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La tendencia es ‘humanizar’ los sectores de actividad económica

Entrevista a Jordi Mora, jefe de unidad de Control de Gestión del Incasòl – Institut Català del Sòl

Redacción Interempresas23/03/2010

19 de marzo de 2010

Mitke es un proyecto de iniciativa regional de ámbito europeo que, bajo la ‘Prioridad 1: innovación y economía del conocimiento’, tiene como objetivo principal ofrecer los mecanismos necesarios para la puesta en común, el intercambio y la transferencia de experiencias y opiniones entre regiones de Europa para plantear soluciones y mejoras en la intervención en las zonas comerciales y polígonos industriales de toda Europa, BAIP (Business Areas and Industrial Parks). De esta manera se pretende contribuir a mejorar la gestión de dichas áreas. Cabe remarcar que los BAIP son un instrumento político y de planificación de una importancia vital para el desarrollo local y regional que, bien planificados y equipados, estimulan el traslado de industrias y ayudan a aligerar la congestión y la contaminación de las zonas metropolitanas.

Cabe tener en cuenta además que las zonas industriales presentan, en la mayoría de los casos, una mala gestión ambiental y sufren de problemas como la congestión del tráfico o la contaminación, así como de una mala gestión, un mal desarrollo de capacidades y una actualización tecnológica lenta. Así, los socios del proyecto Mitke, con Sprilur a la cabeza, consideran que las autoridades regionales y locales han de encontrar nuevas formas para dar soporte a los BAIP y revitalizarlos como espacios que puedan conducir estas zonas hacia la innovación y un crecimiento sostenible. Mitke responde a estos problemas y reúne 11 socios de 10 regiones para que se centren en el intercambio de buenas prácticas, conocimientos y experiencias en la gestión y renovación de los territorios industriales.

E Incasòl es uno de ellos así que desde Interempresas quisimos conocer más de cerca qué se hace en un proyecto de este tipo, qué experiencias se recogen, qué aporta un ente público como es el Institut Català del Sòl y cómo podrá revertir todo el conocimiento en las zonas industriales catalanas. Jordi Mora, jefe de unidad de control de gestión del Incasòl, nos dio más detalles.

Mitke pretende ‘despabilar’ a los gestores de polígonos para ponerlos al día y que entren en el siglo XXI. ¿Qué papel juega en Incasòl?

Como gestor de polígonos el Incasòl no tiene competencia. Hasta ahora, en los 30 años de historia del Institut, sí nos hemos ocupado de todo aquello relacionado a temas urbanísticos, desde el planeamiento, la propia urbanización, venta y cesión a la Administración. En todo este tiempo hemos trabajado para ofrecer sectores industriales de calidad con acceso a todos los servicios necesarios y así continuaremos, evidentemente alineados con los conceptos de sostenibilidad, movilidad, etc.

La realidad que nos encontramos paseando por el territorio, es que los polígonos industriales padecen al largo de los años una cierta degradación o que de algún modo ciertos sectores no están suficientemente actualizados para adaptarse a las nuevas tecnologías. Y por otra parte, especialmente ahora que estamos en época de crisis, el Incasòl quiere colaborar como ‘impulsor’ de la actividad económica de Cataluña. Especialmente en aquellos sectores que sean estratégicos, la ambición del Incasòl es poder hacer que esto sea una realidad; que las empresas puedan ser competitivas, con un valor añadido, y estamos hablando de servicios para las empresas, para el polígono, pero también para las personas. Es decir, humanizar estos sectores. Que las personas tengan en estos espacios determinados servicios que les faciliten la vida: guarderías, restaurantes, gimnasios, etc.

Para Jordi Mora, lo importante es que, al final, “las empresas tengan la percepción que realmente se pueden hacer cambios”...
Para Jordi Mora, lo importante es que, al final, “las empresas tengan la percepción que realmente se pueden hacer cambios”.

Nos olvidamos de los polígonos grises con mucho camión, cemento...

