El parque industrial español se encuentra obsoleto y con falta de crédito

A pesar de las recientes cifras alentadoras indicando la vuelta del sector industrial a números positivos, la media se conservó en el 0,9% durante 2014, según el INE, y parece que se mantiene a comienzos de 2015. Con estos datos, parece inevitable constatar que el sector industrial español permanece aún en dificultades. Al panorama se le añaden los obstáculos que encuentran las empresas en la obtención de préstamos con una demanda de crédito bajo mínimos por parte de las Pymes. Todo ello, conduce a una enorme falta de dinamismo en un sector que no puede hacer frente a la inversión necesaria para mejorar su rentabilidad a medio plazo.

La producción del sector manufacturero está fuertemente ligada a la utilización de equipamientos altamente especializados

Es vital la inversión en equipos de última tecnología, ya que condiciona no solo la productividad, sino el control de costes y la competitividad de las empresas. Al sector industrial, le afecta de la forma más aguda la disponibilidad de capita llo que ha llevado a una obsolescencia del parque industrial español con una preocupación constante entre los expertos que hace tiempo vienen advirtiendo de la necesidad imperiosa de revertir esta tendencia.

Sólo dinamizando las políticas de inversión de las empresas y modernizando los parques y equipamientos, el sector industrial español podrá recuperar su ventaja competitiva de una manera sostenible en el medio y largo plazo. Es imperativo que la industria se dote de equipos y plantas de última generación para aprovechar las oportunidades y tendencias que se presentan, como por ejemplo los equipos eficientes energéticamente.

En un contexto de alza generalizada e inestabilidad de los precios energéticos, la inversión en equipos eficientes energéticamente además de mejorar los procesos productivos puede suponer un ahorro significativo en costes, hasta el punto de compensar la inversión o generar flujos de caja positivos que puedan destinarse a otras mejoras. El beneficio potencial en sectores de uso intensivo de electricidad como la siderurgia, la industria química o la del papel es, como es lógico, aún mayor.

El sector industrial recurre al leasing o renting para acceder a la última tecnología

Pero, ¿cómo hacer frente a la tan necesaria inversión en un contexto como el actual? Frente a la restricción del crédito ocasionada por la coyuntura económica y por el incremento sin precedentes de la morosidad, no es ninguna sorpresa que las soluciones de financiación alternativas, como el leasing o el renting, estén ganando popularidad.

Estas técnicas de financiación alternativas permiten a las empresas adquirir equipos productivos de última generación sin la necesidad de inmovilizar grandes sumas de capital, ya de por si escaso, y destinarlo a otras necesidades estratégicas del negocio. Del mismo modo, permiten repartir en varios ejercicios los gastos asociados a la nueva inversión y evitan un impacto excesivo en la tesorería, incluso, como ya avanzábamos, cuando esa inversión es en equipos eficientes energéticamente, la inversión tecnológica se amortiza casi de inmediato o con enorme rapidez.

Según el último estudio del Banco Central Europeo , el 17,5% de las PYMES de la Eurozona han recurrido a la financiación alternativa de activos en los últimos seis meses. Esta tendencia viene confirmada por el último estudio de Siemens Financial Services , que mostró que el 76% de los fabricantes de maquinaria industrial constataron un alza en la demanda por parte de sus clientes de formas de financiación alternativas en los últimos dos años. Si bien, el estudio reveló que el uso de la financiación de activos en los últimos 24 meses varía notablemente entre las diferentes regiones del mundo, con notables diferencias regionales.

En Europa, el uso de financiación de activos se mantuvo estable entre las empresas fabricantes, lo cual se atribuye a la coyuntura de inversión empresarial deprimida. Por el contrario, la proporción de ventas de equipos de fabricación facilitadas a través de la financiación de activos aumentó en más de un 2% anual en EE.UU., y, extraordinariamente, en más de un 15% anual en Asia. La gran diferencia entre las tasas de crecimiento debe considerarse teniendo además en cuenta que la financiación de activos sigue estando en una etapa relativamente inicial de su desarrollo en Asia en comparación con las economías maduras de Occidente.

Igual de llamativo resulta que en el futuro, un abrumador 93% de los encuestados predijo que aumentará aún más el interés por la financiación de activos entre sus clientes industriales. En particular, se prevé que el uso de financiación de activos aumente en más de un 5% anual en Europa, reflejando la reactivación de una necesidad de invertir temporalmente pospuesta, a medida que retorna la confianza en la economía. En EE.UU. y Asia, se prevé que la adopción de financiación de activos por las empresas industriales siga creciendo anualmente en un 3% y más de un 14%, respectivamente.

Es comprensible que el mayor potencial en inversión y por tanto la mayor demanda de financiación provenga de zonas geográficas que están atravesando etapas de rápida expansión económica, pero del mismo modo la industria española para defender su posición a nivel tanto nacional como internacional, necesita de la tecnología innovadora que aporte mejoras en la productividad de manera estable y constante. Si por las restricciones presupuestarias internas de las empresas y el contexto de congelación crediticia no puede hacerse frente, el sector tiene a su disposición soluciones de financiación alternativas, técnicas que eran ajenas hasta hace poco, y que hoy son cada vez más habituales y demandadas a los fabricantes.

José Luis Manzanal del Moral, Industry Sales Manager de Siemens Renting

Informe SFS “Financiando el futuro”, disponible en inglés