Fidex denuncia la “paradoja” de que ajustarse al precio de licitación impide obtener un contrato
Una oferta económica ajustada al precio que la Administración considera adecuado para hacer un trabajo impide obtener un contrato. El Foro para la Ingeniería de Excelencia (Fidex), que agrupa a las once principales ingenierías españolas, denuncia que en España la valoración económica de las ofertas en la contratación de ingeniería otorga cero puntos a aquella que se presenta sin baja alguna, lo que equivale a rechazarla, ya que es prácticamente imposible compensar ese “cero” con la puntuación de la parte técnica por muy alta que ésta sea.
Esta paradoja es un argumento más de Fidex para pedir a la Administración que cambie sus pliegos de contratación y tome como referencia los que utilizan organismos y entidades como la Comisión Europea o los países más desarrollados, y que se ha demostrado útil, efectiva y eficiente en su aplicación, toda vez que hacen prevalecer la calidad por encima del precio.
Además, Fidex reclama poner coto a la aceptación de ofertas en presunción de temeridad, como sucede en ocasiones con entidades u organismos como Adif. En concreto, la entidad contratante debe exigir a las empresas licitadoras que expliquen de forma pormenorizada el precio o los costes propuestos en su oferta cuando incurren en baja temeraria. En cualquier caso, la aceptación de una oferta en estas condiciones debería ser un hecho muy excepcional y no deberían admitirse justificaciones basadas en argumentos poco objetivos o livianos.
Los pliegos de contratación que utilizan estos organismos incorporan criterios técnicos objetivos que se pueden aplicar a la hora de evaluar y puntuar ofertas. En España, tradicionalmente, la administración pública ha considerado que lo único objetivo era el precio, cuando en realidad son puntuables aspectos como la experiencia, los recursos humanos y técnicos, etc.
Según Fernando Argüello, director general de Fidex, “es necesario invertir más en pensar las cosas y contratar mejor la ingeniería, haciendo que las empresas compitan por tecnología, innovación y calidad. Esta es la reclamación del sector. No es lógico que las grandes ingenierías españolas solo tengan el 10% de su negocio en España. Es necesario mejorar las condiciones de contratación en España, pero la Administración no tiene que inventar nada, basta con hacer lo mismo que los países más desarrollados o los principales organismos internacionales. En este caso el eslogan de ‘Spain is Different’ nos perjudica, no ayuda”.