Bodegones con vida propia
Vista del ascensor del hotel The Emporium (Bangkok).
Para algunos, 'arquitectura verde'. Para otros, 'eco-arte'. Lo cierto es que la proliferación de jardines verticales en grandes ciudades ha dejado de ser una tendencia para convertirse en un recurso más a la hora de paliar la inexistencia de áreas verdes. Una alianza entre arquitectura y medio ambiente que ha pasado de 'composición pictórica con vida propia' a una alternativa contra la contaminación en lugares como Ciudad de México.
Patrick Blanc, el pionero
“Las plantas no necesitan tierra, sólo agua, minerales, luz y dióxido de carbono”. A partir de esta premisa, el botánico francés (1953), Patrick Blanc, comenzó a analizar la capacidad de las plantas para adaptarse a situaciones extremas. Especializado en plantas del sotobosque tropical, Blanc cita un curioso ejemplo: unas 2.500 de un total de 8.000 especies vegetales crecen sin tierra en Malasia. La proliferación de numerosas plantas sobre troncos de árboles o espacios menos habituales como troncos de árboles o suspendidas sobre rocas de acantilados, corroboran las creencias de este científico. Así, sólo agua y nutrientes, luz y dióxido de carbono son básicos para la existencia de vida vegetal.
Hace más de 20 años, Patrick Blanc inventó el muro vegetal ('mur végétal'), también conocido como 'vertical garden' (jardín vertical). El museo La Villette de París acogió la primera composición del científico francés. La técnica del jardín vertical se basa en el cultivo de las plantas sin sustrato (hidroponía). El suelo es un soporte mecánico por lo que la planta solo precisa agua y sus minerales, junto con la luz y dióxido de carbono para realizar la fotosíntesis. Entre sus múltiples ventajas destaca un sistema de riego por goteo que facilita una inyección constante de agua y el hecho que las raíces se extienden por la superficie evitando daños posteriores en la fachada. Además, el mantenimiento de estas zonas ajardinadas es mínimo, mientras que resultan idóneas para purificar el aire.
Hasta la fecha, Patrick Blanc ha cubierto los muros de más de un centenar de edificios en diversos puntos del mundo. Museos, centros comerciales, hoteles: sus composiciones paisajísticas se aplican a todo tipo de ambientes, interiores y exteriores. Cabe citar los muros vegetales que realizó para el Museo Etnográfico de Quai Branly de París; el Parlamento de Bruselas; el Hotel Byblos de Saint-Tropez; el Marché des Halles en Avignon; el ascensor ajardinado en el hotel The Emporium en Bangkok; el jardín vertical para el Paris Ken Club, así como colaboraciones para comercios de las firmas Yves Rocher y Marithé et François Girbaud. Entre sus últimas creaciones figura el muro vegetal para el edificio Caixa Forum de Madrid y los pabellones vegetales instalados en la plaza de España de Santa Cruz de Tenerife. A finales de mayo del año en curso, Blanc desembarcó en Londres. El artista construyó un entramado que facilitó el asentamiento vertical de las plantas así como la asimilación, por gravedad, de los nutrientes necesarios para las mismas en el hotel Athenaeum.
Muro vegetal en la oficina central del Gobierno en Hauts-de-Seine (Francia).
Madrid, sede del primer jardín vertical construido en el país
A mediados de julio del año 2007, el director de CaixaForum Madrid, José Rodríguez, acompañado del botánico Patrick Blanc, presentó el jardín vertical creado por el artista francés para la nueva sede de la Obra Social La Caixa, en el paseo del Prado. Se trata de un tapiz natural formado por 15.000 plantas de 250 especies que cubren una superficie de 460 metros cuadrados. El jardín vertical, primero de estas características en el país, se caracteriza por ser el de mayor tamaño construido sobre una fachada si huecos. El muro vegetal consta de tres elementos principales: estructura metálica, lámina plástica y capa de fieltro de poliamida. Sus dimensiones alcanzan una altura de 24 metros, un grosor de casi un metro y una longitud de 19 metros. Buena parte de las especies plantadas en el muro son autóctonas, como el arbusto caducifolio Cornus Sanguinea (Cornejo Rojo) aunque también se han implantado otras foráneas como la Bergenia Cordifolia (hortensia) o la col de invierno, originaria de Siberia y Mongolia. La composición del muro se inspira en los jardines colgantes de la antigua Babilonia. La altura condiciona la distribución de las plantas en este mural 'viviente'. En este sentido, se han colocado arbustos en la parte alta y especies que habitan en los bosques y necesitan menos luz, en la parte baja de la medianera.