Exacto. Y teniendo en cuenta que, ahora, nuestra competencia actual es la de urbanizar, nos tenemos que plantear dónde podemos llevar a cabo algún tipo de cambio para impulsar nuestra ambición de mejora: en la planificación de los sectores. Este es nuestro objetivo: cómo, desde el momento de la planificación, podemos realizar los cambios necesarios para garantizar que en el futuro, cuando se desarrolle el sector, este pueda acoger una serie de servicios, mejoras e infraestructuras que permita a las empresas ser más competitivas.

De hecho, algunos de los nuevos sectores del Incasòl ya tienen en cuenta el entorno

Sí, cada vez procuramos ser más respetuosos con el medio natural. Además, el Incasòl tiene un sistema de bipresidencia y una de ellas es la Conselleria de Medi Ambient, así que cualquier actuación está claramente enfocada para seguir las líneas de actuación que se están llevando a cabo desde el punto de vista del respeto por el medio ambiente.

Con todo esto, ¿cómo participa el Incasòl en el proyecto Mitke?

Hoy por hoy, la realidad es que solo podemos actuar desde el ámbito del planeamiento. Nos podemos plantear una serie de servicios y equipamientos que puedan incorporar los sectores que desarrollamos en base a una demanda contrastada. O un modelo de gestión territorial para estos sectores. Pero, dado que la gestión territorial en sí se escapa de nuestras competencias actuales, la única manera de garantizar este proceso es permanecer en el territorio, sobre todo en aquellos sectores más estratégicos. Es decir, conservar el patrimonio.

¿Convirtiéndose en gestor?

Aquí es donde está hoy el debate. Es algo totalmente nuevo para el Incasòl y tampoco no tenemos competencias para ello, hoy por hoy, con la legislación actual. Como mucho lo que podemos hacer es velar para que esto pueda desarrollarse y permanecer en el sector para ser impulsores. Hay otras entidades o figuras que pueden llevar a cabo la gestión. Y desde el Incasòl podemos colaborar.

De hecho, cuando nació Mitke, justo acabábamos de presentar el libro de estilo de sectores de actividad económica, en el Barcelona Meeting Point de 2007, así que apareció cuando en el Institut estábamos en pleno debate sobre ello y sin tener definido el papel que jugaríamos.

Pero Mitke es una oportunidad para ir a otras regiones europeas, conocer sus realidades, sus buenas prácticas y qué problemas se están encontrando. Y Sprilur, que es quien lidera este proceso, hizo un llamamiento inicial entre las empresas que podrían estar interesadas, entre las cuales quedamos aquellas que estaban más alineadas con su trabajo. Como Incasòl.

¿Son todas de perfil público?

Sí, todas son del ámbito público. Hay que tener en cuenta que cuando quieres adherirte al programa te plantean la siguiente cuestión: ¿Desde tu posición en tu región puedes ser capaz de cambiar las políticas públicas en el caso que creas que hay algo a mejorar? Así que, o bien son empresas públicas, o bien están alienadas con entes públicos. Son empresas que, de un modo u otro, pueden influir en las políticas públicas. De las que participamos en el Mitke, el Incasòl es la única que participa solamente en el ámbito urbanístico. Otras tienen ya experiencia en cuanto a gestores. Sprilur tiene experiencia como gestor a través de una serie de sociedades que ha ido organizando.

Así que nuestra experiencia en el Mitke pasa por plantear cómo, desde el punto de vista urbanístico, podemos hacer los polígonos competitivamente más sostenibles.

Los demás sí tienen experiencia en la gestión de polígono y exponen precisamente estos temas. Por ejemplo, en el último viaje que hicimos, a Wakefield nos presentaron una Buena Práctica en gestión de polígonos industriales a partir de la experiencia de Langthwaite Business Park, un polígono que había sufrido fuga de empresas por problemas de seguridad. La solución pasó por una alianza entre entes públicos y privados que permitió llevar a cabo la inversión necesaria para la transformación del lugar con mejoras en seguridad, transporte e iluminación. Todo ello produjo un efecto retroactivo y muchas empresas vieron de nuevo la posibilidad de instalarse allí.

Y luego...

Claro, luego nosotros llegamos aquí con la experiencia presentada pero nuestra legislación es diferente.

