Sepes desarrollará casi 100 ha de suelo industrial y residencial en Palencia
10 de marzo de 2011
Dos nuevas actuaciones urbanísticas, que serán desarrolladas íntegramente por
Sepes, van a transformar el norte de Palencia. Pedro Saura, director general de Sepes, compareció junto al alcalde de la localidad, Heliodoro Gallego Cuesta, para explicar las bases que regirán estas dos actuaciones: una capaz de albergar más de 1.500 viviendas, la mayoría protegidas, y otra industrial con espacio para que se instalen hasta 170 empresas. En total, cerca de un millón de metros cuadrados de suelo. En la operación, Sepes ha previsto una inversión superior a los 70 millones de euros, de los cuales unos 40 se destinarán al desarrollo de suelo industrial. El suelo destinado a actividades empresariales tendrá una edificabilidad de 340.931 metros cuadrados y capacidad estimada para unas 170 empresas.
Ana Perpiñá, directora de Producción de Sepes, con Pedro Saura y Heliodoro Gallego.
Así, el nuevo norte palentino combinará ambas actividades, residencial y económica, bajo el criterio de la integración. Esto supone un cambio sustancial respecto al tipo de desarrollo urbano más frecuente en la actualidad, que segrega el espacio productivo del residencial, lo que se ha demostrado claramente insostenible por varios motivos. Un espacio industrial alejado del casco urbano es también más proclive a deteriorarse social y ambientalmente, y a quedar obsoleto en un plazo menor que aquellos espacios productivos integrados en las ciudades.
El planeamiento prevé una larga serie de medidas de eficiencia energética fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Palencia, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y Sepes. Medidas como la elección de tipologías edificatorias que permitan garantizar el mayor número de horas solares en invierno y ventilación cruzada en verano; la reserva de suelo para repostaje de vehículos eléctricos enchufables; espacios para el aparcamiento de bicicletas en todos los edificios; limitación de la longitud de las calles para evitar que los vehículos superen los 30 km/h; y la implantación de un sistema de producción y distribución energía térmica que dé servicio a todo el barrio, así como el uso de iluminación LED en el alumbrado público para garantizar que el barrio suponga el menor impacto ambiental posible.