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En la India, las cataratas son la causa más habitual de ceguera evitable. Una empresa fabrica los instrumentos que necesitan los oftalmólogos del país para tratar a los que sufren este trastorno

Una visión clara con lentes salidas de máquinas Haas

Matt Bailey01/11/2012
Durante las últimas décadas, el Programa Nacional para el Control de la Ceguera del gobierno indio ha desempeñado una gran labor de ayuda a los habitantes afectados de cataratas. R.V. Ravichandran es el director de Operaciones de Appasamy Associates Group, un cliente de Haas: “Gracias a este proyecto del gobierno”, dice, “cuando una persona con cataratas entra en el programa —aunque viva en un lugar muy remoto—, sólo tiene que esperar una semana o dos para operarse y recuperar la visión. Si lo comparamos con Reino Unido, por ejemplo, tengo entendido que el proceso puede tardar varias semanas”.

Ravichandran nos cuenta que las cataratas son una afección habitual en la India por varias razones: “Aunque la radiación ultravioleta es la principal responsable. “La gente pasa mucho tiempo en el exterior, y la luz del sol es muy intensa en nuestro país, así que, cuando son mayores, muchos necesitan cirugía”. La mala alimentación es otra de las causas, y en este caso afecta a todas las edades, no solo a los ancianos. Para un gran número de indios, la dieta se limita al pan Roti y al arroz, los alimentos básicos del país. Los productos del mar son una de las fuentes principales de iodo, pero en el interior del país, donde escasea el pescado, la falta de iodo es un problema común que provoca que hasta los más jóvenes puedan acabar desarrollando una visión borrosa por culpa del empañamiento del cristalino.

R.V. Ravichandran es el director de Operaciones de Appasamy Associates Group, un cliente de Haas
R.V. Ravichandran es el director de Operaciones de Appasamy Associates Group, un cliente de Haas.

Appasamy fabrica el 80% de las lentes intraoculares que se emplean en la India para tratar a los pacientes con cataratas. Las lentes intraoculares se implantan en el ojo para sustituir el cristalino. Se trata de unas lentes artificiales de plástico dotadas de unos brazos llamados ‘hápticos’ que sirven para colocarlas y mantenerlas en la posición correcta. Tras extraer el cristalino del paciente —normalmente después de congelarlo por criogenización— se inserta la lente intraocular en el saco capsular del ojo. Con frecuencia, sobre todo si el paciente es mayor, la visión que se obtiene tras la cirugía es mejor que la tenía con el cristalino antes de sufrir las cataratas. Appasamy produce 300.000 lentes al mes, así como las jeringuillas de un solo uso que se emplean para implantarlas en el ojo y una gama amplísima de instrumentos y equipos para clínicas oftalmológicas y hospitales. La empresa tiene una delegación y una fábrica de lentes en Nueva York: Ellis Opthalmics, situada cerca del Aeropuerto JFK, cuya práctica totalidad de la producción se exporta a la India. “Los médicos indios quieren lentes importadas, fabricadas en EE UU”, dice Ravichandran, “aunque cuesten más”.

Appasamy cuenta con una plantilla de más de dos mil quinientas personas: 1...
Appasamy cuenta con una plantilla de más de dos mil quinientas personas: 1.380 trabajadores en la fábrica de Puducherry y el resto en las plantas de Calcuta, Chennai y Dehli.

Aparte de las lentes, la mayoría de productos e innovaciones principales que ha conseguido la empresa a lo largo de los años son aquellos que han atendido una necesidad del país a un coste muy inferior al de los equipos de importación. La empresa, creada hace treinta y tres años, todavía la preside su fundador, P. S. N. Appasamy. En los años setenta, Appasamy trabajó en EE UU para un fabricante de lentillas, pero al poco tiempo fundó su propia empresa para fabricar un sistema económico que permitiera congelar el núcleo del ojo para su posterior extracción. Por entonces, solo había una empresa europea que produjera una máquina similar capaz de realizar la misma función. No obstante, la máquina europea resultaba demasiado cara para los médicos indios. Appasamy simplificó el diseño y logró vender un producto más adecuado a un precio mucho más bajo. La nueva máquina de Appasamy fue todo un éxito en la India y consiguió que la curación de las cataratas fuera un proceso mucho más viable en el país, sobre todo para médicos que prestan sus servicios en zonas rurales y alejadas.

Appasamy fabrica el 80% de las lentes intraoculares que se emplean en la India para tratar a los pacientes con cataratas...
Appasamy fabrica el 80% de las lentes intraoculares que se emplean en la India para tratar a los pacientes con cataratas.