Pero sí podemos ser ambiciosos y, a partir de todas las realidades presentadas, plantear la cuestión y poner sobre la mesa la necesidad de tomar medidas en estos temas. Tenemos que ir mejorando en cuestiones como estas para que las empresas tengan la percepción que hay más seguridad en los polígonos, pero también es verdad que el problema tiene que existir, es decir, que las empresas lo planteen.

Lo que es cierto es que, en la mayoría de casos, los principales problemas que manifiestan los empresarios están en el ámbito del mantenimiento y la seguridad.

¿Participan otras sociedades públicas españolas además de Sprilur e Incasòl?

Labein-Tecnalia, también de Euskadi.

Jordi Mora es claro: “En octubre de 2011 acaba el proyecto Mitke pero mi intención es que la prueba piloto no termine allí. Debe continuar”...
Jordi Mora es claro: “En octubre de 2011 acaba el proyecto Mitke pero mi intención es que la prueba piloto no termine allí. Debe continuar”.

Socios del proyecto Mitke

  • Sprilur S.A. Euskadi(ES)
  • Labein-Tecnalia. Euskadi (ES)
  • Asociación Pannon Business Network. Región de Pannon Occidental (HU)
  • Agencia de desarrollo regional de Rzeszow (PL)
  • Oficina de Marshal Lubelskie Voivodeship (PL)
  • Agencia de Desarrollo Regional: West Region (RO)
  • Soprip spa. Emilia Romagna (IT)
  • First. The Wakefield District Development Agency West Yorkshire (UK)
  • Shannon Development Southern and Eastern (IE)
  • Udaras na Gaeltachta Border, Midland and Western (IE)
  • Institut Català del Sòl - Incasòl. Catalunya (ES)

Tras las reuniones, ¿cuál sería el siguiente paso?

Una vez recogidas todas las experiencias, hemos de analizar aquello que veamos que podemos ser capaces de incorporar en nuestros sectores de actividad económica y llevar a cabo una serie de debates entre todas aquellas entidades del ámbito español con las que poder llegar a acuerdos e impulsar cambios legislativos si es necesario, por ejemplo en materia de seguridad en los polígonos, con el fin de poder mejorar la competitividad de nuestros sectores de actividad económica. En este sentido, estamos en contacto con Sprilur, Sepes, Cepe, , también con Pimec, la Upic, etc. Es decir, en cuanto queramos impulsar el debate no estaremos solos. Pero de momento tomamos notas y en el momento en que haya que tomar iniciativas lo plantearemos.

Temas como movilidad, gestión de residuos, etc., ¿se han expuesto en las reuniones?

Hasta ahora hemos realizado tres reuniones, la primera de las cuales fue la de partida. Las otras dos, más temáticas, han sido sobre la seguridad y sobre la especialización, algo que preocupa los países del Este, con polígonos donde hay instaladas empresas de gran envergadura dedicadas a sectores muy concretos y que en cuanto uno de ellos falla les comporta serios problemas.

Cuando viajemos a Parma en el mes de abril trataremos el tema del medio ambiente.

Pero tengamos en cuenta que los programas europeos están muy pautados. Se marcan las reuniones y lo que debe hacer cada uno, sin salirse del guión. Así que lo más interesante a veces es, al margen de las reuniones en sí, las relaciones que estableces con los participantes y aquello que puedes sacar de provecho con los diferentes mecanismos que pone en marcha el programa europeo: fórums de profesionales con debates en línea, buenas prácticas recogidas en los viajes, etc.

¿Y el Incasòl?

Nosotros plantearemos el tema del marketing territorial.

La mejora de los accesos o el transporte público ¿se planteará en alguna reunión o son temas que ya tienen resueltos los demás socios?

La verdad es que todavía no se han trabajado. Pero en el punto que nos encontramos es muy posible que nos encontremos con alguno de ellos. En este momento estamos en un punto que sí puede ser muy práctico para nosotros y es el siguiente: a fin de demostrar que tu participación en este programa europeo ha sido fructífera, debes implantar alguna de las ‘buenas prácticas’ en tu territorio. Para ello hemos elegido dos pruebas piloto donde implantar los cambios que hayamos visto y creamos interesantes. En nuestro caso son Lleida y Viladecans.