Según el botánico francés, el mural de CaixaForum aloja plantas “potencialmente inmortales”, que se conservarán gracias a las operaciones de limpieza que se efectuan de tres a cuatro veces al año. Para facilitar el mantenimiento de estas especies se utiliza un sistema de riego con tres líneas: una en la zona superior, que recibe agua cada cuatro minutos, otra en el centro (cada dos minutos) y la última en la zona inferior cuyo suministro de agua se efectúa cada minuto. Como curiosidad, las plantas se alimentan en una proporción 15 veces menor a la habitual, lo que permite un crecimiento armonioso, tal y como afirma Patrick Blanc.
El peso total de este muro vegetal, plantas y marco metálico incluido, es inferior a 30 kilos por metro cuadrado. Más allá de su aspecto multicolor, este jardín vertical ejerce como agente medioambiental: aísla del ruido y preserva la fachada de las inclemencias meteorológicas. Por último, desempeña una función térmica: protege del frío en invierno y refrigera en verano.
Vista del muro vegetal creado para el edificio de Caixa Forum en Madrid.
Jardines verticales también en las Islas Canarias
A finales de julio del año 2008, y tras un proceso de remodelación, se inauguró la nueva plaza de España de Santa Cruz de Tenerife. Las obras incluyeron trabajos de ornamentación vegetal desarrollados por el biólogo francés, Patrick Blanc. Se recubrieron con cobertura vegetal dos pabellones de la plaza: uno de forma total y el otro de manera parcial, concretamente una fachada y un muro vertical. El resto de la superficie se decoró estilo volcánico, en línea con la naturaleza de la isla, y al igual que la tercera de estas estructuras multiusos. Durante los trabajos, se colocaron 30 plantas por metro cuadrado, según los parámetros establecidos por Blanc, con lo que finalmente se plantaron unos 9.000 ejemplares de 30 especies autóctonas. Así, los ciudadanos podían contemplar especimenes de lotus, romero, verodes, tabaibas, aloe, magarza de Fuerteventura, acalifas, verónicas, lavándulas, y siemprevivas, entre otras en el exterior de la sede de la Oficina de Turismo. Las plantas decoran los pabellones en función de un diseño establecido de antemano. El diseño prevé las variaciones de tamaño y cromáticas que experimentarán las especies vegetales según las estaciones del año.
Detalle del jardín del edificio de Caixa Forum en Madrid.
Jardines como revulsivos a la contaminación ambiental en Ciudad de Méjico
Con más de 20 millones de habitantes en el distrito federal y sus alrededores, Ciudad de México produce el 1,5 por ciento de los gases de efecto invernadero de la Tierra, según informa Efe. Si durante la década de los años 80, la ciudad fue noticia por la muerte masiva de aves, actualmente fallecen unas 4.000 personas cada año a causa de la contaminación ambiental, tal y como denuncia un informe de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). El plan Unidades Habitacionales Sustentables que la alcaldía del distrito federal puso en marcha a principios de año significaría un paso adelante en busca de un entorno más “verde”. El proyecto contempla la instalación de jardines verticales en inmuebles, paneles solares y filtros de agua pluvial. La primera unidad habitacional (condominio) del programa, cuyo coste total es de 144.000 dólares, es La Valenciana, en la delegación de Iztapalapa. Se trata de una de las demarcaciones más pobladas del país, con 2 millones de habitantes y una superficie de 177 kilómetros cuadrados. Anteriormente, ya se colocaron 10 calentadores solares y 700 metros cuadrados que muros que se transformarán en jardines verticales en la zona.
Jardines colgantes en La Gran Manzana
Nueva York ha transformado su pasado industrial con la inauguración de un jardín vertical en el High Line Park. El nuevo oasis urbano se ha colocado sobre una vieja vía de ferrocarril en el Meatpacking District que, hasta hace treinta años, transportaba carne hacia los frigoríficos. Desde mediados de junio, la vía férrea acoge una selección de flores salvajes, hierbas y vegetación de todo tipo. La primera fase de este nuevo espacio público se extiende desde Gansevoort Street al oeste de 20th Street, a lo largo del río Hudson. Se prevé que la segunda fase del proyecto finalizará en otoño del año 2010 y llegará hasta el oeste de 30th Street.