Typsa diseña la ampliación del Puente de Rande en la Ría de Vigo
Typsa ha diseñado la ampliación del Puente de Rande sobre la Ría de Vigo que se ha inaugurado recientemente, y que forma parte de la autopista AP-9 (Autopista del Atlántico), con la incorporación de dos calzadas, una por sentido. El objetivo es descongestionar esta vía, que sufre atascos y retenciones de forma habitual, especialmente en verano, con una intensidad media de tráfico de casi 60.000 vehículos diarios. La ingeniería también llevó a cabo la asistencia técnica a la construcción y el control de obra.
Se trata de un proyecto de ingeniería único en el mundo, ya que es la primera vez que se amplía un puente atirantado. Esta solución de ampliación ha permitido un importante ahorro de plazos y económico frente a la alternativa de construir un nuevo puente, que hubiera supuesto, al menos, el doble de inversión y de plazo.
La solución técnica de ampliación, ha aprovechado al máximo la estructura ya existente, de importante valor patrimonial. Todo ello con nula afección tanto al tráfico de la autopista, como al medio ambiente, en tanto la Ría de Vigo tiene una importante riqueza biológica.
La obra ha tenido una duración de 32 meses, correspondiendo a la ejecución de la ampliación del Puente de Rande 18 meses que, debido a sus particularidades, exigió estudios específicos para garantizar que la infraestructura se comporte correctamente. Por ejemplo, se llevaron a cabo estudios particulares de viento para simular el comportamiento del puente en condiciones de temporal, tan frecuentes en la región. De hecho, las últimas pruebas se realizaron con la tormenta ‘Bruno’ a su paso por Galicia.
¿Cómo es el ‘nuevo puente’?
La ampliación consiste en incorporar dos nueva calzadas, una para cada sentido de la marcha, al tronco principal de la autopista a su paso por el puente. Esto se consigue adosando a cada uno de los lados exteriores de las pilas principales un nuevo tablero metálico que se apoya en el existente, y se sustenta mediante un sistema de atirantamiento análogo al actual.
La zona de circulación (calzada y arcén) se ha diseñado con una anchura libre compatible con la estructura existente del puente, y que a su vez permita el paso de dos vehículos en caso de que se produzca algún accidente en la vía. Para garantizar la fluidez, se han previsto tres zonas de escape de vehículos que permitirán trasvasar tráfico desde las vías laterales a la central y viceversa en función de las necesidades.
Según Pablo Bueno Tomás, presidente y consejero delegado de Typsa, “tan importantes son las nuevas infraestructuras, como las actuaciones de adaptación y actualización de las ya existentes, y que de hecho centrarán en el futuro buena parte de la inversión de la Administración pública. Esto permitirá a su vez a las ingenierías desarrollar innovaciones y nuevas tecnologías tanto en la solución final como en la forma de abordar el proyecto, para aprovechar así al máximo las estructuras existentes y adecuarlas a las nuevas necesidades con criterios de rentabilidad económica y social”.