Nadal: “Hoy día la obra pública es más segura que nunca”
16 de marzo de 2009
Durante su ponencia, Nadal afirmó que “hoy día, la obra pública es más segura que nunca, pero también tenemos más obra pública que nunca”. Además, puntualizaba que es necesario diferenciar entre la seguridad interna y la externa. En el primer caso, comentó Nadal, sería “cuando en la obra se produce un accidente en el que está implicado un trabajador, ya sea por el desprendimiento de una viga u otra cosa, y el segundo caso se daría cuando afecta a los inmuebles del entorno”. Asimismo, y en referencia al caso de edificios históricos o protegidos alrededor de los cuales se llevan a cabo obras de gran envergadura y cuyas estructuras podrían verse afectadas, como es el caso del templo de la Sagrada Familia, Nadal afirmó que, “si preguntamos a los técnicos, siempre tienen dudas porque la seguridad al 100% no existe. Incluso cada técnico puede tener inseguridades sobre aspectos relativos a los otros técnicos”. Nadal añadía que “el político es el primero que debe dudar y, con mi experiencia, ahora dudo de todo (...) además, yo, que antes no conocía este sector, he tenido la oportunidad de conocer muchos casos en países como Bélgica, Italia, Brasil, etc. donde se han encontrado con estructuras que no han funcionado tan bien como se preveía”. Así, Nadal concluía diciendo que toda esta experiencia acumulada, habiendo vivido casos como las obras del metro en el barrio del Carmel de Barcelona, ha contribuido a aumentar, de forma significativa, la seguridad en las obras, haciendo más previsiones que nunca. “Y todo esto vale para las líneas de metro y obras como la línea del Ave alrededor de la Sagrada Familia” y remarcó que “ningún político del mundo hubiera tomado esta decisión a ciegas, con un equipo técnico que le dijera lo contrario”.
El templo de la Sagrada Familia, en el punto de mira
Josep Oriol, decano del Colegio de Ingenieros de Caminos de Cataluña, comentó que, para ellos, “la buena noticia ahora es que las obras se están estudiando (...) la mala noticia, antes, era que no se estudiaba el caso”. Asimismo, ante la inexistencia de riego cero, Oriol comentó que actualmente hay un equipo que está estudiando la interacción entre las dos obras (las propias del templo, que es necesario recordar que no es una obra acabada, con todo lo que ello implica en cuanto a movimiento del subsuelo, etc.) y las del túnel del Ave. Por otra parte, también puntualizaba que “el trazado del Ave por la Sagrada Familia no fue una decisión técnica, sino un cúmulo de decisiones políticas y nuestra tarea ahora es hacerlo posible. Y si el trazado es el correcto o no ya no es la pregunta, puesto que si preguntamos a todos los colegiados, seguro que tendríamos un número más que considerable de opciones”.
Por su parte, Joan Rigol, presidente del Patronato de la Sagrada Familia comentó, durante su turno de intervención, que en una situación de conflicto “se han de abrir caminos de diálogo”, a pesar de que “son los técnicos los que deben tener decidir la última palabra” y pidió que no “se relativice y se pongan de acuerdo técnicos con punto de vista distintos”, respecto al proyecto del Ave que afecta al emblemático edificio catalán. En este sentido, apuntaba que desde el Patronado siempre han creído que, precisamente, es la parte técnica la que “debe dar la solución y buscar las soluciones de obra (...) y si no podemos confiar en los técnicos, estamos perdidos. Y queremos poder confiar en su compromiso por el respeto a un edificio singular, que no se puede considerar uno más, sino que tiene una cimentación especial, una altura muy considerable, está ubicado en un terreno concreto, etc.”
En este punto, Nadal, en respuesta al presidente del Patronato de la Sagrada Familia, expresó su preocupación por esta obra, así como por todas las personas que viven en los pisos colindantes y que “también pueden verse afectadas".
Asimismo, también puntualizó que, si bien es cierto que había otros trazados posibles, se optó por el que favorecía su paso por la zona urbana y, afirmó que, aunque ahora hayan dudas, ningún técnico lo desaconsejó, por lo que comentó que “ahora debemos buscar la máxima seguridad en el trazado final”. Por otra parte, y a la espera que alguna decisión judicial pueda obligar a realizar alguna modificación, Nadal puntualizó que “el trazado es uno y ya está decidido”. Así, y en respuesta a la preocupación de Rigol por otros edificios emblemáticos de Barcelona en cuyo entorno también pasa el túnel del Ave, como es el caso de la Pedrera (un edificio ya terminado y declarado Patrimonio Cultural, protegido por tanto y bajo el cual no se puede remover el subsuelo), Nadal argumentó que si hubiera algún peligro, la Generalitat estaría obligada a asegurar sus cimientos.
En este punto, Josep Oriol retomó la palabra para puntualizar que, si bien no existen soluciones estándar, “es necesario auscultar y monitorizar el terreno para saber qué pasa en el subsuelo para tener la máxima información sobre éste. Y, aunque esta información nunca es totalmente completa, la tecnología actual nos permite ‘escuchar’ qué ocurre en el terreno en todo momento, si se producen comportamientos inesperados o si todo va según lo previsto”.
La profundidad, una garantía
En su intervención, el catedrático de Estructuras de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), Josep Gómez Serrano, comentó que “es necesario tener en cuenta si la profundidad del túnel del Ave es suficiente para garantizar la máxima seguridad para los edificios colindantes” y expresó la importancia de los estudios obtenidos hasta ahora. Así, comentó que “se están buscando soluciones porque se han de encontrar alternativas al proyecto actual”, aunque admitía que algunas soluciones podrían ser demasiado difíciles de llevar a cabo. Aún así, “debemos ser rigurosos y plantear las mejores soluciones posibles dentro de lo factible, no intentar modificar el plan actual”.