Appasamy cuenta con una plantilla de más de dos mil quinientas personas: 1.380 trabajadores en la fábrica de Puducherry y el resto en las plantas de Calcuta, Chennai y Dehli. La empresa tiene un volumen de ventas anuales de más de dos mil millones de dólares y muchos de sus productos principales se fabrican en una cadena de producción formada por veinte máquinas herramienta CNC de Haas, instaladas en la fábrica de Puducherry.

Con una Haas Mini Mill, once centros de mecanizado vertical VF-1 y ocho centros de torneado SL-10, producen las piezas de mil ochocientos instrumentos quirúrgicos y componentes de equipos del catálogo de Appasamy; productos como microscopios y lámparas de hendidura que se usan en clínicas y salas de operaciones, o tonómetros para medir la presión intraocular.

“El tonómetro, que diseñamos nosotros, es uno de nuestros productos más vendidos”, apunta P. Prakash, director adjunto del departamento de CNC. “Las cuarenta y cinco piezas distintas que los componen se fabrican en la Haas Mini Mill. Producimos ciento cincuenta unidades al mes.”

Otro producto de éxito diseñado y fabricado por Appasamy es el láser YAG. Después de extraer el cristalino del ojo y reemplazarlo por una lente intraocular, a veces ocurre que el saco capsular se vuelve más grueso y esmerilado detrás de la lente, lo que provoca que la luz se disperse antes de que llegue a la retina. Para atenuar este problema, se emplea un láser para perforar el área opaca de la cápsula y permitir que la luz penetre con mayor facilidad. Durante veinte años, el fabricante alemán de equipos ópticos Carl Zeiss era el único que producía lásers YAG en la India, hasta que Appasamy diseñó y construyó una versión más económica.

Con una Haas Mini Mill, once centros de mecanizado vertical VF-1 y ocho centros de torneado SL-10, la firma produce las piezas de 1...
Con una Haas Mini Mill, once centros de mecanizado vertical VF-1 y ocho centros de torneado SL-10, la firma produce las piezas de 1.800 instrumentos quirúrgicos y componentes de equipos.

“El láser YAG es otro de los grandes logros de Appasamy”, apunta R.V Ravichandran. “Carl Zeiss vendió 1.600 lásers YAG en total. En los ocho años que hace que sacamos el nuestro, ya hemos vendido mil unidades.”

Appasamy cuenta entre su clientela a más de diez mil médicos indios, quienes necesitan alternativas más baratas y sencillas a los productos importados, como por ejemplo las máquinas de ultrasonidos, que solían costar entre 200.000 y 300.000 dólares y que ahora Appasamy ofrece por solo 10.000 dólares.

El sistema de Appasamy para reemplazar el cristalino del ojo, que es menos invasivo, elimina la necesidad de aplicar puntos de sutura, ya que la incisión practicada para insertar la lente tiene menos de 5 mm. La lente de sustitución se inyecta plegada en el ojo, donde se despliega, como la miniatura de un barco dentro de una botella. Como ya no es necesario que el cirujano ponga puntos, el procedimiento es más rápido y sencillo, y se disminuye la probabilidad de que el ojo se deforme. Aparte de fabricar las lentes, Appasamy también produce las jeringuillas de un solo uso con que se inyectan, cuyos moldes se mecanizan en un Haas VF-2 Super-speed.

Otro de los productos de la empresa, la lámpara de hendidura Appasamy, está formado por sesenta componentes, que pueden ser de aluminio, acero inoxidable o latón, y que se fabrican con tornos o fresadoras. La empresa monta trescientas cincuenta lámparas al mes, pero tiene previsto aumentar la producción para llegar a las quinientas unidades mensuales. El sistema óptico del microscopio se produce en los Haas VF-1. Existen dos modelos del producto: uno con aumento continuo y otro con aumento por pasos, cuyo tambor se mecaniza en aluminio de 5 micras con los Haas VF-1. El oftalmómetro Appasamy, que sirve para medir la curvatura de la córnea, antes lo importaban de un proveedor japonés, pero ahora también lo fabrican ellos mismos. EdgeCAM software.

Aparte de fabricar las lentes, Appasamy también produce las jeringuillas de un solo uso con que se inyectan...
Aparte de fabricar las lentes, Appasamy también produce las jeringuillas de un solo uso con que se inyectan, cuyos moldes se mecanizan en un Haas VF-2 Super-speed.

