Rofin propociona la tecnología láser más adecuada para procesos de láser cladding y fabricación aditiva con láser

Tanto el láser cladding como la fabricación aditiva con láser se encuadran dentro del ámbito de lo que se denomina LMD o Laser Metal Deposition. Son dos tareas derivadas del uso conjunto de una fuente láser y una adición de material en diferentes estrategias. Así, para el láser cladding se toma un láser de fibra o un láser de diodo y se adiciona polvo metálico en suspensión que se incorpora al haz laser sobre un substrato. Este proceso es apto para aplicaciones como:

• El recargue láser para la recuperación y reparación de herramientas, moldes, matrices, entre otros.
• El refuerzo de componentes mediante la aplicación de recubrimientos de protección frente al desgaste y la corrosión.

Por su parte, el proceso conocido como fabricación aditiva es aquel en el que la técnica se centra en la construcción desde cero de estructuras metálicas, componentes funcionales o piezas de alto valor añadido, estructuras, etc.

En este caso, se emplea el mismo principio anterior, con un láser de fibra o un láser de diodo, y polvo metálico o hilo que incorpora el material de forma controlada sobre un substrato. Con este propósito, en Rofin confían en los cabezales de proceso de Precitec para identificar el resonador más adecuado (láser de fibra/láser de diodo) y los cabezales con las boquillas específicas para cada caso:

De hecho, el nuevo paso adelante supone sustituir el polvo por hilo y aprovechar al 100% el material de aporte con el cabezal Precitec COAXCladder.

Cabezal COAXCladder, de Precitec.

La disponibilidad de un sistema de LMD, bien de cladding o bien de fabricación aditiva, presenta las ventajas de lograr una alta velocidad de enfriamiento, el control de la técnica y la flexibilidad del procesado.

Como ejemplo de los trabajos realizados por Rofin, podemos señalar la colaboración con Ibarmia y Tecnalia en el desarrollo de un nuevo centro de mecanizado por fabricación aditiva.