Entrevista a Fernando Martínez, director comercial de Fal Calzados de Seguridad
Fundada en 1965 en Arnedo (La Rioja), Calzados Fal, S.A. es una empresa destacada en fabricación y comercialización de calzados a nivel internacional. Fal Seguridad desarrolla calzado de trabajo y seguridad sólido, duradero y ergonómico. Hoy en día, cuenta con una capacidad de producción puede alcanzar los 6.000 pares diarios. Además, dispone del equipamiento y las tecnologías más innovadoras, garantizando la máxima calidad en todas las fases de fabricación. Su director comercial, Fernando Martínez, colabora en este especial número 100 repasando el panorama del mercado de la seguridad y la prevención.
Según su experiencia, ¿cómo gestionan actualmente sus clientes la protección laboral de sus trabajadores?
En general, el sector está muy profesionalizado con departamentos específicos de Prevención, dedicados en exclusiva a la detección riesgos de sus trabajadores y a buscar los medios para protegerles de dichos riesgos.
Donde más déficit se puede encontrar es en empresas de tamaño pequeño en las que, por su infraestructura, no pueden tener departamentos específicos de Prevención y otros departamentos son los que se encargan de asumir estas funciones. Generalmente, éstos ponen en manos de empresas especializadas la gestión de riesgos y suelen ser sus proveedores de confianza quienes les aconsejan los EPI más adecuados.
Se está empezando a ver un fenómeno que hasta hace poco solo se veía en grandes empresas y que cada vez se está instaurando más en empresas de tipo medio. Es la gestión integral de EPI a través del proveedor. Departamentos de Compra que gestionaban los EPI de la empresa, están dedicándose cada vez más a las compras específicas que atañen al producto o servicio que ofrecen y dejando en manos de terceros la gestión de los EPI con máquinas de autoservicio o personal interno que ayudan a descongestionar de trabajo.
¿Cómo ha evolucionado esta gestión en los últimos años?
Como digo, es mucho más profesional. La asunción por parte de las empresas de la obligatoriedad de que sus trabajadores lleven equipos de protección individual es prácticamente total.
El esfuerzo que se ha realizado por parte de todos, tanto por la administración, empresarial y de los trabajadores para que nos encontremos en la situación actual, ha sido muy importante.
¿Qué hace falta para mejorar la gestión de los riesgos laborales?
A nivel legislativo, creo que poco más se puede hacer. El marco legal que protege al sector está muy evolucionado y creo que la seguridad jurídica está garantizada.
Lo más importante es seguir insistiendo en la necesidad del uso de los EPI por parte de cualquier trabajador, de tal forma que con el tiempo ya sea algo ‘cultural’ y que esté arraigado como el uso del cinturón de seguridad del coche. Campañas específicas, inspección de trabajo, vigilancia por parte de la empresa y sobre todo el autoconvencimiento por parte de propio trabajador deben ser pilares básicos que hagan que el uso del EPI sea algo cotidiano.
A nivel normativo, también está muy regulado buscando la seguridad del trabajador. Lo que yo creo es que debe evolucionar más hacia la ergonomía. Las normativas están demasiado basadas en exclusivamente la protección, pero el trabajador ha de combinar dicha protección con el confort en el trabajo y las normativas deberían ir en ese sentido.
También las normativas deberían premiar más la calidad del producto. Yo puedo hacer un producto con unas materias muy superiores a un tercero, pero a nivel normativo, tendremos certificados iguales. Creo que se podría avanzar y premiar de alguna forma a quien evoluciona y ofrece mejores parámetros tanto en seguridad como en confort.
En su opinión ¿cómo evolucionará el sector?
Pues espero que evolucione en el sentido comentado anteriormente. Que cada vez se preste más atención a la comodidad y ergonomía del trabajador que al precio. Eso con respecto al producto.
Con respecto al mercado, estamos inmersos en un proceso de cambio muy importante en la distribución. Estamos pasando de un mercado muy atomizado a un mercado cada vez más concentrado, en el que grandes grupos van a tener un protagonismo sustancial.
Los fabricantes también seremos un actor cada vez más importante en el mercado y seguro que el usuario nos irá conociendo de forma mucho más directa. Además, también nos tendremos que adaptar a un usuario más exigente, tanto en protección como en diseño y seguro que los catálogos de hojas perennes pasarán a ser catálogos mucho más dinámicos.
Internet también es un actor principal en el futuro, tanto para la gestión de compras por parte del usuario como motor de información que hará que el encargado de prevención conozca las mejores opciones para el usuario y su especialización sea mucho mayor.