Mecanizado electrolítico de superficies
17 de abril de 2009
Dos modos de funcionamiento combinados en un solo sistema
El sistema de mecanizado electrolítico CoolPulse de Extrude Hone está diseñado para un ‘funcionamiento por inmersión’, pero también admite un funcionamiento en ‘banco de trabajo’, combinado con un utillaje de desbarbado. En el funcionamiento por inmersión, la pieza de trabajo se sumerge en una solución electrolítica durante el proceso. Esto provoca el desbarbado y pulido de las superficies externas en un único ciclo de trabajo. Si se requieren formas geométricas concretas o hay que trabajar en las superficies internas, o si existe algún otro requisito específico relativo a las tolerancias de formas y dimensiones, se utiliza un accesorio específico para la pieza de trabajo.
El cambio de un modo de funcionamiento a otro se puede realizar muy rápidamente, lo que asegura una alta flexibilidad y eficacia en el proceso de mecanizado. Generalmente, se suelen necesitar únicamente unos cátodos sencillos (y, por tanto, económicos) para el mecanizado final de las superficies externas. Esto hace que el sistema sea muy rentable también para el acabado superficial de producciones pequeñas.
Fotografía: Extrude Hone.
El caudal del electrolito, que es un parámetro no desdeñable, se controla desde un agitador que le da a las piezas de trabajo un movimiento de oscilación dentro del depósito. Además, el electrolito se mantiene en movimiento continuamente gracias a la inyección de aire comprimido por la base del depósito. Esto afecta de forma positiva a la calidad del mecanizado y evita que se formen líneas de flujo y depósitos sobre la pieza de trabajo.
El sistema CoolPulse, disponible con una potencia de 12 o 24 kW, se entrega con todas las funciones necesarias para lograr un proceso de mecanizado fiable, aunque siempre desde el estricto cumplimiento de los requisitos medioambientales necesarios. En el módulo básico se incluye un módulo de filtrado que limpia continuamente el electrolito y una refrigerador que mantiene el electrolito a la temperatura de funcionamiento necesaria. El diseño compacto del sistema permite integrarlo fácilmente en cualquier entorno de fabricación.
Fotografía: Extrude Hone.
El sistema ‘Coolpulsing’ logra un mecanizado superficial perfecto
El alma del proceso ECM CoolPulse es el electrolito especial, un elemento decisivo para lograr un acabado superficial de alta calidad. El electrolito no es perjudicial para el medio ambiente y no contiene soluciones ácidas inestables ni a altas temperaturas.
El proceso CoolPulse disuelve las rebabas visibles y las micro irregularidades, retira el material hasta la centésima de milímetro, incluso en formas tridimensionales pequeñas y complejas, o pule componentes delicados que no se pueden someter a esfuerzos mecánicos ni térmicos. Los tiempos de mecanizado suelen situarse entre los 15 y los 180 segundos, según el material de la pieza de trabajo y el resultado buscado.
La mayoría de los metales se pueden mecanizar, incluido el acero de bajo contenido en carbono, hierro forjado, acero inoxidable, aluminio, etc. Entre otras aplicaciones, CoolPulse es especialmente adecuado para el mecanizado de componentes médicos y de ingeniería de precisión, componentes eléctricos y electrónicos, componentes de automoción y piezas de tecnología de los microsistemas.