Simbiosis industrial: cooperar y ganar
27 de septiembre de 2011
La ecología industrial persigue que el consumo de materias primas y energías se reduzca a unos valores tales que la biosfera pueda reemplazarlos, y que las emisiones de residuos se reduzcan hasta unos valores tales que la biosfera pueda asimilarlos. Entiende al sistema industrial como un ecosistema, en el que se intercambian flujos de materia, energía e información con el mismo y con su entorno.
Así, con los parques ecoindustriales se integran en una misma zona industrial a empresas cuyos procesos productivos están relacionados por la materia prima que consumen, los servicios que requieren y los productos y residuos que producen. En esta integración, se busca un beneficio de todas las empresas participantes, tanto desde el punto de vista productivo como ambiental. Esto se logra intercambiando y compartiendo materias primas, servicios y productos entre las diferentes empresas, de manera a lograr una integración simbiótica, que permite finalmente alcanzar una mejor productividad y un menor impacto ambiental.
El modelo a seguir para este tipo de parques no es otro que la Naturaleza. Al igual que en los ecosistemas, los residuos y productos producidos por un organismo pueden ser utilizados por otros para los cuales estos desechos tienen algún valor. De esta manera, los residuos son revalorizados al ser integrados en el proceso de fabricación de nuevos productos que adquieren mayor valor añadido. En este esquema, el potencial contaminante de los residuos de los procesos se reduce, tal como ocurre en los ecosistemas naturales. Para las empresas, esto significa obviamente una reducción de los costos en cuanto a materia prima y energía por una parte, y por otra se reduce también los gastos en tratamiento de los residuos.
Kalundborg (Dinamarca): tres décadas de simbiosis industrial
Kalundborg es el más completo sistema de simbiosis industrial a nivel mundial y una referencia importante en el mundo de la Ecología Industrial. Kalundborg es una pequeña ciudad de 20.000 habitantes cerca de Copenhague, que desarrolló un parque ecoindustrial con empresas de la región de manera casi espontánea, en base a una motivación propia de las empresas y apoyo de las instituciones públicas. La integración de varias empresas en este parque ha permitido la reducción de las emisiones contaminantes y al mismo tiempo un aumento de la productividad de las mismas.
El proyecto Kalunborg se inició cuando cuatro empresas y el municipio, tratando de reducir sus costos y cumplir los reglamentos establecidos, buscaron nuevas formas de gestionar sus residuos y de utilizar el agua potable de manera eficiente, puesto que esta población carece de agua subterránea.
El sistema o parque de simbiosis industrial de Kalundborg está constituido principalmente por cinco integrantes: la central termoeléctrica de Asnaes, el verdadero corazón del parque, alimentada por carbón, y que es la mayor central de Dinamarca, con una capacidad de 1.500 Megavatios; la refinería Statoil, también la mayor refinería de petróleo de Dinamarca, con una capacidad de 3,2 millones de toneladas procesadas/año; la fábrica de placas de yeso para la construcción Gyproc; la empresa internacional de biotecnología Novo Nordisk donde elabora productos farmacéuticos (incluyendo el 40% de la oferta mundial de insulina) y enzimas industriales; y finalmente el municipio de Kalundborg que provee calefacción a sus 20.000 residentes y suministra agua a las casas y empresas de la localidad.
El sistema de simbiosis industrial se inició cuando Gyproc decidió instalar su fábrica en Kalundborg, con el fin de reducir sus costos de producción a través de la explotación del gas excedente que Statoil quemaba. A partir de este hecho las empresas empezaron a relacionarse al ver las posibilidades económicas y ambientales luego de ser producidos estos intercambios. La planta de Asnaes en un principio se proveía de agua mediante perforaciones subterráneas para su producción de energía. Luego en los años 70, modificó su sistema de abastecimiento, al combinar en su consumo agua proveniente del lago de Tisso junto con agua de refrigeración y residuos de la refinería de Statoil. Además Asnaes ha comenzado a reutilizar sus propios residuos líquidos, evitando en un 100% el uso de agua proveniente de recursos subterráneos.
La central eléctrica Asnaes también traspasa los picos de energía excedentes a la red de calefacción central, evitando la contaminación que provocarían los aproximadamente 3.500 sistemas de calefacciones individuales a los que reemplaza. La colaboración y comunicación entre la empresa y la comunidad permitió reducir en un 80% los desechos energéticos que producía la empresa y a la vez proveer calefacción a un bajo coste a la comunidad.
Asimismo, la empresa Asnaes distribuye 400.000 mil toneladas de vapor que son bombeadas a Statoil y Novo Nordisk. También esta compañía construyó una piscifactoría en la que se calienta agua con los excedentes de energía.
Un total de 170.000 toneladas de cenizas que Asnaes produce anualmente son reutilizadas para fabricar cemento y otros pavimentos. La empresa receptora es Aalborg Pórtland, ubicada en las afueras de Kalundborg. Por último, Asnaes recibe gas excedente del refinado de petróleo que le permitió reducir su consumo de carbón en un 2% (30.000 toneladas/año) bajando la emisión de gases de efecto invernadero.
La empresa Gyproc también se beneficia del reaprovechamiento de residuos al recibir parte del gas excedente que antes quemaba Statoil, reduciendo en un 90-95% el consumo de petróleo. Con esta implementación logró minimizar considerablemente la emisión de gases que incrementan el efecto invernadero. Además utiliza 80.000 mil toneladas al año de gypsum para fabricar planchas de yeso, un producto residual que se obtiene cuando se realiza la desulfuración de las emisiones proveniente de la central eléctrica Asnaes, reduciendo así sus costos de producción.
Por su parte, la fábrica Novo Nordisk produce insulina y enzimas industriales. Los barros residuales provenientes de la etapa de fermentación se reutilizan debido a los elevados niveles de fósforo y nitrógeno que poseen. Después de un tratamiento con cal y calor, la biomasa se convierte en fertilizante (1,5 millones de metros cuadrados/año), el cual se distribuye a los agricultores locales.
El único producto que es facilitado gratuitamente es el fertilizante que suministra Novo Nordisk a los agricultores locales; el resto de los desechos en Kalundborg se vende. Los contratos se gestionan de forma bilateral poniendo mayor énfasis en que los beneficios se den para ambas partes.