Aluminio en defensa del metal
Los especialistas están constantemente trabajando para desarrollar los llamados materiales de ingeniería. Éstos han sido diseñados para aplicaciones muy específicas y, como tales, combinan propiedades que son imposibles o muy difíciles de conseguir mediante los materiales convencionales. En muchos casos, ofrecen a los diseñadores e ingenieros la posibilidad de diseñar y elaborar productos por vías nuevas.
Pero una cosa está clara. No es necesario reinventar la rueda cada vez que un fabricante necesita un material para una aplicación poco habitual o muy exigente desde el punto de vista de las prestaciones. Muchos materiales convencionales poseen propiedades de resistencia o prestaciones que, simplemente, todavía no han sido explotadas. Un buen ejemplo de esto son las aleaciones de aluminio, responsables en buena medida de algunos de los éxitos logrados por la industria en los últimos años. Ya se sabe que el fabricante de coches Audi produce cada vez más modelos con la carrocería de aluminio. Pero el uso de este material en el automóvil sobrepasa con mucho este ámbito. Son cada vez más los componentes funcionales que se someten a elevadas tensiones que se realizan con aluminio.
La industria se expande con rapidez y en el año 2000, los miembros de la asociación que agrupa a la industria del aluminio, la GDA, experimentaron un incremento del 10 por ciento con respecto al año anterior. Según esta misma asociación, el 41% de la producción de sus empresas miembro se dirige al sector de transportes.
No son sólo los diseños revolucionarios los que recurren al aluminio por su brillo, resistencia y facilidad de reciclado. Cuando se diseñaron las primeras carrocerías, los ingenieros tuvieron que desarrollar nuevas técnicas de sujeción y de producción. Pero otras aplicaciones no eran tan complejas. Los componentes forjados del chasis de aluminio, por ejemplo, pueden ser utilizados para reemplazar piezas convencionales de fundición gracias a su alta resistencia y la calidad del proceso de fabricación. Las técnicas de soldadura mejoradas permiten la configuración de montajes complejos que aportan ventajas económicas y técnicas sobre otros materiales.
Solucionar problemas en la industria
El aluminio es especialmente eficaz cuando sus propiedades son explotadas al máximo. Y esto se logra con la colaboración de los fabricantes del producto y los especialistas en metalurgia y en procesos. Todo ello demuestra que los metales todavía tienen un papel importante que jugar en el progreso de la tecnología.