Gamesa se hace con el 100% de Gamesa eólica

30/12/2001

La operación asciende a 64,5 millones de euros - La compañía decide apostar por los aerogeneradores

Gamesa ha llegado a un acuerdo con Sociedad de Desarrollo de Navarra (Sodena) para la adquisición del 9% del capital de Gamesa Eólica propiedad de la empresa pública navarra, por un importe de 64,5 millones de euros.

Con esta operación, que ambas partes cerrarán en los próximos meses, la firma Gamesa pasa a controlar la totalidad del capital de Gamesa Eólica tras adquirir también recientemente, por 287 millones de euros, el 40% de la empresa, dedicada a la fabricación y venta de aerogeneradores, que estaba en manos de la danesa Vestas.

El acuerdo alcanzado con Sodena culmina una fructífera y positiva etapa de asociación entre Gamesa y la sociedad pública foral que se remonta al año 1994. Este acuerdo responde a los intereses estratégicos de ambas compañías.

Por una parte, Sodena había manifestado con anterioridad su interés en la venta del 9% de Gamesa Eólica, por haber cumplido los objetivos inicialmente planteados de forma que, con la liquidez generada, pudiese continuar su función de desarrollo empresarial de Navarra.

A partir de este momento, Gamesa concentrará todos sus esfuerzos y recursos con el fin de consolidar la privilegiada posición de Gamesa Eólica como segundo fabricante mundial de aerogeneradores.

Las operaciones firmadas con Vestas y Sodena para alcanzar el 100% de Gamesa eólica confirman la intención y estrategia de Gamesa de convertirse en la compañía líder mundial en el campo de la energía eólica.

Acuerdo con los sindicatos

Por otra parte, el problema laboral que empezó cuando Gamesa anunció la regulación de empleo de 500 trabajadores de Gamesa Aeronáutica empieza a ver una salida. La dirección de la firma y los sindicatos acordaron por fin una fórmula de expediente de regulación de empleo (en la que medió el consejero de Justicia, Trabajo y Seguridad Social del Gobierno Vasco, a la que se han adherido voluntariamente el 90 por ciento de los 115 trabajadores que finalmente han resultado afectados.

Dicho plan social no contempla ningún despido y se limita a una fórmula de suspensión temporal con recolocación asegurada para todas las personas afectadas por el ERE y, asimismo, la posibilidad del personal de GPA de sumarse voluntariamente a un sistema de bajas incentivadas.