Con tantas piezas y productos, no sorprende que la empresa dedique mucho tiempo y esfuerzo a diseñar utillajes y accesorios fáciles de cambiar. A veces tienen encargos muy pequeños, de entre dos y cinco componentes, y algunas de las máquinas se reservan para realizar tareas de desarrollo, probar programas —generados con su software EdgeCAM— y reducir los tiempos de ciclo. El día de mi visita, una fila larga de máquinas Haas nuevas, todavía embaladas tras su viaje a través del Pacífico Norte, esperaban en un rincón de la fábrica a que los operarios las desempaquetaran e instalaran.

“Esta semana nos han llegado dieciséis máquinas Haas nuevas”, dice Ravichandran, “diez VF-1 y seis ST-10. El 80% de la plantilla de la cadena de producción son mujeres, y les gustan las máquinas Haas porque son fáciles de usar y el mantenimiento es sencillo. Las máquinas taiwanesas que teníamos antes eran grandes, complejas y un poco intimidantes.”

Muchos de los productos de Appasamy contienen piezas pequeñas y finas fabricadas en máquinas Haas. Ravichandran asegura que las operarias de las máquinas tienen muy buenas habilidades manuales y que la razón por la que las mujeres son mayoría en los turnos de día es que así pueden estar en casa con sus hijos por la tarde, por la noche y pronto por la mañana.

“Las mujeres trabajan en los turnos diurnos y los hombres hacen el turno de noche”, señala. “Muchas de ellas entran en la empresa justo después de terminar el instituto o la universidad y trabajan aquí durante tres o cuatro años, hasta que se casan. Algunas vuelven a trabajar después, pero muchas lo dejan definitivamente cuando tienen hijos”.

A veces tienen encargos muy pequeños, de entre dos y cinco componentes, y algunas de las máquinas se reservan para realizar tareas de desarrollo...
A veces tienen encargos muy pequeños, de entre dos y cinco componentes, y algunas de las máquinas se reservan para realizar tareas de desarrollo, probar programas —generados con su software EdgeCAM— y reducir los tiempos de ciclo.

Con una demanda de equipos e instrumentos médicos que parece inagotable y una clientela de médicos indios tan extensa, no es de extrañar que Appasamy lleve dos décadas creciendo de forma ininterrumpida. El negocio va viento en popa, y en ello tiene mucho que ver el trabajo incansable de la empresa para desarrollar productos innovadores y de bajo coste. En la India, los médicos pueden ejercer la medicina privada, así que es esencial que los equipos sean asequibles, razón por la cual Appasamy ofrece planes de financiación a los facultativos para que puedan adquirir el instrumental que necesitan para realizar las operaciones de cataratas.

Por otro lado, la empresa también se dedica a la exportación, por lo que con regularidad asiste a ferias en EE UU y Europa. Gracias a una iniciativa del gobierno, la actividad exportadora de la empresa le da derecho a beneficios fiscales por la compra de máquinas-herramienta importadas.

“Como exportamos una parte importante de la producción, pagamos menos aranceles por las máquinas Haas”, explica Ravichandran. “La empresa ha recibido el reconocimiento por parte del gobierno indio en forma de varios premios a su labor de exportación. Ganamos el premio del Consejo Indio de Fomento de las Exportaciones del sector de la ingeniería en la categoría de pymes”.

Las empresas de ingeniería indias, como Appasamy, aprovechan la tecnología de fabricación disponible para introducir, sin hacer ruido...
Las empresas de ingeniería indias, como Appasamy, aprovechan la tecnología de fabricación disponible para introducir, sin hacer ruido, productos indios innovadores en los mercados occidentales emergentes.

Mucho se ha escrito ya sobre el cambio que ha experimentado la India gracias a la tecnología. No obstante, se suele hablar sobre todo de Internet y de las redes de banda ancha, que han permitido a muchas personas del país tener oportunidades de trabajo que se originan a miles de kilómetros de distancia. Los centros de atención telefónica de la India han sustituido a estos departamentos en todas las empresas aseguradoras y de venta de entradas y billetes británicas y estadounidenses que buscaban reducir costes. De ahí que muchos graduados universitarios indios puedan acceder a un trabajo de oficina en una empresa occidental sin tener que abandonar su lugar de origen.

Lo que no está tan documentado es el caso de las empresas de ingeniería indias, que, como Appasamy, están aprovechando la tecnología de fabricación disponible no solo para atender las necesidades apremiantes de la población en materia social y sanitaria —como el ejemplo de las personas con cataratas— sino también para introducir, sin hacer ruido, productos indios innovadores en los mercados occidentales emergentes. Parece que lo que es bueno para los afectados de cataratas de la India rural también lo es para los pacientes oculares del resto del mundo.