En el primer año nos hemos dedicado a realizar encuestas en las pruebas piloto Mitke para conocer sus problemáticas y ver cuáles son sus ‘virtudes’; es decir, cuales son sus necesidades y cuáles son las buenas prácticas. El segundo paso ha consistido en la presentación de Buenas Prácticas por parte de todos los socios en el ámbito de la gestión. En el caso del Incasòl relacionadas con el tema del urbanismo, que es nuestro campo. En total serán un conjunto de 30 aportaciones que se valorarán para determinar cuáles pueden aplicarse a las dos pruebas piloto. Y seguro que entre ellas nos encontraremos con temas relacionados con la movilidad, gestión de residuos, vinculación empresa-universidad, parques científicos... Pero a día de hoy todavía no hemos podido tratarlo.

“Para demostrar que tu participación en Mitke ha sido fructífera debes implantar alguna de las ‘buenas prácticas’ en tu territorio. Nosotros hemos elegido dos pruebas piloto: en Lleida y Viladecans”

Como ente urbanizador podéis prever la necesidad de determinados servicios pero no tratáis directamente con las empresas...

Claro. Hacemos un estudio de necesidades, vemos la demanda del entorno del sector y la oferta que podemos proponer para ver qué servicios se podrían implantar. Y en el tema de la gestión de residuos, al igual que con otros servicios, lo que se está planteando es que la gestión trascienda más allá del polígono, no sea tanto poligonal sino más territorial. De algún modo, lo que está claro, es que si tenemos una planta de transferencia o gestión de residuos en un ámbito y puede dar servicio a sectores colindantes, no es necesario que haya una gestión propiamente en cada sector. No seria viable. Así, con la gestión territorial intentamos que se generen economías de escala. y en el mismo sentido estaríamos hablando de gimnasios y guarderías. No tiene sentido poner una guardería en cada sector cuando hay territorios con un polígono detrás de otro. En el caso de Lleida, por ejemplo, no solo nos planteamos si necesitan determinados equipamientos o servicios, sino también estamos mirando qué hay en el entorno que pueda cubrir esta necesidad.
Polígono El Camí dels Frares...
Polígono El Camí dels Frares, uno de los dos sectores de actividad económica elegidos por el Incasòl para llevar a cabo su prueba piloto dentro del proyecto Mitke.

¿Desarrollar polígonos más sostenibles supondrá también un cambio de mentalidad en los municipios a la hora de albergarlos?

Incasòl procura desarrollar sectores con influencia supramunicipal así como sectores que reequilibren la actividad económica en el territorio. Con el concepto de Marketing Territorial que ponemos hoy en día sobre la mesa, queremos que sea el cliente quien nos marque la necesidad de desarrollo de los sectores. Ha de ser la demanda quien marque la dirección a seguir a partir de las actividades que las empresas quieran llevar a cabo. Hemos de ser capaces de desarrollar aquellos sectores de actividad económica que nos están demandando las empresas, adecuados a sus necesidades y entorno.

Tanto arquitectónicamente como en temas como la movilidad desarrollaremos sectores en función de lo que nos demande el mercado. Polígonos evidentemente sostenibles que comportaran, como no, un cambio de mentalidad para aquellos municipios que los quieran albergar.

Es decir, dentro de 10-20 años, ¿los sectores de actividad económica sostenibles y medioambientalmente responsables serán lo común?

Sí. Además, si en las últimas décadas, a fin que pudiera crecer y ordenarse la actividad industrial, se habían ‘quitado’ las empresas del entorno urbano ahora la tendencia ha de ser humanizar ese entorno, ‘acercarlos’ al mundo urbano, ya sea de forma física o mediante las sinergias que se puedan crear entre polígono y mundo urbano.

Y creo que arquitectónicamente, pero también humanamente, se debe dar un cambio en el siglo XXI muy importante y que estos espacios de actividad económica dejen de ser estos espacios grises y alejados, oscuros, etc. Creo que este será el gran cambio que se debe producir: hacer que las empresas se sientan cómodos y que además tengan aquellos servicios que les permitan ser más competitivos, que hablen entre ellas, que generen economías de escala.

