Productividad y crecimiento económico: TCT
Las cifras del PIB para 1999 habrán sido revisadas al alza cuando estas líneas vean la luz. Tras el 4% experimentado el pasado año (una vez efectuadas las correcciones metodológicas pertinentes y aprobadas por la UE), 1999 puede llegar al 3,8%, tras un 3,6% en el primer semestre. Ello supondría un crecimiento otra vez del 4% en el segundo. El sector de la máquina-herramienta anuncia por su parte una evolución del 5%, con lo que la facturación del sector podría acercarse a los 150.000 MPtas (cerca de 900 MEuros), cuando el sector exterior, hasta el mes de junio, había descendido un 22%. La recuperación parece fortísima, y así lo previeron correctamente los fabricantes. En efecto, la crisis del sector exterior no creó pánico y la producción no fue disminuida. La próxima Bienal de Bilbao se presenta, así, exhuberante.
Por otra parte, se ha sabido que, a nivel nacional, el empleo está creciendo por encima del crecimiento del PIB (al 4,65%), lo que es una señal de disminución de la productividad. Nadie puede tomar como negativo un fuerte crecimiento del empleo, aun cuando una disminución de productividad sea precursora de tensiones en la formación de los precios. Estas tensiones, unidas a las dificultades para controlar la inflación y a la fuerte competitividad de los mercados exteriores, podrían dar lugar a que, en el cambio de ciclo, la necesaria recuperación de la productividad tenga lugar por el lado del empleo, como ocurrió a principios de la década.
Al no disponer el estado de instrumentos de política monetaria y cambiaria, las actuaciones de control macroeconómico son mucho más exigentes y complejas. Y un dilatado período electoral no parece especialmente propicio para abordar los problemas de solución más difícil de aplicar. Si el objetivo es acercarse a los niveles de PIB y renta por habitante que son usuales en el resto de Europa deben aprovecharse todos los resquicios, y mantener la guardia en los períodos electorales puede constituir un elemento diferencial con respecto a países ya líderes.
En este estado de cosas, será preciso recuperar productividad por el lado de las mejoras en los métodos y los equipamientos. Se está produciendo un fuerte impulso de las denominadas TCT (tecnologías de compresión del tiempo), que es preciso conocer a fondo y aprovechar al máximo. En Producción Mecánica nos proponemos, en adelante, abordar prioritariamente este nuevo concepto.