de la conservación de carreteras. El informe sectorial 'Conservación de carreteras en España, comparativa con Alemania, Francia, Italia y Reino Unido', promovido por ACEX, ha sido elaborado por un equipo independiente constituido por prestigiosos representantes de universidades españolas, italianas y británicas, representantes de reconocidos institutos de transportes franceses y consultores alemanes especializados.

Pablo Sáez, director general de ACEX.

La independencia es un elemento fundamental que otorga credibilidad a este estudio y en esa línea se exponen con claridad las fuentes de datos de inversión y, por tanto, su fiabilidad. Aborda aspectos como la titularidad de las carreteras y clasificación de las redes, los marcos legales e institucionales, el alcance de las actividades de conservación y los sistemas de gestión empleados, las modalidades de contratación, el empleo de indicadores de estado y servicio y la fiscalidad de las carreteras, finalizando con una comparativa de las inversiones en conservación, en la que destaca la transparencia de España en los datos de inversión, muy superior al del resto de países.

En la siguiente tabla se recogen dichas inversiones, homogeneizadas a kilómetros equivalentes:

No se han incluido las redes concesionadas.

Fuente: elaboración propia.

Reino Unido es un caso particular entre los países, no siendo comparable al resto.

Un análisis de los datos de inversión en conservación concluye que España invierte 22.489 euros/km, el 50% de la media de los países objeto del informe, a excepción de Reino Unido, cuyo dato de inversión recoge tanto la inversión de construcción como de conservación, sin ser posible disgregar una de otra. A pesar de ello, llama la atención que el estado de conservación de la red de carreteras española es similar al del resto de los países, e incluso por encima de ellos. Lo que nos hacer reflexionar, estamos ante un “milagro” o ante la “magia” de la conservación de las carreteras españolas.

Yo me inclinaría más por “magia” que por “milagro”. La magia se basa en tres pilares: la idea, el diseño y el tercero sería un enorme trabajo de preparación y repetición; mientras que el milagro es algo que se da sin esas características, atribuido a la intervención divina.

Podríamos decir que la “magia” de la conservación de las carreteras españolas también se basa en tres pilares: la enorme calidad de la ingeniería y la profesionalidad de los ingenieros españoles; una excelente normativa, trazado, diseño, especificaciones y refuerzos; y la existencia de un sector específico y altamente cualificado de conservación integral. De hecho, España, es el único país de los analizados en los que esta tercera característica se pone de relieve, por lo que su aporte a la calidad del servicio prestado queda demostrado.

España invierte 22.489 euros/km, el 50% de la media de los países objeto del informe.

Pero por mucha “magia” que hayamos empleado hasta el día de hoy, por mucho diseño, planificación, trabajo y profesionalidad que haya demostrado el modelo de conservación español, debemos ser conscientes de que estamos jugando con fuego y que nos podemos quemar.

Los datos indican que los recursos destinados a la conservación de las autovías de España deberían situarse en unos 80.000 euros/km (IVA incluido), y 38.000 euros/km (IVA incluido) si hablamos de carreteras convencionales; mientras que en redes autonómicas y locales la inversión ideal se situaría en los 21.000 euros/km, dada la menor intensidad de circulación. En su conjunto, debería dedicarse 1.300 millones de euros al año a la conservación de carreteras. Con estas inversiones, estaríamos en el orden de magnitud de los países del entorno.

Debemos ser conscientes de que tenemos una red bastante madura que soporta unos tráficos importantes, superiores a los que se contemplaron en su día para planificarlas, con una demanda de los usuarios cada día más significativa y, sobre todo, con una inversión del 50%, no ya de la necesaria, sino de la que están realizando nuestros países vecinos. Es evidente que los recursos destinados a conservación no alcanzan las necesidades a cubrir.

No podemos pensar en sustituir la “magia” por un “milagro”, nos jugamos mucho con la conservación de nuestras carreteras, nos jugamos la movilidad de los ciudadanos, derecho que cuando se recorta nos afecta enormemente, como hemos comprobado durante el confinamiento. También ponemos en riesgo poder mantener los niveles de seguridad de nuestras carreteras, haciendo peligrar la propia competitividad del país, como ha demostrado la importancia de la carretera en el suministro de bienes y servicios durante la pandemia. Sin olvidarnos de que estamos hipotecando el futuro de nuestros jóvenes, que difícilmente podrán abordar la construcción de una red de carreteras como la que tenemos si no nos ocupamos de entregarles unas carreteras en buen estado.

Los datos indican que los recursos destinados a la conservación de las autovías de España deberían situarse en unos 80.000 euros/km (IVA incluido), y 38.000 euros/km (IVA incluido) si hablamos de carreteras convencionales; mientras que en redes autonómicas y locales la inversión ideal se situaría en los 21.000 euros/km, dada la menor intensidad de circulación.

España necesita que sus gestores públicos sean conscientes de los riesgos a los que como país nos enfrentamos y que se ocupen de mejorar los recursos destinados a este servicio público que es la conservación de la red de nuestras carreteras. No es un capricho, es una necesidad.

En este link se puede acceder al informe, que está alojado en la web de ACEX: http://acex.eu/archivos/PDF/Informe-sectorial-ACEX-Conservaci%C3%B3n-de-carreteras-en-Espa%C3%B1a.-Comparativa-con-Alemania, Francia, Italia-y-Reino%20Unido.pdf