Bush desata la guerra del acero
Pascal Lamy, comisario europeo de Comercio
El presidente de Estados Unidos, George Bush, ha cedido finalmente a las presiones del maltrecho sector del acero estadounidense y ha decidido incrementar entre un 8% y un 30% las tarifas que gravan las importaciones de acero en Estados Unidos.
Esta decisión ha desatado una nueva batalla comercial entre Europa y Estados Unidos. El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, amenazó en un comunicado posterior al anuncio de Bush con impugnar la medida ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La medida adoptada por Busch establece gravaciones del 8 al 30% durante un período de unos tres años. Esta decisión se ha tomado después que 30 productores norteamericanos de acero se declararan en quiebra desde 1997. La medida no afecta a México y Canadá, miembros del NAFTA junto a a Estados Unidos y a a países en vías de desarrollo o en una situación económica delicada, como Tailandia, Turquía, Argentina o Sudáfrica.
No obstante estos países apenas representan el 3% del acero que consume EEUU. A los que sí afectará la medida es a países asiáticos como Corea del Sur, Japón, China o Taiwán, a Brasil y Europa, en especial a Ucrania, la UE y Rusia.
Solución multilateral
Para Pascal Lamy, las importaciones de acero no son la causa de las dificultades de la industria del acero estadounidense, por lo que estas medidas"no sólo no ayudarán sino que agravarán la situación". Además, las medidas "proteccionistas" impuestas unilateralmente por EEUU harán más difícil si cabe la búsqueda de una solución global a los problemas de sobrecapacidad que sufre el sector en todo el mundo. Lamy ha añadido que la Unión Europea adoptará las medidas necesarias para salvaguardar su propio mercado.
Las medidas que ha tomado Bush responden a las recomendaciones de la US International Trade Commission que el pasado 10 de diciembre ya abogó por subir los aranceles al acero. La Unión Europea reaccionó a esta recomendación recordando a Bush que esta medida estaría en oposición a las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La UE habla de soluciones "multilaterales" para solucionar la situación de la producción mundial de acero, causadas en opinión de la UE por la sobrecapacidad y los subsidios. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha creado un grupo de trabajo sobre este asunto y Pascal Lamy ha escrito al representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Zoellich, para proponerle la creación de un fondo de ayuda para la reestructuración del sector. Éste podría recaudarse de un pequeño gravamen sobre todas las ventas de acero en Estados Unidos. Por su parte, el presidente de la Comisión, Romano Prodi, también escribió a George Bush en un último esfuerzo para persuadirlo de que tomara el camino del proteccionismo.
La UE considera que la decisión tomada por George Bush agravará el exceso de producción, no solucionará el tema de los subsidios que reciben muchos productores de acero en todo el mundo, aumentará los precios del acero en Estados Unidos y provocará otra disputa en el seno de la OMC.
Según la Comisión, la industria del acero europea es aún muy frágil debido al incremento de importaciones a bajo coste. El anuncio de Bush puede empeorar esta situación. La UE calcula que las exportaciones a EEUU descenderán en 4 millones de toneladas, por lo que la UE podría tomar medidas urgentes. Aunque no ha precisado cuáles, sí se ha dicho que no se limitarán las exportaciones de acero de Estados Unidos.
5) METALUNIVERS Marzo 2002