El gran cambio para Incasòl en el proceso Mitke será cuando veamos cuáles de las 30 buenas prácticas podemos implementar. El programa de Mitke nos pide que lo apliquemos en las pruebas piloto pero además es posible que alguna de ellas se puedan incorporar también en algún otro sector. Creo que es interesante estar en este proyecto: protocolariamente tendremos que aplicarlo en Lleida y demostrar que ha ido bien, pero evidentemente también participamos para aprender y ver qué se está haciendo en otras partes.

¿Cuál es el calendario previsto del programa Mitke?

En Parma nos reuniremos en abril y trataremos sobre el medio ambiente. Antes de verano, junio o julio, será Polonia, sobre el tema de los clústers. La de Incasòl será en febrero de 2011, sobre el marketing territorial. Hacia el verano, mayo-junio, iremos a Irlanda (Networking and connections) y el cierre será sobre octubre en Bilbao.

¿Y después de Mitke?

Mi objetivo al final es lograr que, allí donde hayamos realizado las pruebas piloto, el Incasòl haya sido impulsor, que las empresas tengan la percepción que realmente se pueden hacer cambios. Notar que, tras esta iniciativa, algo se ha movido.

De hecho en Lleida, donde estamos logrando mayores resultados, nos reunimos hace ya un año con el presidente de la asociación de empresarios del polígono para presentarles el proyecto Mitke y explicarles la intención de implantar algunas mejoras en su polígono a fin de conseguir una mayor competitividad, valores añadidos, etc. La respuesta fue clara “está muy bien pero primero hay que cubrir las necesidades más inmediatas: seguridad viaria, falta un directorio en el polígono, señalización, etc.”. A partir de aquí iniciamos una serie de reuniones mensuales con el Ayuntamiento, la asociación de empresarios del polígono y el Consorcio de Promoción Económica de Lleida, en la cual también se incorporó el departamento de urbanismo del consistorio para que pudieran atender las peticiones de los empresarios. Con todo, en diciembre se firmó un convenio entre el Ayuntamiento, el Incasòl, la asociación de empresarios, el Consorcio en el que se manifiesta que estamos de acuerdo para llevar a cabo en el polígono El Camí dels Frares esta prueba piloto. Ya fue un gran paso. Y el siguiente fue en el mes de marzo cuando se convocó un plenario con el fin de reunir a todas las empresas del polígono e informar de los avances que estamos haciendo: hoy día, de las casi 170 empresas que forman parte del polígono solamente están asociadas unas 40; un nivel de asociacionismo muy bajo. Así que nuestro primer objetivo, y ya sería un punto de mejora, es fortalecer esta asociación y al mismo tiempo hacer que las personas que participen en ella actúen. Que sean los impulsores de las mejoras.

El resultado del plenario, al que asistieron ya unos 30 empresarios, fue satisfactorio: hemos constatado a partir de este encuentro un aumento en el número de asociados. Pero siempre teniendo en cuenta que, más allá de fortalecer la asociación e incrementar el número de asociados y trabajar con el Ayuntamiento para que se puedan desarrollar la serie de mejoras que se están demandando, nosotros estamos allí para aportar mejoras relacionadas con el programa Mitke. Incorporar actividades y servicios que permitan a las empresas ser mas competitivas. Para nosotros es importante porque, puesto que de momento no podemos actuar en el ámbito de la gestión, sí podemos hacer algo como impulsores de mejoras.

¿Y el objetivo es tenerlo en marcha para 2011?

La realidad es que son procesos muy lentos. En octubre de 2011 acaba el proyecto Mitke pero mi intención es que la prueba piloto no termine allí. Debe continuar. Si en octubre de 2011 hemos llegado al planteamiento, muy bien, pero que luego se lleve a la práctica.

Lograr los resultados del Mitke

El proyecto Mitke ha preparado tres herramientas y mecanismos básicos para alcanzar los objetivos del proyecto. Se trata de:

  • Reuniones y actos: visitas de estudio, talleres interregionales, seminarios, conferencias, etc.
  • Soporte a la información y la publicidad: sitios web, boletines informativos, folletos, Comunicados de prensa, etc.
  • Fórum de profesionales al sitio web donde se organizan debates en línea.
  • Análisis regional comparativo, informes de buenas prácticas (incluidos en una colección de estas).

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