El grado de asociación de las empresas no es suficiente para mejorar la gestión de sus parques empresariales

Desde abril de 2013, Alejandro Sáenz de San Pedro se encarga de trazar las coordenadas del futuro de la Coordinadora Española de Polígonos Empresariales (Cepe). Este economista, valenciano de nacimiento, bregado en la banca privada, aterrizó en la Asociación de Industriales de Mallorca (Asima) hace algo más de una década con ganas de impulsar una organización pionera en defensa del mundo empresarial. A Sáenz de San Pedro le gusta el efecto multiplicador de la unión y del asociacionismo y es ferviente defensor de los polígonos empresariales como los grandes pulmones económicos de la economía española.

Cepe agrupa federaciones y asociaciones de áreas empresariales o cualquier otra entidad que esté formada por empresarios o propietarios, vinculada a la gestión, funcionamiento o dinamización de las áreas empresariales. Su presidente, Alejandro Sáenz de San Pedro, lleva las riendas de esta Coordinadora que vive con optimismo y esperanza la complicada coyuntura económica de nuestros días. Por todo es sabido que, actualmente, las zonas industriales y logísticas en España no presentan un estado de salud muy favorable, si bien difiere según las zonas. Sáenz de San Pedro opina que “los polígonos sufren los efectos de la crisis económica porque están constituidos por empresas que, en un elevado porcentaje se han visto afectadas y han tenido que acometer cambios estructurales profundos y reorganización de sus modelos de funcionamiento”. A pesar de ello, los polígonos gestionados por Cepe presentan un alto nivel de ocupación y son verdaderas “ciudades industriales que funcionan las 24 horas del día”. Muchos de ellos son polígonos con una larga historia, con empresas muy consolidadas y con gran trayectoria nacional e internacional.

El presidente de Cepe cree que es vital que el Gobierno preste especial atención y sensibilización a estas áreas empresariales, que en algunos casos son "zonas muy maduras porque llevan ya a sus espaldas más de 40 años de historia; y destine más recursos para los polígonos empresariales como dinamizadores de la economía impulsando actuaciones orientadas a la innovación y la competitividad de estas áreas comerciales, apoyo financiero, promoción comercial, mejora de la seguridad y la formación, entre otras”. Sáenz de San Pedro entiende los polígonos como los “grandes pulmones económicos” de nuestro país, donde se produce “la mitad de la facturación anual de la economía española” y, como tal, hay que cuidarlos.

Una de las demandas de los usuarios de polígonos y zonas logísticas es la mejora de los accesos a éstos y la potenciación del transporte público. Sabiendo la importancia de estos requerimientos, Cepe apuesta por “fomentar la movilidad sostenible y que ésta sea una realidad, impulsando el uso del transporte en bus o en metro. Cada vez son más los polígonos que realizan estudios de movilidad, intentando optimizar el transporte de los trabajadores, hacerlo más sostenible y potenciar el transporte público”, explica Sáenz de San Pedro.

En cuanto a los accesos, aún en estos momentos de crisis y de restricción presupuestaria por parte de las administraciones en algunas comunidades, “sí se está valorando la incidencia de la mejora de los accesos a los polígonos industriales en la optimización de resultados por parte de las empresas y se están acometiendo proyectos importantes”. El polígono de Sabón, en Arteixo (A Coruña), es un ejemplo de ello, con un proyecto de mejora de accesos licitado en 2013 y ya en ejecución que ronda los 10 millones de euros.

Otro de los ejemplos es el compromiso que ha arrancado el polígono Fuente del Jarro de Paterna (Asivalco) al Ministerio de Fomento de dotar de un acceso directo a la segunda fase del polígono. Este enlace directo costará unos cinco millones de euros, según las estimaciones de la Demarcación de Carreteras, que ejecutará las obras en los próximos años dentro del proyecto de remodelación de la nacional N220, que conduce hacia el aeropuerto y que se transformará en autovía.

Por otra parte, otro factor a tener en cuenta es la instalación de fibra óptica en los polígonos ya que es un servicio cada vez más valorado por las empresas. “La fibra óptica permite utilizar la tecnología más avanzada para enviar cantidad de datos en velocidades superiores a las del cable convencional. Ya contamos con polígonos con este servicio. Los nuevos siempre la incorporan y es verdad que aún hay polígonos antiguos que carecen de este servicio, pero que la irán incorporando poco a poco”. Entre otros, son ejemplos el polígono de Fuente del Jarro de Paterna (Valencia) o el polígono Son Castelló, en Palma de Mallorca; que ya tienen este servicio que incrementa de manera notable la competitividad de las empresas y se convierte en “un gran valor añadido y atractivo de nuestros polígonos”, explica Sáenz de San Pedro.

El grado de asociación de las empresas no es suficiente para mejorar la gestión de sus parques empresariales. A pesar de que el presidente de Cepe afirma “trabajar intensamente para mejorar el entorno de los parques empresariales” no siempre es posible. “A veces es difícil convencer a las empresas de las ventajas del asociacionismo y sólo se integran en las entidades gestoras el 100% de las empresas de un polígono cuando esta integración tiene carácter obligatorio, como es el caso de las comunidades de propietarios o las entidades urbanísticas de conservación. Queda mucho trabajo por hacer y es necesario que las empresas sean conscientes de las ventajas del asociacionismo, que es el único mecanismo para todos unidos representarlas ante las administraciones e instituciones públicas, organizaciones empresariales, políticas y sociales, en el que sea procedente resolver cualquier problema o aportar colaboración. En un mundo globalizado con grandes retos y exigencias, Cepe se ha convertido en un motor de búsqueda de mejoras que potencia la competitividad de las empresas, multiplica sus oportunidades y acelera la creación de empleo y calidad de vida de sus trabajadores".

Una de las claves de éxito de Cepe, y también uno de sus principales objetivos, es lograr una cooperación suficiente entre polígonos que permita dar a conocer iniciativas de éxito de ciertos polígonos para que puedan aplicarse en otros. “Las entidades gestoras de los polígonos conocen las buenas prácticas que se desarrollan en los diferentes polígonos y las adaptan a sus propias características, contando con la colaboración de todos los gestores de los polígonos de la Coordinadora. Además, es importante que entre todos los polígonos nos contagiemos de ilusión ya que los problemas que se pueden dar en Zaragoza son los mimos que padecen en Galicia o Andalucía”.

Uno de los grandes proyectos que tiene entre manos Cepe es promover una marca de calidad para las áreas empresariales de toda España, algo similar como las banderas azules a las playas. Cepe quiere conseguir que los polígonos de España obtengan una bandera que distinga la calidad en función de las infraestructuras y los servicios que tengan en su entorno. “Es clave que todos nos sensibilicemos de la importancia que tiene cuidar estos grandes motores de la economía, generadores de empleo, y ésta es la mejor forma de hacerlo para que se avale su nivel de calidad y se propicie su mejora. Es importante fomentar esta marca para los polígonos empresariales de España”.

Alejandro Sáenz de San Pedro afirma que “se está haciendo un trabajo muy serio en seguridad, limpieza, conexiones de transportes e infraestructuras, pero no nos podemos quedar aquí. Todos los empresarios junto con las administraciones tenemos que ser conscientes de lo que representan”.