Las soluciones constructivas de Prado se extienden por Ciudad Real

Hace varios años que las estructuras de Prado gozan de gran aceptación en Ciudad Real y actualmente ya se extienden prácticamente por toda la provincia. Uno de los clientes más importantes de Prado es la constructora y promotora Urbaja, una empresa con sede en Ciudad Real y con cerca de veinte años de experiencia en el mercado inmobiliario. Manuel Carmona, Responsable Comercial de Aplicamán, S.L., Delegación de Prado para la zona, comenta: “con Urbaja tenemos construidos más de 60.000 metros cuadrados desde 2002. Es uno de nuestros mejores clientes”.

Y son muchos, por tanto, los proyectos concluidos en estos años. Entre ellos destacan dos: el pabellón de balonmano Quijote Arena, uno de los más emblemáticos, y el complejo agropecuario para las queserías Villadiego, uno de los más recientes. No obstante, hay que mencionar también otras obras que se han realizado para este mismo cliente, como la construcción de 8 naves de unos 1.000 metros cuadrados cada una en el polígono industrial de Miguel Turras, ubicado a 2 kilómetros de Ciudad Real, y la construcción de una fábrica de Paneles Solares en Puertollano, así como varias naves para supermercados de 1.500 y 2.000 metros cuadrados, también en la misma zona.

Prado ha fabricado para Urbaja las naves de un gran complejo agropecuario, situado en Poblete (Ciudad Real), concretamente en la finca Villadiego, donde se ubican unas importantes queserías con gran solera y prestigio en la Mancha. El complejo consta de 3 naves de diferentes tamaños y destinos. Las dos primeras naves, la principal y la que sirve como establo de ganado, ya están finalizadas y en el mes de julio próximo Prado comenzará a montar la tercera de las naves: una nave granero.

En opinión de Carmona, buen conocedor de este proyecto: “Va a ser un complejo ganadero muy moderno, único en España”. Y es que estas 3 naves conforman lo que será una parte de la obra, que en sí es mucho más ambiciosa, como también confirmó Juan Manuel Rodríguez, Director General de la constructora Urbaja, quien refiriéndose a una futura ampliación, declaró: “Esta es sólo una primera fase, ya que tenemos previsto desarrollar una fase gemela en los dos próximos años, con lo que se completaría el proyecto”.

En cuanto a los factores que hicieron a Urbaja decidirse por las estructuras de Prado sobre otras, Juan Manuel Rodríguez explica: “En todos los casos elegimos Prado porque su sistema permite unas luces y unos anchos que no permiten los sistemas tradicionales; y también por la rapidez en cuanto a montaje, ya que viene todo atornillado y se instala ‘in situ’ con toda facilidad”.

Dada su especificidad, este proyecto exigía de grandes espacios diáfanos por los que poder moverse con comodidad, tanto para el manejo de ganado, como para el resto de las actividades agropecuarias que se iban a desarrollar. Por ello, para formar la nave principal se diseñaron 2 naves con grandes luces, de 4.450 metros cuadrados cada una. Para la nave de ganado se usó el mismo modelo pero de dimensiones más reducidas adaptado a su posterior funcionamiento.

En concreto, la nave principal consta de 2 naves industriales, modelo ‘LF’ a dos aguas, sin pilares intermedios, con una extensión lateral ‘EL1’ de 9,11 metros de ancho por 53,66 de longitud. La superficie total de cubierta es de 8.900 metros cuadrados, la anchura es de 51 metros, la longitud de 77 metros y la altura al alero de 5,95 metros. El arranque de la estructura se sitúa a 1,3 metros por encima de la cota de solera, excepto en los frontales de la nave principal que quedaron totalmente abiertos. Al arrancar desde esta altura se cumple con la normativa sanitaria vigente, específica para las construcciones del sector agropecuario. Asimismo se previeron huecos estructurales para puertas y ventanas. Los cerramientos de cubierta son tipo sándwich formado ‘in-situ’ ocultando correas, compuestos de chapa exterior galvanizada-prelacada de 0,6 milímetros de espesor y un 10 por ciento de superficie translúcida formada por doble placa, exterior e interior, de poliéster. Tanto los cerramientos de cubierta como los laterales llevan aislamiento tipo IBR Velo de fieltro ligero de lana de vidrio de 60 milímetros de espesor aglomerada con resinas termoendurecidas, incorporando en una de sus caras un velo de vidrio, que aumenta su resistencia a la tracción. Por su parte, la cumbrera va elevada 0,6 metros para ventilación, de 3 metros de anchura y hueco interior de 2 metros.

En cuanto a la tercera nave, la nave granero, es del modelo ‘FL’ de columnas vueltas, a dos aguas sin pilares intermedios. Tiene una anchura de 43 metros y una longitud de 70 metros y una altura al alero de 6,24 metros. La superficie de cubierta es de 3.016 metros cuadrados y el apoyo de pilares (arranque de la estructura) será desde la cota de solera. En cuanto a los cerramientos de cubierta y laterales, así como los necesarios remates tienen las mismas características e incorporan los mismos materiales que las otras naves del complejo. Los cerramientos laterales irán colocados a partir de un muro autoportante de obra civil de 4 m de altura. Además, se han previsto huecos estructurales para 2 puertas correderas, de dos hojas apoyadas en el suelo, no colgadas.

En 2002, la Sociedad Deportiva Club Balonmano Ciudad Real, encargó a Urbaja el desarrollo de un importante proyecto: un pabellón deportivo y unas instalaciones acordes con la categoría de este club, que atesoraba ya importantes títulos nacionales e internacionales. Fue entonces cuando la constructora confió a Prado la estructura del pabellón, cuya característica fundamental era la necesidad de grandes luces y espacios diáfanos, dado su destino deportivo. Además, se contaba con poco tiempo para la ejecución, condicionada por el propio calendario de las competiciones. A este respecto, Manuel Carmona explica: “Uno de los retos a afrontar en esta obra era lo extraordinariamente ajustado de los plazos, ya que se comenzó en mayo y se concluyó en septiembre, pues tenía que estar todo listo para el inicio de la temporada. Se hizo a contrarreloj y, por supuesto, se llegó a tiempo”. Así nació el conocido pabellón Quijote Arena, que fue inaugurado puntualmente para la temporada 2003-2004. Hoy este pabellón de más de 7.000 metros cuadrados, que se levanta en medio de una parcela de 21.000 metros cuadrados y que tiene capacidad para 5.259 espectadores, es un lugar muy popular, visitado por miles de personas cada temporada, y testigo de los grandes éxitos del CB Ciudad Real. También la empresa constructora manifestó su satisfacción con los resultados: “Es una obra que se hizo en un tiempo récord, pero además todos quedaron impresionados con las nuevas instalaciones el día de su inauguración”, reconoce el propio Director General de Urbaja.

La estructura incluye, en este caso, una estructura adicional para soportar 8 equipos de aire de 2.000 kilogramos cada uno situados en la cubierta del edificio, cuatro a cada lado de la cumbrera. Los cerramientos tanto de cubierta como laterales son de chapa galvanizada prelacada, de perfil P-1000 de 0,6 milímetros de espesor y manta aislante de fibra de vidrio tipo PFA de 80 milímetros de espesor. Los cerramientos laterales van colocados a partir de un muro de 3,5 metros de altura, exceptuando en la extensión lateral que parten de la cota de solera. Además la nave lleva peto perimetral ocultando la cumbrera así como los correspondientes huecos estructurales para puertas, muros cortina y ventanas.